Desde el inicio de la cuarentena, en marzo de 2020, el sector más perjudicado económicamente fue el de las pequeñas y medianas empresas. El pago de salarios e impuestos son una presión constante aseguró el vicepresidente de la Cámara de Supermercados del Chaco, Miguel Simons.
A un año de la irrupción de la pandemia de coronavirus, el escenario para muchas pequeñas y medianas empresas aún luce incierto. Las empresas más grandes han recuperado gran parte del terreno perdido, pero la situación de las más chicas es compleja, en gran medida, por el «diferencial de productividad» entre unas y otras.
En declaraciones a Radio Facundo Quiroga, el vicepresidente de la Cámara de Supermercados del Chaco, Miguel Simons, se refirió puntualmente al drama que atraviesan las Pymes chaqueñas y aseguró que «el golpe que sufrieron a sus ingresos fue durísimo».
Según indicó el empresario, «esta crisis que atraviesa el sector se debe al amplio margen de empleo estatal y planes sociales, lo que genera un poder adquisitivo distante de los precios reales».
«Si tomamos las estadísticas a nivel nacional, el supermercadismo está recuperando la caída brutal que está sufriendo hace algunos años», afirmó. Sin embargo, remarcó que cayó abruptamente la facturación en los rubros más rentables en supermercados.
Para Simons, se pensaba que las empresas recuperarían el nivel de actividad prepandemia para fines de 2020, cosa que no ocurrió, y cuestionó la política de atraso cambiario, que es una «buena noticia para la inflación, pero mala noticia para la convergencia de productividades».
PANDEMIA Y PYMES
En los inicios de la pandemia, en marzo del año pasado, se estableció una fase de «aislamiento estricto» hasta mediados de abril en todo el país, sin excepciones. Posteriormente, conforme a la evolución sanitaria, el esquema se fue flexibilizando en gran parte del territorio nacional, permitiendo a muchas provincias ingresar a la fase de Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (Dispo).
Ahora bien, para cada territorio se fueron determinando las actividades permitidas, agregando así un factor de diferenciación entre sectores.
En principio, el sector mejor posicionado fue el agropecuario y recursos naturales, al ser esenciales buena parte de sus actividades, o exceptuadas incluso en las primeras flexibilizaciones del aislamiento. En el otro extremo se hallaba construcción.
Servicios, tanto por incluir algunas actividades esenciales como paulatinamente exceptuadas, así como por sus propios procesos, resultó ser un sector menos perjudicado por las restricciones sanitarias.
INACTIVIDAD
El nivel del paro productivo provocado por la irrupción de la pandemia no se puede medir correctamente solo por el porcentaje de empresas en funcionamiento. Un factor importante que hay que monitorear por las consecuencias reales que tiene en la actividad productiva de las compañías es el porcentaje de inactividad de su personal. El grado de operatividad de la firma no implica directamente un mismo grado de actividad de su personal.
En la medida que se retomaron las actividades, la proporción de personal inactivo fue reduciéndose. No obstante, en línea con las habilitaciones especiales, las pautas marcadas por los respectivos protocolos y/o las características de los procesos internos, junto con la relación de oferta y demanda, las empresas de construcción y de comercio son las que relativamente menos han podido reactivar a sus trabajadores.
PYME Y CUARENTENA
A poco más de un año de decretarse la cuarentena, el primer punto negativo es que a pesar de que hay un rebote importante de la economía y que está impactando favorablemente -cada vez más empresas operativas-, el rebote es menor en cuanto a nivel de actividad de lo que las empresas habían previsto.
A mitad del año pasado había mucho optimismo y se creía que hacia diciembre un gran porcentaje de las empresas iba a haber alcanzado el nivel prepandemia, pero no sucedió, es decir hay un porcentaje importante de empresas que está por debajo de ese nivel.
Esto se debe a la dinámica biológica de un sistema productivo que tiene estas dualidades crecientes. Las que van bien van cada vez mejor, las que van mal van cada vez peor.
PYME Y TELETRABAJO
Respecto a la modalidad de teletrabajo, un informe reveló que las que están adoptando esta modalidad son la mitad de las empresas que habían proyectado su implementación.
El teletrabajo llegó para quedarse, lo van a hacer las empresas más importantes y preparadas, pero de acuerdo a la evolución que estamos viendo, a mitad del año pasado decían que el 80% de las empresas iban a tener teletrabajo y en la actualidad son solo un 40%.