Mientras que el caso Loan sigue conmocionando al país, el hecho encendió las alarmas sobre los mecanismos que se activan ante la desaparición de un menor. Ante esto Radio Unne dialogó con Laura Victoria Bonhôte, abogada especializada en infancia y adolescencia, sobre el procedimiento de activación del sistema federal de búsqueda de menores de edad.
La especialista remarcó la importancia del involucramiento de la ciudadanía y brindó detalles de cómo puede mejorarse la eficacia de su implementación en la Argentina.
«Una de las principales cuestiones que tenemos que tratar de visibilizar es cómo activarla. Es clave que la ciudadanía entienda que los tiempos de denuncia son importantísimos. Es un mito que hay que esperar 24 horas para poder formular la desaparición de una persona. Cualquier situación de extravío o desaparición tiene que ser inmediatamente informado», aseguró la letrada.
Bonhôte indicó que las denuncias pueden realizarse ante diferentes organismos, como ser comisarías, fiscalías y juzgados. Además, precisó que también se puede realizar una denuncia telefónica a través de la línea 134 que funciona bajo la órbita del Ministerio de Seguridad de Nación y recibe alertas anónimas. De esta manera, se abre camino la implementación del Alerta Sofía.
Esta es la denominación que recibe un sistema de alerta de emergencia de carácter federal. Este coordina la inmediata búsqueda y localización de niños y adolescentes desaparecidos cuyas vidas se consideren en alto riesgo inminente. Además, funciona como parte del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas.
Una vez activada la Alerta Sofía, se inicia un trabajo articulado entre las entidades del sector público y el sector privado, los medios de comunicación y la sociedad civil. Especialmente, implica la difusión masiva y orientada del caso, a través de afiches específicos, medios de comunicación, redes sociales, telefonía celular, dispositivos de las fuerzas federales, entre otros.
Bonhôte precisó que cualquier ciudadano o ciudadana, independientemente del vínculo con el menor, puede realizar una denuncia de este tipo, por primar el interés superior del niño o niña. Además, también se trata de una articulación prevista en la Ley Nacional 26061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
Sin embargo, la abogada especificó que para la activación del Alerta Sofía debe haber en curso una investigación penal que verifique que la desaparición se vincula con una privación ilegítima de la libertad y/o que haya descartado hipótesis alternativas para localizar de manera inmediata a la niña, niño o adolescente.
Sistema
En este sentido, Bonhôte instó a la reflexión sobre cómo mejorar la eficacia y los mecanismos de búsqueda de menores y relató experiencias de otros países en donde la instancia judicial no es condicionante para la puesta en funcionamiento de la herramienta de difusión masiva de las imágenes del niño o niña.
«Es necesario avanzar en la desjudicialización de ciertas instancias, así como en la capacitación para los organismos receptores de denuncias, de modo de que el sistema de alertas sea más ágil. El aval de una autoridad judicial muchas veces tiene demoras en las horas más claves», señaló Bonhôte.
«La problemática que tenemos es la cantidad de organismos que intervienen. Esto involucra los tiempos administrativos y judiciales de diferentes entidades. Si bien es invaluable como herramienta, y así lo comprueban las estadísticas de nuestro país sobre su eficacia, lo que vemos es que la articulación de tantos organismos a veces deviene en demoras burocráticas», sostuvo.
Según se indica en la base de datos del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas, hay siete niños y niñas menores de seis años desaparecidos o extraviados en todo el país.
Por otra parte, en el listado de Missing Children Argentina figuran 115 niños, niñas y adolescentes que aún siguen desaparecidos y al menos 40 de ellos ya superaron la mayoría de edad.
«Uno de los problemas que tenemos es que muchas veces escuchamos situaciones de niños, niñas y adolescentes que han formulado denuncias no de desaparición, sino de maltrato, y se han encontrado con trabas y no se les recepta la posibilidad de denunciar.
Es importante que se articulen los programas nacionales con los organismos de protección provinciales, que pueden tener o cruzar información, ya que muchas desapariciones se dan en contexto de maltrato o violencia intrafamiliar», expresó Bonhôte.
