Las Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala) presentaron el nuevo informe de femicidios del observatorio Mujeres, Disidencias, Derechos, el cual reveló que en lo que va del año ocurrieron 62 femicidios, es decir 1 cada 35 horas. De las cuales cuatro corresponden a la provincia.
Paula Ojeda, coordinadora de Mumala Chaco, señaló que «la violencia hacia las mujeres no para y sin políticas de Estado la situación es grave y urgente, más si tenemos en cuenta que desde el 1 de enero hasta el 29 de marzo ocurrieron 129 intentos, lo que podría significar un femicidio cada once horas».
La referente en esta línea resaltó que «la situación que denunciamos es crítica y urgente, sobre todo ante un gobierno que no tiene sensibilidad social y principalmente niega la existencia de la violencia por motivos de género».
Desde la organización remarcaron que la contienda iniciada por el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel contra las mujeres y disidencias pone de manifiesto que no habrá políticas conducentes para erradicar la violencia y frenar los femicidios.
Por su parte, Victoria Aguirre, vocera nacional, expresó que «se vienen momentos muy difíciles en los que serán necesarios los espacios colectivos. Estamos organizando una campaña de cara a la urgencia más grande que tenemos que es el hambre».
También agregó que «hoy muchas mujeres no pueden acceder a un plato de comida y esta es la situación más crítica y que no podemos permitir que siga pasando. Convocamos a quienes puedan a acercarse a nuestros locales o puestos en plazas a firmar la petición para congelar el precio de los artículos de la canasta básica y quienes puedan acerquen un alimento no perecedero para ser entregado a los lugares donde hoy la gente se junta a comer».
Para finalizar, Aguirre destacó: «A la motosierra seguiremos poniendo resistencia porque no queremos un país que nos niegue los derechos que supimos conseguir al calor de las luchas históricas».
«Repudiamos las medidas tomadas en estas últimas horas críticas, con 70 mil despidos anunciados, y alertamos nuevamente que las crisis económicas se traducen en violencias físicas y psicológicas en los núcleos familiares y teniendo presente que el vínculo entre víctima y femicida es estrecho (55% parejas o ex) y un 67% de los femicidios ocurre en vivienda muchas veces compartida».
Sobre el registro
El informe revela las formas más extremas de violencia de género ocurridas desde el 1 de enero al 29 de marzo de 2024 en todo el territorio argentino. Producido a partir del análisis y monitoreo de medios digitales y gráficos de todo el país, buscadores, sistema de alertas, seguimiento de organizaciones, portales especializados en género, feminismo, DDHH y policiales/forense. Se analizan y enumeran femicidios, femicidios vinculados, trans-travesticidios, lesbicidios, femicidios por narcotráfico y economías delictivas, suicidios feminicidas, femicidios en grado de tentativa así como las muertes violentas de mujeres que están en proceso de investigación y otras muertes violentas asociadas al género.
Se utilizan las categorías de trans-travesticidios y lesbicidios a los fines de visibilizar y jerarquizar las especificidades de las violencias que padece esa comunidad en particular.
«Los feminicidios por narcotráfico y economías delictivas, tienen que ver con el fenómeno devastador que venimos alertando, frecuente en la región y creciente en nuestro país, de homicidios de mujeres, adolescentes, niñas, travestis-trans y lesbianas, por su vinculación a actividades delictivas, por relaciones familiares/afectivas con actores criminales, ajustes de cuenta, venganzas o por el simple hecho de vivir en territorios donde operan los grupos criminales. Y que ya posee un marco estadístico recomendado por los organismos internacionales».
Los datos aportados
El informe revela que el 55% de los femicidios fue cometido por parejas o ex. El 6% de los femicidios fue cometido por hombres conocidos por la víctima. El 20% por familiares directos de la víctima. El 9% por familiares no directos de la víctima. El 7% fue cometido por hombres desconocidos.
También se determinó que la edad promedio de las víctimas es de 36 años.
En la modalidad del asesinato el arma blanca se presenta en el 38% de los casos, el 26% de las mujeres víctimas fueron asesinadas con arma de fuego. Asimismo, el 13% de las víctimas fueron asesinadas a golpes. El 10% de las mujeres víctimas fueron asfixiadas y el 4% quemadas.
Asimismo, en el 7% de los casos se utilizó algún mecanismo para deshacerse del cadáver u ocultarlo (en estos casos: desechada a basurales, en cámaras sépticas, incineradas).
Otro dato relevante es que el 15% de mujeres víctimas de femicidios había denunciado a su agresor. De ese universo que contaba con denuncia el 34% tenía orden de restricción de contacto o perimetral y el 12% además botón antipánico y ninguna contaba con dispositivo dual, pulsera.
El lugar físico y horario de los femicidios afirman que el domicilio sigue siendo el lugar más inseguro para las mujeres: el 67% de los femicidios fueron cometidos en la vivienda de la víctima o en la vivienda compartida. El 11% en la vía pública. El 4% en la vivienda del victimario. El 7% de los femicidios fue en descampados y el 5% de los femicidios fueron en propiedades privadas.
La mayor frecuencia de los femicidios se dio en horario de la madrugada (30%), siendo un 20% las situaciones a las que no tuvieron acceso a esta información.
La edad promedio de los victimarios es de 36 años. En el 12% de los casos el femicida asesinó a una tercera persona, ya sea porque quedó en el medio del hecho violento (femicidio vinculado por interposición) o para ocasionar un daño irreparable y culpa a estas mujeres (femicidio vinculado).
El 13,5% de los femicidas se suicidó y el 7% lo intentó. El 12% de los femicidas tenía antecedentes penales de violencia de género. En el 8,5% de los casos abusaron sexualmente a la víctima.
En el 8,5% de los casos la víctima estuvo desaparecida, mientras que 55% de las víctimas tenía hijos e hijas. 72 niñas, niños y adolescentes se quedaron sin madres. El 38,5% convivía con su agresor.