El Gobierno puso en marcha la ampliación, de forma leve y progresiva, del número de pasajeros que pueden ingresar a la Argentina, con una nueva decisión administrativa de Migraciones que tendrá vigencia hasta el 6 de agosto. Se fijaron cupos semanales, como parte de las medidas para intentar “retrasar” la llegada de la variante Delta del coronavirus al país.
Cabe recordar que hasta el viernes podían ingresar al país sólo 600 personas por día. Desde este sábado ya pueden entrar 742 pasajeros.
Para la semana del 10 de julio al 16 de julio se habilitarán 5200 plazas. Para la semana del 17 al 23 podrán ingresar 6300 personas (900 por día). Y desde el 24 de julio al 6 de agosto, quedarán habilitadas 7000 plazas por semana (1000 por día).
El Gobierno sigue manteniendo la “recomendación” de no viajar al exterior, especialmente a aquellos que integran los grupos de riesgo, “a fin de evitar las dificultades y condiciones sanitarias exigidas al reingreso, considerando la rápida evolución de las condiciones epidemiológicas”.
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Los viajeros deberán hacerse un testeo para poder abordar el avión con destino a la Argentina. Además, deberán hacerse un testeo al llegar al país y otro testeo al séptimo día de ingreso.
Quienes resulten negativos, al ingreso al país, deberán cumplir con el aislamiento en los lugares que dispongan los gobierno provinciales y de la CABA y deberán realizar un nuevo test para finalizarlo.
En tanto quienes resulten positivos, al ingreso al país deberán realizar otro testeo de secuenciación genómica y, junto con sus contactos estrechos, cumplir aislamiento en los lugares que indiquen las autoridades nacionales, hasta su traslado seguro hasta la residencia si correspondiera.
Asimismo, cabe destacar que las fronteras continúan cerradas al turismo. Todo aquel que no sea argentino y quiera ingresar al país con el propósito de hacer turismo no podrá hacerlo. Además, seguirán suspendidos los vuelos provenientes del Reino Unido, Chile, Brasil, India y países africanos.