La llegada de nuevas cepas del virus del Covid-19 genera preocupación en la Argentina, debido a la posible mayor contagiosidad y mayor letalidad de estas variantes.
En Corrientes se confirmó la detección de dos casos de coronavirus de la cepa Manaos, uno de la variante de Reino Unido y cuatro de la cepa de Río de Janeiro. En tanto, en el Chaco se confirmaron cuatro muestras de Covid-19 con las variantes de Manaos y una con la de Río de Janeiro.
En ese contexto, el doctor Horacio Lucero, jefe del Laboratorio de Genética y Biología del Instituto de Medicina Regional, sostuvo que no puede confirmarse que exista circulación comunitaria de esas nuevas cepas, aunque aclaró que «es una cuestión de tiempo que ello ocurra» y trazó relación con lo ocurrido en el inicio de la pandemia en el cual los primeros casos detectados de Covid-19 eran de viajeros y en poco tiempo se avanzó en la circulación comunitaria.
«El virus va mutando para hacerse cada vez más efectivo y contagioso, y aumenta la contagiosidad de nuevas variantes para bloquear la respuesta inmune del paciente. Por eso se produce la existencia de nuevas cepas, pero eso no implica necesariamente mayor peligrosidad».
De esta forma el especialista de la Unne se refirió a la peligrosidad que se les asigna a las nuevas cepas, y sostuvo que para calificar el nivel de peligro de una cepa se requieren estudios que aporten información a nivel local, en las que se relacione la caracterización del genoma del virus con información epidemiológica en la que se pueda asignar alguna gravedad clínica a una nueva cepa.
«Desde la ciencia no se puede decir ahora que la cepa Manaos o la cepa Río de Janeiro halladas en Corrientes o el Chaco son peligrosas, porque el virus se comporta de manera distinta, en diferentes zonas geográficas, en diferentes grupos étnicos y grupos etarios», sostuvo en declaraciones a Radio Unne (99,7 mhz) al remarcar la importancia de poder generar información local sobre las nuevas cepas.
En ese aspecto, recordó que el Instituto de Medicina Regional está trabajando para poder hacer la secuenciación genómica del virus del virus Sars-CoV-2 , lo cual permitirá identificar las cepas circulantes y caracterizarlas, algo que actualmente lo realizan otros centros de referencia del país.
AVANCE DE RELEVANCIA
La posibilidad de secuenciar a nivel local el virus Sars-CoV-2 se gesta gracias a un proyecto del IMR-Unne que resultó seleccionado en una convocatoria nacional a finales del año pasado, y por el cual se recibirá un subsidio para la compra de equipamiento que permite la secuenciación genómica de aislados virales .
Así, el instituto de la Unne podrá constituirse en un nodo regional para la secuenciación de muestras de este virus proveniente de distintas provincias de la región.
Lucero recordó que el IMR-Unne participa actualmente en el proyecto «PAIS» de secuenciación del virus circulante en la Argentina, proyecto en el cual algunas de las muestras positivas del Chaco, con una determinada carga viral, se mandan a secuenciar a diferentes nodos de secuenciación distribuidos en distintas provincias del país, principalmente en Buenos Aires, Córdoba y provincias de la zona central.
Pero gracias al nuevo equipamiento con el que contará el IMR-Unne, y con la capacitación debida del personal técnico-profesional, se tendrá la capacidad de secuenciar localmente, y además el instituto pasará a tener tecnología instalada para ampliar el estudio del genoma a otros agentes infecciosos que se estudian desde hace tiempo en la región.
COMPLEJIDAD
DE LOS ESTUDIOS
En esa línea, sobre la posibilidad de secuenciar este virus, aclaró que la secuenciación es un proceso muy complejo y muy arduo, en la interpretación de la información, porque se generan muchos datos informáticos que hay que tratar de interpretar lo mejor y lo más fielmente posible, con la ayuda de bioinformáticos.
En este caso hay que interpretar los datos del genoma de las muestras analizadas y compararlas con el genoma inicial de la cepa de Wuhan (China), que es la cepa de referencia usada para las comparaciones.
