Tras darse a conocer los nuevos datos de la inflación de septiembre, que arrojó 12,7%, según el último relevamiento del Indec, La Voz del Chaco consultó con Miguel Simons, referente de la Cámara de Supermercadistas del Chaco, para conocer de qué manera impacta en la actividad, ligada estrechamente al consumo de primera necesidad. «Por supuesto que afecta de forma directa, porque las empresas van ajustando los precios de acuerdo a la previsión de aumento. 12,7% es una inflación del Indec, promediada entre cierta cantidad de artículos. Si vamos a la realidad de lo que la gente compra en los supermercados, la inflación fue mayor», sostuvo en primera medida. Y continuó fundamentando: «Indec evalúa varios productos, no solamente comestibles, también lo hace de vestimenta, lo hace de otras cosas, pero la realidad es que los precios en sí algunos aumentaron muchísimo más que la inflación, y quizás algunos un poco menos, pero es un índice general», describió. Tras esta explicación, Simons consideró que «que en el Chaco fue un poco superior».
Al momento de señalar los productos que mayores aumentos sufrieron, el referente supermercadista enumeró: «La mayoría se ve afectada, por supuesto, pero lo que más aumentó fueron algunas verduras, azúcar, aceite, los farináceos, los lácteos, bebidas también aumentó mucho, azúcar».
Asimismo, como efecto directo de esta situación, Simons explicó que se registran faltantes de productos: «Hay empresas que han suspendido la venta, no son la mayoría, pero muchas han suspendido la venta, otras han reducido a cero el plazo de pago, cosa que es una forma indirecta también de limitar las compras, porque si yo tengo un plazo para pagar de quince días, puedo comprar cien cajas, pero si tengo que pagarlo al contado, compro diez, o sea que es una forma de limitar también los volúmenes de venta», describió. Y a modo de ejemplo precisó: «Hoy, salvo algunas excepciones, el plazo más largo para pagar son siete días y para las grandes cadenas serán quince. Hoy las empresas tienen que hacer el dinero rápidamente para tratar de convertirlo en dólares y seguir operando», indicó.
En este escenario, el empresario sostuvo que «estamos en serias dificultades porque el mayor problema para la comercialización es la merma de la venta. Nosotros normalmente tenemos dos días al año en que las ventas son buenas, el Día de la Madre y Navidad. Justamente por el Día de la Madre se movió mucha gente, pero gastó muy poco, y la mayoría de los que gastaron fue hacia vestimenta u otro insumo de comestible, lo hicieron en las grandes cadenas por la oferta y el uso de la tarjeta, pero en los supermercados de proximidad, en los supermercados primeros, se notó muy poco el Día de la Madre», comentó.
En cuanto a la forma de pago Simons aseguró que lo que más se utiliza es la tarjeta, «y más que en tarjeta de débito, para obtener el reintegro del IVA, que no es una gran panacea, pero bueno, algo es algo, pero el mayor volumen de gente se vio en las cadenas de supermercados, en los supermercados mayoristas, y en las compras de regalos; según algunos colegas hubo mucho movimiento, pero poco gasto», afirmó.
incertidumbre
A todo lo descripto, añadió además la incertidumbre que generan las elecciones presidenciales. «Nadie sabe porque, lamentablemente, todos dicen que tienen la solución, pero nadie manifiesta cómo. Entonces estamos todos en la duda de que alguno tenga la capacidad para poder salir de esta situación, que no es fácil», reconoció. «Lo que puede ser es que también se está prolongando mucho la situación, porque acá todavía tenemos una semana más para las elecciones. Si en las elecciones hay segunda vuelta, tenemos un mes más, y después tenemos que esperar hasta diciembre para qué hace el nuevo gobierno, y todo eso es mucho tiempo para una economía que está desmoronada. De alguna manera deberían haberse acortado los tiempos y dejar de mantener esta incertidumbre», opinó. «Como decía, no tenemos tampoco claro cuál va a ser la forma en que estos candidatos piensan salir de esta situación. Uno dice que va a derrotar la inflación, el otro dice que va a dolarizar y qué se yo, y el otro dice que va a hacer una monetización. Pero todas las palabras son muy fáciles, y ya lo han hecho. Creo que nadie dice la realidad, la verdad, porque si no van a perder votos», continuó su análisis político.
