El gobernador electo Leandro Zorro Zdero conversó en Canal 13 con Equipo de Noticias en una extensa charla que pasó por varios temas entre los que incluyó al escenario correntino. Ponderó su amistad con Gustavo Valdés.
Remarcó «la experiencia Corrientes», la cual aseguró que buscará llevarla para su gestión. Y reconoció que apoyará al actual mandatario correntino cuando vaya por la conducción nacional de la UCR.
No se olvidó de ahondar en varias cuestiones de su territorio, con el presupuesto 2024 por venir, así como el «apriete» de un piquetero, entre otros temas latentes en la vecina provincia.
Así se desarrolló parte de la conversación.
-¿Lo sorprendió que se defina el domingo pasado la elección, esperaba una segunda vuelta?
-Teníamos entusiasmo de parte de los chaqueños, veníamos recorriendo la provincia de punta a punta. Sentíamos el afecto de la gente. Siempre estuvo la duda de si llegábamos o no a ese 45 más uno por ciento que se necesita, pero entendíamos que íbamos a capitalizar ese 42% sólido que teníamos con las PASO y hemos trabajado muy fuerte en todo este proceso electoral en el que hemos advertido también que había un sistema de polarización en el cual capitalizábamos la oportunidad de cambio en la provincia.
Aparte porque fuimos con propuestas muy concretas ante un hartazgo de la gente de un gobierno que miraba para el costado, que no le daba respuesta. Lo cierto fue que el último tramo sí advertimos que se podía inferir algún achicamiento de esa diferencia producto de realmente el estado obsceno, de los recursos del Estado dispuesto para la campaña electoral.
-Habló del hartazgo, pero también pudo mostrar una alternativa, porque si fuese bajo el concepto del hartazgo hubiese figurado la alternativa de Milei.
-No, claro, por eso digo que nos hemos convertido en una alternativa con propuestas concretas. Hemos planteado las cosas que queríamos hacer en el Chaco. Y estaba por ver qué es lo que opinaban los chaqueños frente al carnaval y a la obscenidad de recursos del Estado puesto de manifiesto en las últimas semanas.
-Más allá de lo que uno observaba de la gestión de Capitanich, hay que rescatar que tempranamente reconoció la derrota y lo ha llamado. ¿En qué términos conversaron?
-Pasadas las 22 aproximadamente, me envió un mensaje, tomamos comunicación, ya los datos eran irreversibles. Veníamos pidiendo hace un tiempo atrás, inclusive lo he hecho en el debate, la necesidad de que marcáramos una agenda en la política, una puesta de acuerdo en una transición ordenada, y me planteó que no solamente reconocía que habíamos ganado las elecciones, sino que también iba a convocar a esa especie de transición que queríamos formalizar.
Nos comunicamos el martes, y hemos establecido una comunicación presencial de 20 minutos junto a la vicegobernadora Analía Rach Quiroga y en esta semana seguramente Silvana Schneider, quien es la electa, se juntarán a efectos de que podamos tener información frente a algunas situaciones que nos preocupan.
-Fue la primera vez que tomaron contacto después del proceso electoral, y después de muchas cosas que se dijeron ¿Cómo fue ese encuentro?
-Fue tranquilo, fue ameno.
-¿Pero había «tiranteo»?
-No, para nada, creo que estas cosas deben asumirse.
-Es decir, que para usted terminó el proceso electoral, y de ahí empezó una realidad diferente.
-Pero por supuesto, a mí me han encontrado siempre la predisposición, inclusive en la Legislatura he planteado proyectos que iban a ayudar, por ejemplo, al sistema sanitario provincial, siempre tuve voluntad de colaborar.
Esta charla de 20 minutos hemos charlado también sobre la predisposición de que tiene que ingresar en diciembre el presupuesto 2024, que es necesario que lo presenten. Vamos a tener que discutir en la Legislatura, a efectos de que se adapte a la ley que vamos a presentar.
-¿Cree que hay una intención de que el camino hacia el 10 de diciembre esté sembrado, como dicen algunos, de bombas?