La Unne lanza un proyecto de tutorías para niños en situación vulnerable
La Universidad Nacional del Nordeste (Unne) pone en marcha un nuevo proyecto de extensión universitaria denominado «Acompañamiento de trayectorias en territorio», recientemente aprobado por la Secretaría de Políticas Universitarias. Este programa busca brindar apoyo educativo a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad en Corrientes.
La implementación del proyecto comenzó con una reunión de coordinación entre la doctora Viviana Bercheñi, subsecretaria general de Extensión Universitaria de la Unne, y el licenciado Manuel Santamaría, director de Desarrollo de Niñez e Infancia del Ministerio de Desarrollo Social de Corrientes.
Durante este encuentro, se delineó el plan de acción para realizar un relevamiento y diagnóstico en cuatro Centros de Desarrollo Infantil (CDI) de la ciudad.
El objetivo de esta evaluación es determinar las necesidades específicas en las áreas de Ciencias Básicas que los niños y niñas de diferentes edades requieren. De esa reunión también participaron la directora del proyecto, profesora Marta Meza y la subsecretaria de Asuntos Académicos de la Unne, profesora Alejandra Hernando.
El proyecto tiene como finalidad principal el desarrollo de tutorías en contenidos relacionados con disciplinas básicas de matemáticas y lengua. Estas clases de apoyo se llevarán adelante de manera presencial, los martes y jueves, hasta finalizar el año.
La iniciativa está dirigida a aproximadamente 200 niños, niñas y adolescentes, cuyas edades oscilan entre los 6 y 16 años, que asisten a cuatro centros promotores de derechos, ubicados en barrios de alta vulnerabilidad sociosanitaria de Corrientes.
Los centros beneficiados por este proyecto son: CPD Corazón de Niño en Villa Juan de Vera, CPD 2 en Barrio Anahí, CPD 10 Jorge Miérez en barrio Esperanza, y CPD Semillitas en barrio San Francisco. La elección de estos centros responde a la necesidad de atender a poblaciones en situación de riesgo social y educativo.
Las tutorías estarán a cargo de 12 estudiantes universitarios provenientes de diversas carreras de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la Unne. Los tutores son alumnos de las carreras de Profesorado y Licenciatura en Biología, Profesorado y Licenciatura en Matemáticas, Profesorado en Física y Licenciatura en Sistemas de Información. Esta diversidad de perfiles académicos permitirá un abordaje integral de las necesidades educativas de los beneficiarios.
El equipo de docentes coordinadores está conformado por profesores de reconocida trayectoria: Alejandra Hernando, Marta Greati y Julián Vallejos, junto a la doctora Viviana Bercheñi. Estos profesionales supervisarán el trabajo de los estudiantes tutores, asegurando la calidad y pertinencia de las intervenciones educativas.
Un aspecto fundamental del proyecto es su contribución a la formación académica de los estudiantes universitarios que participan como tutores. Esta experiencia les brinda una oportunidad única de aplicar sus conocimientos en un contexto real, enfrentándose a desafíos educativos concretos en comunidades vulnerables. Los tutores deberán planificar cuidadosamente el desarrollo de contenidos y estrategias pedagógicas apropiadas para cada clase, lo que les permitirá desarrollar habilidades cruciales para su futuro profesional.
Además, el proyecto reconoce que el conocimiento científico y tecnológico siempre surge en un contexto determinado, respondiendo a problemáticas específicas.
En este sentido, la participación en las tutorías no solo será relevante desde lo metodológico, sino también desde lo vincular para los estudiantes universitarios involucrados. Esta experiencia les permitirá comprender cómo el conocimiento puede transformar los modos de observar y vivir la realidad, así como las formas de organización y regulación de las interrelaciones humanas.
El «Acompañamiento de trayectorias en territorio» busca abordar problemas críticos como el analfabetismo, el desgranamiento escolar, las deficiencias en el proceso de formación tanto en primaria como en secundaria, la incapacidad de comprensión de textos y la incomprensión de contenidos básicos en matemáticas y lengua.
A través de este enfoque integral, la Unne reafirma su compromiso con la comunidad, brindando herramientas educativas a quienes más las necesitan y, al mismo tiempo, enriqueciendo la formación de sus propios estudiantes mediante una valiosa experiencia de extensión universitaria.