Con la participación de más de 700 personas, en el marco del próximo Congreso ESI, se concretó el conversatorio «La educación sexual integral, derechos vigentes y desafíos permanentes» que tuvo como principales disertantes a Dora Barrancos y Graciela Morgade.
La jornada se realizó en el Aula Magna de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), destinado a docentes de la provincia, estudiantes de todos los niveles, organizaciones sociales y políticas, y público en general.
El objetivo fue habilitar un espacio para debatir sobre problemáticas educativas y proponer políticas públicas tendientes a generar horizontes en el sistema educativo que breguen por la igualdad y la emancipación.
Esta jornada se enmarca en la ley nacional y su adhesión provincial, la que es una preparatoria para el primer Congreso del Norte Grande sobre Educación Sexual Integral y el 2° Congreso Regional de Educación Sexual Integral con enfoque de Derechos Humanos, Perspectiva de Géneros y Diversidades Sexuales y Étnicas, que se realizará a fines de mayo.
La respuesta de los participantes superó las expectativas de la organización al cubrirse el cupo en apenas 48 horas. Organizada por la Comisión de Educación y Géneros de Casa Patria Chaco, la Facultad de Humanidades de la Unne, el Frente Universitario Popular y la Red de Educadoras Feministas, contó con la participación de la vicegobernadora Analía Rach Quiroga; el ministro de Educación, Aldo Lineras; y diputadas provinciales y nacionales.
Las expositoras
El pre-congreso estuvo mediado por la relatora e integrante de la Red de Educadoras Feministas, Susana Benítez, y se centró en la ESI como política pública en todos los ámbitos educativos. Algunas temáticas centrales fueron la ESI como política curricular, su abordaje metodológico en el contexto áulico y escolar, programas y políticas públicas para promover la ESI, y el abordaje de la ESI en distintos escenarios, comunidades y ámbitos, entre otros.
Graciela Morgade es doctora en Educación, máster en Ciencias Sociales y Educación (Flacso); y profesora en Investigación y Estadística Educacional y Educación, género y sexualidades, en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA).
En su disertación explicó que «la ESI es una ley que recupera luchas anteriores de la ampliación de derechos de movimientos feministas y LGTBIQ+. Vemos en todas las instituciones educativas muchísimo interés por parte del alumnado sobre la ESI en general, relacionando la vida, sus temores, deseos y proyectos a futuro. Celebramos que las juventudes participen, se profundicen y pidan más».
Dora Barrancos es doctora en Historia por la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp, Brasil); ex directora del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género (Iiege) de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) e investigadora principal del Conicet.
«Venimos a darle fuerza a esta ley única en América latina y que se mantuvo gracias a la fuerza de docentes y alumnos. La ESI tiene que dar cuenta de los derechos que asisten a los niños, adolescencias, juventudes y adultos en términos de derechos de una sexualidad libre, cuyo único objetivo es no someter a nadie», sostuvo la académica.
Por su parte, el ministro Lineras resaltó las ponencias y destacó que «para nosotros es necesario empezar a desandar estos pasos que fueron acordados en el Consejo Federal de Educación que se realizó hace un mes, donde las 24 jurisdicciones resolvimos el relanzamiento y profundización de la Educación Sexual Integral en todos nuestros niveles educativos».
«A 16 años de la ley, creemos que hay un camino recorrido, pero que tenemos muchas cuestiones pendientes aún. Estos cambios no se producen de arriba hacia abajo, sino de un proceso de formación.
Existe una deuda de información para las familias, para que puedan entender, sin información desvirtuada, que la ESI se trata de promover la valoración del propio cuerpo, la vida y la diversidad, y no como una cuestión sexo-genital», agregó el funcionario.
En esta línea, la subsecretaria de Género, Diversidad y Disidencias, Delia Pérez, celebró que la jornada permitió «pasar este debate de los muros de las escuelas a una participación más abierta de la ciudadanía». Es por ello que instó al público a «defender a la ESI con perspectiva de género desde los paradigmas de derechos humanos, porque es una herramienta para erradicar la violencia entre jóvenes y pensar en el desarrollo de una política curricular de género en todo el sistema educativo».
