Con informes de consultoras y organismos de comercio que dan cuenta de una estrepitosa caída del consumo en estos últimos meses, llegó la Semana Santa y su Pascua.
La fecha que representaba para el sector comercial oportunidades de venta porque trae consigo una canasta propia, conformada por pescados, huevos de chocolates y roscas, pasa prácticamente desapercibida en las góndolas, ya que a excepción de las grandes cadenas, los pequeños comercios de proximidad no asumieron el riesgo de adquirir stock con una demanda tan depreciada.
Así lo explicó el referente de la Cámara de Supermercados de la provincia, Miguel Simons, en contacto con LA VOZ DEL CHACO.
En referencia a los huevos de chocolates, sin dudas uno de los principales productos de la época, el empresario señaló: «Los valores en sí, de toda la chocolatería, realmente se ha disparado porque, por sí, el cacao a nivel internacional aumentó muchísimo, y como aumentó en dólares, por supuesto, eso se refleja por el costo en el mercado local.
De todas maneras, es muy, pero muy, muy poco, salvo las grandes cadenas, los que tienen stock de chocolatería para Pascua.
Inclusive las grandes cadenas han adquirido más el tamaño mediano y grande que los pequeños tamaños, porque, realmente, a la gran mayoría de la población, va a ser dificultoso comprar hasta los huevos de chocolate de pequeño tamaño».
«Así que la particularidad que vi es que lo que más se adquirieron fueron los tamaños medios y grandes, pero en los supermercados de proximidad difícilmente se encuentra ese tipo de producto», reconoció.
«Por lo menos, con los colegas que he hablado, la mayoría fue muy cuidadosa de las compras en lo que se refiere al huevo de chocolate», dijo.
Según un relevamiento de la consulta Focus Market el huevo de Pascuas de menor tamaño (17g) tuvo un aumento del 375% interanual pasando de $120 a $570 en un año. Mientras que los de 55 gr incrementaron un 200% su valor pasando de $1.845 a $5.999.
En cuanto al resto de los productos, el referente del sector aseguró: «Nadie se interesó. El pescado comenzó a subir, el que puede comer bien».
Y detalló: «De por sí ya veníamos con mucha dificultad para vender todo lo que es atún, caballa, sardina, inclusive harina de maíz que se vendía bastante, para la sopa paraguaya y todo eso, prácticamente la venta es mínima. Así que nadie se atrevió a stockear ese tipo de productos».
Como la tradición católica lo indica, en Semana Santa se practica la abstinencia de carnes rojas, por lo que se convirtió en una tradición argentina el consumo de pescado. La consultora Focus Market en su relevamiento registró aumentos de hasta el 404% en el kilo de calamar que pasó de costar de un año al otro $1.390 a $6.999; 240% en el kilo de milanesa de pescado que pasó de $2.650 a $8.999 y 196% en el kilo de filet de merluza que se fue de $1.690 a $4.999.
Finalmente, otro de los tradicionales productos de la Semana Santa es la rosca de Pascua. Esta tradicional receta, decorado con frutas confitadas y similar al pan dulce, representa un hábito de los argentinos transmitido de generación en generación que simboliza la comunidad y la esperanza.
El informe de Focus Market, elaborado para Blog Educación Financiera Naranja X, señaló que la rosca artesanal de 1 kilo alcanza los $8 mil en las panaderías, lo que representa un aumento del 264%.
Por su parte, la rosca casera de 500 gramos tuvo un incremento del 233%, mientras que la rosca industrial de supermercados y de pack cerrado sufrió el menor índice de suba de precios, llegando a los 229%.
En la tradicional confitería San José de Resistencia este panificado se vende por $6 mil.
baja de consumo
En un orden más general, al analizar la coyuntura actual del sector, Simons detalló: «En las cadenas de proximidad, en las cadenas de los supermercados pymes de origen nacional, chino o paraguayo, lo que sea, están muy mal, más que mal, muy mal.
La caída de ventas es muy importante, la gente da mucha vuelta para llevar los productos, llevar lo necesario. Y las grandes cadenas, los supermercados mayoristas son los que están absorbiendo el poco volumen de venta de la gente que todavía tiene algún poder adquisitivo para consumir».
Al tiempo que añadió: «Entre febrero y marzo se llegó a lo que se piensa un piso de la caída de ventas, lo cual, digamos, se sumó al comienzo del año escolar, pero para abril y mayo tenemos la repercusión o el rebote de la suba de tasas y costos de estructura, de mantenimiento.
Así que yo pienso que si hay algún tipo de resultado de bajante de la inflación es por caída de ventas y por falta de consumo, falta mucho todavía, porque hoy no se puede discernir entre qué es la oferta o qué es realidad y bajante de precio o todo presionado por la caída de venta».
Tras lo cual ratificó: «No hay ningún motivo para pensar de que la inflación baja porque los datos de la macro, de la microeconomía han mejorado.
La presión impositiva sigue igual, el aumento de servicios sigue igual, el dólar se inflacionó, porque si un producto costaba por pesos en dólares, pero el dólar era de $950 y ahora de $1030, ahí está la inflación en dólares que es recurrente en el país. Porque si yo hice costos sobre 950 y vendía a $10 un producto, pero ahora me cuesta $1.030, el mismo dólar, ese producto ya no puedo vender a $10, tengo que vender a $12».
Por otra parte, Simons destacó que «las noticias a nivel empresarial no son buenas. Procter & Gamble vendió su unidad Ariel Magistral y está pensando qué hacer con el resto de sus marcas y está entre irse y venderla o quedarse.
Hace unos tres o cuatro días hemos leído la noticia de que Clorox, una importantísima empresa de fábrica de tecnología línea Ayudín, que es lo más conocido, vendió su paquete accionario completo a una firma que son fondos de inversión, que no es lo mismo que Clorox, que es una empresa tradicional con fondos de inversión que son todos números.
Sabemos cómo trabaja el fondo de inversión. Y también empezamos a observar el aumento de cantidad de empresas, de grandes cadenas que están multiplicando sus cadenas exprés. Eso va a significar el cierre de los pequeños supermercados, de las proximidades, de los supermercados».
Por esto aseguró que es «muy difícil para supermercados pymes, nacional, del origen que usted quiera, ya hay algunos supermercados chinos que han levantado sus persianas, ha cerrado sus persianas y algunos que están dudando en seguir.
No me refiero, por ejemplo, al caso nuestro, supermercados muy grandes que están en un canal superior a supermercados pymes o a supermercados de proximidad. Hay una diferencia que las están peleando no sé hasta cuándo, pero las están peleando».
«En ese sentido porque como supermercados como Vital, Cheek, Libertad, Carrefour, inclusive ahora, Vea, venden por mayor directo al público, no nos queda margen para trabajar», finalizó.