El procurador general de la provincia, Jorge Canteros, se refirió ayer al inédito hurto de una avioneta del aeroclub Chaco ocurrido durante la pasada Navidad y admitió que «se hace muy complicado llegar a la nave porque puede desactivarse el GPS y cambiar totalmente la matrícula para volver a utilizarla con otros fines».
A la vez, el jefe de los fiscales reiteró que hasta el momento no se pudo identificar a los responsables, ya que «todos tenían barbijos y miraban constantemente el piso» para evitar exponer sus rostros ante las cámaras de seguridad. También analizó que solo uno de los cuatro participantes del robo había subido al avión, con el objetivo de «alivianar peso». El procurador comentó que el hecho continuará investigándose en la Justicia provincial, ya que «por ahora no hay elementos para la intervención federal». «Para que eso ocurra debería tratarse de un delito cometido adentro de una aeronave que está pisando suelo extranjero, pero nada de esto ocurrió», remarcó.
En tanto fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad del Chaco aseguran que aún no hay pedido alguno por parte de la Fiscalía interviniente de realizar algún tipo de gestión ante autoridades nacionales ni internacionales.
La primera vez
«Es la primera vez que ocurre un hecho de esta magnitud en la provincia», aseguró, sorprendido, el jefe de los fiscales en declaraciones a Radio Provincia. En ese marco, destacó que la aeronave cuenta con virtudes que le dan un valor cualitativo especial, como «la maniobrabilidad, el bajo paso, capacidad para volar a muy baja altura y más de cinco horas de autonomía (esto es, la distancia que puede recorrer con el tanque lleno de combustible)».
Se cree, además, que las personas que perpetraron el hurto llevaban nafta suficiente pare llegar a Carmen Rivero Torres, una población de Bolivia, con lo cual atravesaron parte de Argentina, Paraguay y Bolivia. «El piloto del avión, evidentemente, tiene las condiciones necesarias para guiar la nave, según lo expresado por el piloto habitual de la aeronave que es contratado regularmente por los empresarios que necesitan hacer distintos vuelos», comentó. Canteros indicó que «se supone que por todas estas características fue elegido este avión para el robo». A la vez, aseguró que el fiscal de la causa se hizo presente en el lugar desde el primer minuto y tomó las primeras medidas en el marco de la investigación de lo ocurrido el 25 de diciembre en el aeroclub.
En el lugar trabajó, además, el Gabinete Científico de la provincia, así como agentes de Criminalística y de Investigaciones Complejas. «El fiscal está en contacto permanente con la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y con funcionarios con autoridades aeronáuticas nacionales, con el objetivo primordial de recuperar la aeronave», explicó. El funcionario judicial detalló además que, según los registros, el avión partió desde el aeroclub a las 2.47 del domingo, mientras que los acusados del robo habían ingresado de las 0.40. El vuelo duró unas cinco horas, por lo que se estima que aterrizó en Bolivia pasadas las 7 o, al menos, a esa hora se le perdió el rastro. «Estamos prácticamente seguros que bajó en la zona de Bolivia, donde se pierde el rastro, que es montañosa y alberga a un pequeño pueblo», indicó.
Finalmente, Canteros aseguró que «se está haciendo todo lo posible, pero sabemos que se puede desactivar el GPS, cambiar la matrícula del avión y comenzar a usarlo con fines ilícitos». Y cerró: «A baja velocidad y a baja altura, hasta permite arrojar la carga sin necesidad de aterrizar».