Imágenes que se viralizaron del robo de la avioneta del Aeroclub Chaco mostraron que fueron cuatro los ladrones. Se informó que hasta tuvieron tiempo de cargar nafta y no hay dudas que fueron profesionales, al punto de contar con un piloto entrenado para volar en la oscuridad y con conocimiento mecánico, ya que encendieron el motor con cables.
Desde la Policía del Chaco informaron que a la investigación se sumaron agentes aeroportuarios y se investigan las imágenes para tratar de identificar a la banda.
Por su parte, Fernando Heñin, dirigente del aeroclub, contó que este hecho de trascendencia nacional fue poco antes de las 3 del domingo, se calcula que estuvieron más o menos una hora. «No sabemos en qué llegaron, puede ser que un avión los haya dejado, que hayan llegado en moto o auto. Trabajaron con guantes y dejaron gaseosas, barbijos y un martillo», contó ayer en declaraciones a la prensa.
«No ingresaron por la entrada principal, ese día no estaba el casero porque era Nochebuena. Entraron por atrás, por el monte, por la entrada norte, no sabemos cómo no pudieron detectar las cámaras esa parte y fueron directo al surtidor a ver si podían contar con nafta para cargarla al avión. Después fueron a forzar el avión, lo sacaron a la plataforma, hicieron lo del combustible, y salieron a volar en una pista que no está balizada, a las 3», contó.
«No tenemos ley de derribo ni tampoco tenemos aviones caza que puedan acudir a interceptar un avión que esté volando ilegalmente. Se le puede avisar por la radio desde la torre de control que pare, pero no hay forma de ejecutar la orden. Si el piloto hace caso, no hay ningún problema, pero si no lo hace, ahí está el problema», explicó Heñin.
LA INVESTIGACIóN
La avioneta Cessna 206, matrícula LVKEY, es propiedad del productor forestoindustrial de Tres Isletas, Alessio Roberto Nardelli.
En principio, este hecho estaría vinculado con el narcotráfico, pero surgieron contradichos entre la Justicia y Heñin.
Según lo dicho a Diario Chaco por el procurador general Jorge Canteros, «la suposición de la gente de Investigaciones Complejas es que este avión fue robado para utilizarlo en el narcotráfico, porque está bastante viejito, tiene entre 50 y 52 años. Es un avión que vuela muy bajo y tiene mucha autonomía».
En la investigación se tiene una «casi certeza» de que la avioneta terminó aterrizando en un poblado muy pequeño de Bolivia.
Descartando complicidad interna, Canteros manifestó que «está descartado porque esta gente entró con violencia, por eso está caratulado como robo, rompieron candados del portón y del hangar, el avión fue forzado, le hicieron un puente para hacerlo marchar, quedaron rastros de cable. Mucha experiencia de algún piloto profesional, el piloto que se llevó el avión no es un improvisado».
Pese a las declaraciones de Canteros, Heñin deslizó que si podría haber complicidad con los delincuentes. «Evidentemente alguien hizo inteligencia porque fueron directamente a ese avión, ¿por qué digo eso? porque ese es uno de los aviones que por sus características es utilizado para actividades ilegales, porque tiene bastante velocidad, puede despegar y aterrizar en corto espacio y tiene bastante autonomía. Con un tanque lleno puede hacer unos 1.200 kilómetros», dijo.