Después hay que ver si esas variantes identificadas tienen que ver con alguna presentación clínica característica en los pacientes, etapa en la cual toman participación las áreas de epidemiología de Salud Pública.
Al respecto, comentó que cuando se empiece a realizar la secuenciación en el IMR-Unne se llevará además a cabo un trabajo colaborativo con epidemiólogos de la región, que son quienes tienen los datos clínicos de los pacientes y, fruto de esa cooperación, se podrá especificar cómo ese aislamiento viral se comportó en esos pacientes.
«Ese es el camino para poder determinar el nivel de gravedad clínica de una nueva cepa, el estudio de su incidencia a nivel local», expresó.
FRUTOS DEL
INTENSO TRABAJO
Lucero sostuvo que la posibilidad de empezar a hacer en un plano no muy lejano la secuenciación del virus Sars-CoV-2 en el Instituto de Medicina Regional de la Unne representa un logro relacionado al trabajo intenso que se realizó en la universidad desde que comenzó la pandemia, en particular con la creación de un Servicio de Diagnóstico en el IMR para fortalecer el área de diagnóstico de salud pública y poder ofrecer mayor cantidad de testeos.
Así, se empezó a trabajar haciendo PCR en tiempo real para diagnosticar el virus y se analizaron cerca de 30 mil muestras en un trabajo articulado con el gobierno del Chaco.
A partir de allí se generó la posibilidad de participar en una convocatoria nacional del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación para proyectos de ampliación de capacidades de investigación sobre el virus.
Desde el Instituto de Medicina Regional se redactó un proyecto para poder secuenciar este virus tan preocupante para toda la comunidad científica, y de manera posterior, con la capacidad tecnológica ya instalada, se planifica poder ampliar a futuro el estudio del genoma a otros agentes infecciosos que vienen investigando hace años los profesionales del instituto.
El proyecto de la Unne compitió con otras muchas propuestas del país y fue seleccionado no sólo por lo que se proponía hacer sino también por todo lo que ya se había hecho en el marco de la pandemia y además por los antecedentes que tiene el IMR en el estudio de patologías emergentes.
Por ser seleccionado el proyecto del IMR, se accedió al financiamiento de un secuenciador automático, que se adquirirá en Reino Unido, gracias a fondos específicamente asignados para fortalecer los centros universitarios con el fin de desarrollar capacidades de investigación más eficientes.
El mencionado equipo es mucho más moderno y muy superador de los secuenciadores tradicionales, es ultraliviano y muy portátil, y requiere de capacitaciones para su óptimo uso.
En ese sentido, los integrantes del Instituto de la Unne recibirán capacitaciones por parte de profesionales del Inta Rafaela (Santa Fe) quienes actualmente están realizando las secuenciaciones de las muestras del Chaco.
El personal del IMR-Unne ya hizo previamente una capacitación en el Inta Rafaela, que se complementará con nuevas capacitaciones en la sede del Instituto en la ciudad de Resistencia cuando se cuenten con los equipos en funcionamiento.
Lucero reiteró que con el nuevo equipamiento no sólo se analizarán las muestras del Chaco, sino que se abrirá un nodo de secuenciación que engrosará los nodos que ya están funcionando en el país, y que en particular servirá para el análisis de muestras de distintas provincias de la región.
La importancia de secuenciar el virus
«Lo más importante es contar con capacidad tecnológica instalada a nivel local, en un contexto en el cual se requiere federalizar la estructura tecnológica y de recurso humano calificado», sostuvo el investigador de la Unne.
Estimó que hacer estudios de secuenciación a nivel local permitirá visibilizar el grado de formación de los profesionales de la Unne, y la calidad de la labor científica que realiza la Unne, muy expuesta especialmente en la pandemia.
Para finalizar, Lucero destacó que la coyuntura por la pandemia permitió observar la cooperación científica entre distintas instituciones involucradas.
«Con la pandemia, todos los conocimientos devenidos de la investigación del virus se pusieron a disposición en toda la comunidad científica y eso da un importante acceso a la información que favorece el desarrollo de las capacidades científicas y tecnológicas».