-Ya vivimos una campaña de miedo y la verdad que las hemos sorteado porque la gente sabe que venimos a hacer bien las cosas, y las cosas que están bien las queremos continuar, las cosas que están mal corregir, y las cosas que no se hicieron hay que hacerlas.
Realmente me preocupa que se paralicen obras porque eso sí que no habla bien.
-Los empresarios paralizaron la obra porque el gobierno actual no les paga, porque sospechan que podrían no pagarle, o porque recibieron una instrucción de paralizar la obra.
-Es lo que queremos saber. Y, por otro lado, me parece que hay una advertencia, hay deudas que la misma provincia generó con algunas empresas. La preocupación es si el presupuesto estaba garantizado, porque uno no puede paralizar la obra, institucionalmente la tenemos que terminar.
-¿Pero será que ese recurso se usó para otra cosa y ahora no está?
-Vamos a exigir no solamente la transparencia frente a la transición ordenada, sino también las auditorías las tenemos que hacer.
-¿Va a impulsar denuncias penales si es necesario?
-Queremos auditar y en base a eso poder avanzar.
-Habrá escuchado seguramente lo que planteó Tito López, que antes del 10 de diciembre los tiene que recibir para resolver qué van a hacer en Navidad y cuánto tiempo le daban antes de salir a las calles ¿Usted cómo lo tomó?
-Como un apriete y una amenaza. El bloque de Diputado ha hecho una denuncia penal respecto a este tema. Creo que estas cosas hay que poner blanco sobre negro, hay que realmente atender qué es lo que dijo la ciudadanía el pasado domingo.
-No lo va a atender en estas condiciones.
-Soy un hombre de diálogo. Frente a las presiones y a las organizaciones, yo no avanzo. Siempre en el marco del diálogo vamos a conversar con todos. Lo que hay que entender es que el Estado va a atender a la gente. Hay gente que trabaja en la vulnerabilidad, vamos a trabajar con esas organizaciones.
Quiero un Estado participativo. Lo que no podemos hacer es que el Estado se retire de atender. Es lo mismo que pasa con la seguridad. Cuando el Estado se retira, la delincuencia toma el poder de las calles.
-¿Qué rol jugó Valdés? Lo hemos visto cuando se conoció el triunfo en un efusivo encuentro.
-Yo soy amigo de Gustavo hace muchísimo tiempo, de épocas de juventud, militamos juntos. Hemos, más allá de la amistad, encarado también un proceso político que era para unirnos y luchar juntos en Buenos Aires para conseguir obras que realmente ayuden a la región.
Tengo excelente relación también con Maxi Pullaro, el gobernador electo de Santa Fe y de tantos otros. Pero por la cercanía, la experiencia de Valdés, la experiencia Corrientes, es importante frente por ejemplo a la posibilidad de la resolución de la oportunidad del trabajo de emprendimientos productivos, cosa que en el Chaco no se da. Entonces, yo vine a ver esa experiencia y la quiero llevar allá.
-¿Van por la conducción de la UCR nacional en diciembre?
-La verdad que tengo una tarea titánica por delante, difícil.
-Estaba viendo, pero me cuesta creer que ya a esta altura los dirigentes no estén hablando. Pero recién habló de Valdés.
-¿Que si voy a acompañar a Gustavo? Pero ni lo duden, lo voy a acompañar.
-Usted también habló de Valdés y el comunicador Julio Wajcman dejó entrever que en los pasillos políticos del Chaco se dice que Valdés le ofreció funcionarios.
-Pero Julio también dijo algo, y yo también lo vuelvo a decir: no me subestimen.
-Le estoy preguntando simplemente.
-Primero, porque vengo de una tarea titánica que era salir adelante en las PASO. Después poder avanzar en el escenario nacional, en el escenario provincial, que también era una tarea titánica frente a quien tenía al poder nacional y quien hasta nos subestimaba por la posibilidad de competir la Gobernación.
Yo tengo claro qué quieren los chaqueños. No voy a subestimar tampoco a los chaqueños. Tenemos chaqueños y chaqueñas probos para poder solucionar los problemas. Vengo de Buenos Aires y he charlado con gente muy preparada en experiencias y lo voy a hacer con todos los que quieran colaborar en el Chaco, pero somos los chaqueños los que vamos a gobernar el Chaco.