Precarización forzada
Simons señaló cómo influye la situación en relación a la fuente laboral: «Suma precarización, porque incorporar personal ni hablar. El que se tiene, se tiene, el que se va, se va, y si se toma uno, lo que produce este tipo de situaciones es una precarización. Porque el que quiere tomar empleado, lo va a tomar en negro, porque el tomarlo en blanco es imposible», reconoció. «Imagínense que hay que pagar el bono de $60 mil, que el Gobierno ha obligado a pagar. Eso viene en el recibo de sueldo, o sea que si usted no lo paga viene un juicio laboral después, no se puede decir no lo pago, salvo que le haga firmar al empleado que le pagó y no le pagó, que no es una práctica correcta, pero a un pequeño comerciante con cinco o seis empleados, le representa un montón de dinero, aparte de lo que ya tiene que pagar de aporte y sueldo, ni hablar», dimensionó.
sin posibilidad
de Stock
El referente indicó otra consecuencia de la constante inflación: «Se remarcan los precios constantemente, porque cada operación de compra significa cambiar el precio, de lo que sea, de limpieza, de comestibles. Hay que estar permanentemente pidiendo listas de precios para actualizarse. Aparte que es un trabajo extra que tenemos constantemente», detalló.
Al mismo tiempo añadió otra dificultad que enfrentan: «Es muy difícil estoquear, hay que tener un montón de dinero, porque las empresas no tienen plazo, hay que pagarlo muy cortito, y el stock no evoluciona como los días, si yo pago a quince o veinte días tengo tiempo de evolucionar con mi stock, pero si tengo que pagarlo al contado, o a siete días como máximo, no tengo tiempo, entonces tengo que reducir la venta», describió.
Sin embargo, recordó que también deben afrontar obligaciones y, a modo de ejemplo, enumeró: «La luz son $100 mil, el agua son $25 mil, hay que pagar los aportes, hay que pagar los seguros, hay que pagar la ART, hay que pagar todo, hay que pagar los sueldos, y también tiene que vivir el comerciante, tiene que pagar al contador, hay gastos, tiene familia, pagar la escuela, la obra social, que generalmente es privada, así que hay que vender porque hay que generar», destacó.
» En vías de extinción
Simons aseguró que la actividad dejó de ser rentable, como otra consecuencia directa de la debacle económica: «Cuando la gente quiere invertir, piensa en departamentos, piensa en dólares, piensa en acciones, piensa en lo que sea, pero nadie piensa en poner un supermercado. Es un canal que va a desaparecer con el tiempo, todo se va a convertir en tiendas de proximidad y concentradas en pocas empresas», anticipó y aclaró: «Aunque en la Argentina todavía no está sucediendo, o si sucede, sucede muy poquitito, porque la situación económica es un desastre, pero si usted lee un poquito lo que pasa en Colombia, en Perú, en Brasil, en Chile, en el mundo, en España, en Francia, en Alemania, hay pocas empresas que tienen 100, 150, 200 tiendas de proximidad, y eso es lo que se va imponiendo. Una pequeña superficie, bien surtida y eficiente. Todos los supermercados, como lo vemos acá en la Argentina, van a desaparecer», aventuró nuevamente. Y aclaró: «Por supuesto que aquí va a pasar mucho más tiempo porque la situación es muy mala».
Y para mayor información, comentó: «Hay supermercados orientales que han venido en su momento de la mano de Néstor Kirchner, que están cerrando o que están a la orilla del abismo, igual que nosotros. Hoy usted ingresa a un supermercado chino, hay muy poca gente dentro, muy poco personal, la familia es la que está trabajando, el supermercadismo está, digamos, cambiando totalmente», describió y explicó: «Es más fácil de manejar y menos costoso una tienda de proximidad de un supermercado. Y los vemos, aquí han florecido, han mutado a 24 horas, que ya son pequeños minimercados, no son quioscos ni nada por el estilo, son minimercados», finalizó.