El yaguareté disminuye la propagación de enfermedades que pueden afectar a los animales e incluso al hombre y, por ser sensible a la perturbación humana, es una especie indicadora de la calidad del hábitat.
En Argentina, la conservación de la panthera onca, más conocida como yaguareté, es política de Estado. Dueño de una silueta que se desdibuja en el monte, pasando inadvertido ante sus presas, el formidable animal posee desde el 13 de septiembre del 2001 una herramienta legal que aboga por su cuidado y preservación.
Le ley encomendó a la Administración de Parques Nacionales compatibilizar con la Dirección Nacional de Fauna y Flora Silvestres o el organismo que corresponda, el plan de manejo para la especie en las áreas bajo su jurisdicción, ajustándolo a la política faunística nacional.
El gran gato solitario y esquivo, que supo estar presente a lo largo y ancho del país durante el siglo XX, actualmente sobrevive únicamente en la selva misionera, las yungas salteñas y algunos pocos lugares de la región chaqueña. Nuestro querido yaguareté es el único felino autóctono en su tipo que lleva resistiendo hace años la desaparición de su hogar: los bosques nativos. En toda la Argentina se estima que quedan menos de 250 ejemplares.
“En nuestro país se lo considera en peligro crítico, ya que enfrenta un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre en un futuro inmediato, siendo las principales causas de ello la destrucción y degradación de ambientes, la caza furtiva y la escasez de presas naturales” señalan desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.
¿Qué tanto conocés al yaguareté? Te dejamos 10 datos que tal vez te sorprendan:
1- El yaguareté (panthera onca) es el felino más grande del continente americano y tercero a nivel mundial, después del tigre de bengala y el león.
2- “Verdadera fiera” en Guaraní, el yaguareté es considerado un animal sagrado.
3- Se destaca por su aspecto robusto y su cabeza grande con poderosa estructura mandibular. Los machos alcanzan los 2,50 metros de longitud y hasta 140 Kg. de peso.
4- Es una de las especies que se encuentran más amenazadas por la fragmentación y disminución de su hábitat natural (debido al avance de los desmontes) y la caza furtiva.
5- El yaguareté es un cazador y caminador incansable y solitario (puede moverse diariamente hasta 11 Km).
6- Es el único depredador capacitado para capturar al tapir. Su dieta también la integran pecaríes, corzuelas y yacarés.
7- Su territorio abarca 40.000 hectáreas en la región chaqueña (dos veces el tamaño de la ciudad de Buenos Aires)
8- Hasta principios del siglo XX tenía una distribución muy amplia en el continente americano. Habitaba desde el sur de Estados Unidos hasta la Patagonia argentina. Hoy, sólo ocupa entre un 10 y un 15% de aquella distribución original. En Argentina el proceso de retracción fue el más extremo, en donde en los últimos dos siglos quedó recluido a un 5% de la superficie original.
9-El yaguareté es una especie “indicadora” de la salud del ambiente ya que necesita bosques continuos y en buen estado para poder sobrevivir. Esto se debe a que, al posicionarse en la cima de la cadena alimenticia y depender de presas menores para su subsistencia, su presencia garantiza un medio ambiente sano.
10- Es una de las pocas especies de la fauna argentina que ha sido declarada como Monumento Natural Nacional por la Ley Nº 25.463, del año 2001. Esta norma establece que la Administración de Parques Nacionales y la Dirección de Fauna Silvestre de la Nación deben implementar un plan de manejo que asegure su supervivencia. Además es Monumento Natural Provincial en las provincias de Chaco, Corrientes, Salta y Misiones. A pesar de esto su territorio no está protegido. Por eso se presentó una amparo antes la Corte Suprema de Justicia, por primera vez en la historia del país, para protegerlo como especie.
La desaparición del yaguareté representaría una pérdida perpetua para la humanidad.