Patricia Muñoz y Osvaldo Ramírez, enviados especiales
“Tenemos que ir a un debate constitucional para constituir una República democrática y federal”, una de las frases de la presentación de su nuevo libro Argentina merece más. Vitoreo de «Capitanich presidente» y momentos de un encendido discurso en el que ratificó que el Norte Grande merece otra mirada. Hizo un repaso de la historia, citó a grandes autores y de la democracia en donde los gobernantes deben hacer lo que el pueblo necesita. No se olvidó de la oposición ni de los medios de comunicación, los empresarios, la pandemia, la sequía, la guerra de Ucrania-Rusia y la pobreza.
A sala llena del Centro de Convenciones Gala, Jorge Capitanich presentó su libro “Argentina merece más”, en donde hace una propuesta de país con enfoque federal que acabe con el centralismo de la historia argentina, pasada y contemporánea. “Este libro tuvo un proceso extenso de reflexión, análisis e intercambio de datos con muchas personas que están involucradas en la vida social, política y económica de nuestro país”, comenzó el gobernador del Chaco. Y añadió: “Lo que proponemos es muy claro: ir a un debate para constituir una república democrática y federal, lo que implica un debate constitucional. Ya es tiempo de decirle no al centralismo». Su discurso fue largo, la gente escuchó y vitoreó Capitanich presidente por momentos y aplaudió de pie en varios tramos.
Su alocución continuó con un detalle de los ejes en los que se ordena “Argentina merece más”. El libro, en primer término hace un análisis del escenario internacional de acuerdo a tres vectores: primero, la insatisfacción democrática; segundo, la incidencia del cambio climático, agravado con conflictos bélicos de toda índole; y agudización de las desigualdades a nivel mundial y nacional. “Tenemos que practicar la libertad solidaria, ese equilibrio entre igualdad y libertad, con igualdad de oportunidades, con equidad social. Si no somos capaces de construir una democracia social (vector de desarrollo de un país), estamos en un orden social injusto. La verdadera democracia es aquella en donde los gobernantes hacen lo que el pueblo quiere y necesita; y no debemos olvidar que los jóvenes y las mujeres son quienes más sufren esta desigualdad”, explicó.
«La verdadera democracia es aquella en donde los gobernantes hacen lo que el pueblo quiere y necesita; y no debemos olvidar que los jóvenes y las mujeres son quienes más sufren esta desigualdad».
Jorge Capitanich
Respecto del segundo término, la incidencia del cambio climático y los conflictos bélicos, Capitanich dijo que “sabemos que aumentan los precios de los bienes naturales y agrícolas, se producen hambrunas y vivimos con inseguridad alimentaria. Las políticas públicas deben apuntar a combatir el cambio climático, proteger la biodiversidad y los recursos naturales. El problema del mundo es la disputa por la tierra para producir alimentos, la disputa por el agua para consumo humano y riego. Entonces me pregunto nosotros en América Latina qué rol podemos jugar con la riqueza natural que tenemos y cómo preservar la soberanía desde la protección de nuestros recursos”.
Para el tercer vector, el mandatario explicó que “las desigualdades son la regla: 2% de la población, tiene el 50% de la riqueza del mundo. La injusticia social es un vector de la comunidad internacional: eso hace imposible la convivencia. Tenemos que recuperar el sentido de grandeza de la patria y la democracia con líderes que emerjan de la voluntad popular y garanticen una política de derechos”.
El centralismo ensombrece al Norte Grande
Capitanich hizo un extenso raconto de la historia argentina y sus determinantes para que hoy el centralismo favorezca en todos los ámbitos de la vida social al centro del país. “Podemos pensar en un país que supere las restricciones de la política internacional actual y las de su historia nacional. Propongo un plan de gobierno integral, que combine tres factores fundamentales: primero, la constitución de una quinta república en lo político, de un régimen multi monetario con moneda digital de curso legal y obligatorio, amplio blanqueo y una estrategia para invertir las liquis emitidas en producción de bienes, servicios y obras de infraestructura que promueva empleo y mejore la logística integrada; y por último lograr desde lo social un enfoque multidimensional de la pobreza que propenda a generar infraestructura social básica, garantizar acceso de calidad a derechos y propiciar una política de ingresos, que con empleos de buena calidad con reducción y eliminación de la informalidad. Eso en línea con los objetivos de desarrollo sostenible más una estrategia que combine inversión en infraestructura y derechos”, comentó.
El gobernador chaqueño enfatizó que “el Norte Grande le dice hoy a Argentina que no se puede seguir aguantando el centralismo porteño que exprime y restringe al resto del país, que promueve la cultura financiera por sobre la cultura de la producción. Nos preguntamos por qué no pensamos la capital del país en otro punto del territorio nacional; por qué no pensar una Corte Suprema Federal con perspectiva de género y que no se deje presionar por la presión corporativa; por qué no pensamos reformas profundas en los códigos procesales Penales, Comerciales; por qué no pensar un nuevo diseño de las instituciones, con funciones delimitadas con fuertes procesos de participación social y ciudadana; por qué no cambiar los mandatos vitalicios de los jueces del Superior Tribunal de Justicia”.
Capitanich finalizó su discurso diciendo: “Queremos un pueblo que pueda vivir en una democracia pluralista. El plan para el desarrollo de Argentina tiene que ser multidimensional y debe tener como eje la garantía de derechos para el pueblo para terminar con las desigualdades indignas que se ejercen con máxima violencia. Debemos trabajar por una organización institucional que instale la quinta república, con alto consenso ciudadano”.
