Así lo señaló el presidente de la Cámara de Empresas Constructoras del Chaco, Mateo Aleman, en referencia a programas como Chaco Reactiva. Señaló medidas para contrarrestrar la especulación de precios y desabastecimiento de los materiales.
Teniendo en cuenta a la construcción como un dinamizador de la economía, a la cual se orientan las políticas públicas nacionales y provinciales, como el caso de Chaco Reactiva, Radio Nacional Resistencia consultó con el titular de la Cámara de Empresas Constructoras del Chaco (CEC), Mateo Aleman, sobre los últimos anuncios. «Hay mucha expectativa, esto ha sido con nosotros la mejor noticia después de cuatro años y un poco más de paralización, porque el anterior gobierno, conducido por Mauricio Macri, la verdad que nos tuvo bastante olvidados», recordó y comparó años atrás «cuando hubo una decisión política a nivel nacional de mirar al noreste y particularmente al Chaco, porque veníamos con un nivel de obras en el que llegamos a tener más de 15 mil trabajadores registrados, lastimosamente con la pandemia y la anterior gestión bajamos a mil trabajadores registrados», comparó la mano de obra ocupada, un indicador fundamental de la actividad del sector. «Hoy hay un ascenso, con las empresas reactivándose, con un manojo de viviendas importante por hacer, con infraestructura importante por realizar, así que realmente es muy bueno», consideró.
Así, Aleman festejó «la decisión política del gobierno nacional y provincial de poner la obra pública y darle elementos también a la obra privada y ponerla a la punta de una reactivación en materia de dar trabajo a la gente».
formadores
de precios
A pesar de este impulso que desde los gobiernos se le busca dar al sector, existen inconvenientes de abastecimiento y aumento de precios que fueron atribuidos directamente a la existencia de monopolios de grandes empresas en el rubro: «Lamentablemente siempre juegan esquemas conspiradores en materia de especulación. En el rubro de la construcción manejan los materiales no más de 15 o 20 empresas, que todos sabemos que son los grandes formadores de precios, en eso lo hemos dicho: existe una especulación constante», reconoció el empresario. Tras lo cual destacó: «El gobierno nacional tiene sus herramientas, como la Ley de Abastecimiento, una ley importante, bien hecha, dura, que hay que tomar la decisión de hacerla porque le da la obligatoriedad a quien produce y es monopólico en eso de abastecer la demanda», señaló. Seguidamente recordó: «Todos sabemos que el hierro lo maneja prácticamente una sola empresa con nombre y apellido que es Acindar, en materia de aluminio es Alumar, en cemento Loma Negra, para cada producto que tiene una incidencia en la construcción, como estos tres elementos, hierros, cemento y aluminio, estas tres empresas manejan el mercado» destacó y reconoció: «En esto es cierto, existen ciertas ideas de especulación, hemos tenido un incremento en cualquiera de estos productos en lo que va del año de más del 60% con un dólar oficial prácticamente estable, con un pico en el dólar que llegó a estar realmente muy arriba y ahora ha bajado al 40% o 50% de ese valor y los materiales subieron cuando tuvieron que subir y no bajaron cuando bajó el dólar», compatró.
«No existe una lógica, más que la del monopolio, hay formadores de precios muy estructurados y muy fuertes en el país, y que el Estado no ha podido resolver, obviamente que la prioridad de este tema sigue siendo la pandemia y esperamos que en algún momento se le ponga el cascabel al gato y que ciertas empresas fundamentalmente se pongan a producir más», instó el referente del sector. «Hoy existe una demanda muy fuerte debido al incremento, al volumen de obra que empieza a haber, y uno de los datos significativos referidos a esta cementera tan importante señala que en diez años han invertido el 7% cuando en cualquier año bueno de ellos están en una utilidad del 25% o 30%», ejemplificó. «Entonces el Estado tiene que estar presente una vez más para que esta empresa, según las utilidades que tenga, parte de las mismas las reinvierta en mayor capacidad de producción, porque si no manejan el precio obviamente», describió. «Si hay una demanda que es de 10 y yo puedo satisfacer 8, lo que hago es acomodar el precio en relación a ese 8 y no al 10 que me están pidiendo», indicó.
Aleman sostuvo que «estos son los famosos grupos concentrados de poder que tanto se habla desde ciertos sectores de la dirigencia política, que concentran la economía, y más allá de la economía, una cosa es concentrarla, que está mal, que hay que rever y ver de qué manera se democratiza el concepto de acumulación de ese capital, y otra cosa es lo que se hace con esas autoridades, porque somos tan libres que el Estado le genera las políticas para la demanda y ellos no devuelven la generosidad en materia inversiones de su planta», explicó. «Al contrario, en materia de hierro estamos pagando el hierro más caro del mundo, la tonelada de hierro en el mundo oscila entre $30 mil o $35 mil, nosotros pagamos $95 mil, es decir que pagamos tres o cuatro veces más, entonces ponen el precio que quieren, si primero no tienen competencia y después existe una demanda cada vez más fuerte que ellos no lo pueden abastecer y crece el precio», fundamentó las subas de los costos.
«Si no hay un equilibrio entre la oferta y la demanda la variable de todo eso siempre es el precio», aportó.
Asimismo, para revertir esta situación, Aleman explicó que «otra de las alternativas que el gobierno nacional y provincial ha analizado es empezar a abrir ciertas importaciones. La bolsa de cemento en Bolivia en valor peso esta 350 y acá está en 900, y eso que Bolivia tiene un valor dólar mucho más alto que el nuestro, entonces, una de las alternativas por lo menos para ir negociando con estas concentraciones es empezar a abrir controladamente la faltante de esos elementos, llámese hierro, cemento, hierro hay en todo el mundo», indicó.
Mientras que las empresas de materiales de la construcción prácticamente no sufrieron ninguna consecuencia por la pandemia, «hay más de 200 empresas constructoras del Chaco que están con problemas, somos el último eslabón de la cadena de la construcción», recordó. «Ni hablar con el deterioro que han tenido los trabajadores, en 2015 dejamos con un acceso a un ayudante de USD550 y hoy estamos en USD120, en términos salariales, acá hubo un incremento desmedido de todo lo que es materiales y un retroceso en la mano de obra, primero porque se han perdido, y lo poco que se pudo rescatar el deterioro salarial está complicado, y la mano de obra y los materiales determinan el precio del metro cuadrado», finalizó.