También estuvieron presentes la ministra de Salud Pública, Carolina Centeno; la secretaria de Derechos Humanos y Géneros, Silvana Pérez; y la directora de la Fundación Chaco Solidario, Carla Prette.
INTERÉS EN EL ALUMNADO
Las diputadas Tere Cubells, Mariela Quirós, Claudia Panzardi y el diputado Rodrigo Ocampo participaron también de este conversatorio y compartieron sus reflexiones.
«La ESI significa reivindicar los Derechos Humanos y debe ser considerada como un proyecto integral que incluya a todas las miradas, por eso debe ser pensada y trabajada en conjunto desde una perspectiva transversal, común y de crítica hacia todas las prácticas cotidianas», expresó la diputada Cubells.
«Esta es fundamental para que nuestras niñeces y adolescencias puedan crecer respetando y valorando la diversidad y afectividad, cuidando sus cuerpos y el de les demás, siempre con perspectiva de género, ejerciendo y exigiendo sus derechos ante la sociedad. Para que crezcan libres de violencias», manifestó.
Un femicidio cada 27 horas en el país
Desde «Ahora que sí nos ven» difundieron las cifras de femicidios en la Argentina entre el 1 de enero y el 31 de marzo pasado, elaboradas a partir del análisis de medios gráficos y digitales de todo el país, que arrojó una cifra de 79 mujeres asesinadas por motivos de género.
Esto significa que en promedio se comete un femicidio cada 27 horas. Mientras que los intentos sumaron 53 más y los transfemicios fueron 3.
En cifras
El 63% de los femicidios fue cometido por las parejas y ex parejas de las víctimas. El 65% de los femicidios ocurrió en la vivienda de la víctima 4 femicidas policías y 1 militar. Tras el hecho 23 femicidas se dieron a la fuga y 19 se suicidaron. Además 11 víctimas habían realizado al menos una denuncia y 4 tenían medidas de protección. Al menos 67 niños perdieron a sus madres como consecuencia de la violencia machista en lo que va de 2022.
Estas estadísticas ratifican las denuncias de las organizaciones feministas y el observatorio «cada día las vidas de las mujeres y LGBTIQ+ están en peligro, cada 27 horas nos encontramos con la noticia de otro femicidio. Esto nos demuestra que la violencia machista que tanto nos afecta a la vida de las mujeres sigue siendo un problema que pareciera no tener respuestas. Los femicidios siguen siendo una urgencia, y el Estado nos debe proteger ya», exigieron.
¿Quién asesina a las mujeres?
En lo que va de 2022, el 63% de los femicidios ocurrió en la vivienda de las víctimas, hogar que en muchos casos comparten con los agresores, y el 65% de los femicidios fueron cometidos por la pareja o ex de la víctima.
«Estas cifras nos muestran que el lugar más inseguro para las mujeres no es una calle habitada por desconocidos, sino que es nuestro propio hogar en donde habita quien alguna vez dijo amarla.
Las cifras muestran que en 8 de cada 10 casos los femicidas pertenecen al círculo íntimo de las víctimas, es decir que quienes matan a las mujeres tuvieron con ellas algún tipo de relación afectiva.
Por esto es fundamental y urgente que el Estado intervenga, que esté cerca de las mujeres y que lleve adelante iniciativas que promuevan la autonomía económica de las mujeres y LGBTI+ para garantizarles el acceso a educación, a un empleo formal, y a una vivienda propia en donde su vida esté a salvo», consideraron.
Justicia ineficiente y patriarcal
De las 79 víctimas de femicidios ocurridos en 2022, 11 habían realizado al menos una denuncia y 4 tenían medidas de protección. Es decir que solo el 14% pudo acceder al sistema de justicia y solo el 5% logró una respuesta de la misma (medida de protección), sin embargo, las asesinaron.
«Por omisión, inacción, negligencia o simple machismo los actores judiciales no asistieron y contuvieron de forma efectiva a las víctimas. Es urgente que la Justicia históricamente patriarcal revea y transforme sus prácticas dentro y fuera de los juzgados y fiscalías para no ser cómplices de los femicidios y no dar un mensaje de desprotección y desconfianza para quienes estén viviendo situaciones de violencia», expresaron.