La neerlandesa cruzó la línea de meta en la prueba de ciclismo en ruta en el Monte Fuji y celebró alocadamente. No sabía que 1m15 antes había llegado la austríaca.
La neerlandesa Annemiek van Vleuten celebró este domingo como si fuera campeona olímpica en la prueba de ciclismo en ruta después de haber cruzado la línea. Pero no sabía que un minuto y 15 segundos antes había llegado la la austriaca Anna Kiesenhofer, la verdadera ganadora. Se trató de un despiste insólito que la dueña de la medalla de plata atribuyó a la falta de una radio, prohibidas en Tokio 2020, para comunicarse con su equipo.
A su llegada a la línea de meta del circuito del Monte Fuji, la campeona de 38 años levantó los brazos en un habitual gesto de triunfo. Le hicieron falta unos pocos segundos para comprender que Kiesenhofer, única superviviente de la escapada matinal, ya había celebrado el oro un minuto antes.
«Hubo mucha confusión y mala comunicación hoy», lamentó Van Vleuten, visiblemente frustrada. «No sabíamos las diferencias, habíamos escuchado que tenían 45 segundos a 10 kilómetros de la meta», añadió. La escapada tenía entonces más de dos minutos de ventaja.
Gran potencia del ciclismo femenino, los Países Bajos habían logrado los dos últimos oros, en Londres 2012 y Rio 2016 y los cuatro últimos títulos mundiales. La racha se cortó en la capital japonesa.
La sorprendente ganadora del oro Kiesenhofer dejó atrás el pelotón en los primeros kilómetros de la prueba, inmersa en una escapada de ocho corredoras que parecía únicamente destinada a alegrar la jornada. Pero las favoritas dejaron demasiado margen al grupo, que llegó a tener diez minutos a los pies del puerto de Kagosaka, última dificultad del día.
(Clarín)