El precio de los combustibles en la Argentina volverá a incrementarse a partir de mañana, registrando un alza promedio del 3% en las estaciones de servicio de todo el país. Este nuevo ajuste en los surtidores se da en un contexto de alta inflación y fuerte devaluación del peso, que han impulsado un aumento sostenido en el costo de los combustibles desde el inicio del año.
Desde que asumió Javier Milei, los combustibles escalaron 135%, por encima del 86% de inflación acumulada en ese mismo período.
Miguel De Paoli, representante de la Cámara de Expendedores de Combustibles del Chaco, comentó que este nuevo incremento no es sorprendente, dado que la tendencia de ajustes mensuales ya se ha consolidado a lo largo de 2024.
«Esto es un poco lo que estuvo pasando en los últimos ocho meses, en los que desde diciembre del año pasado, un litro de nafta superaba los $350, y hoy estamos arriba de los $1.100», explicó De Paoli a radio Natagalá.
contexto inflacionario
El aumento del 3% en los combustibles responde, en parte, a la devaluación mensual del peso argentino, que el Gobierno ha permitido en torno al 2%. A esto se sumó un incremento adicional del 1% autorizado por la Secretaría de Energía, en un intento por ajustar los precios en los surtidores sin aplicar plenamente la actualización de los Impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC).
No obstante, según De Paoli, «seguimos la marcha hacia adelante con el tema de seguir cargando impuestos a los combustibles», dijo.
El referente del sector destacó que el impacto de estos impuestos es significativo y que, a partir de enero de 2025, los consumidores tendrán una mayor conciencia de cuánto representan en el precio final del combustible. «Cada vez que piden un ticket, van a conocer exactamente cuál es la dosificación de impuestos que están pagando en esa compra», señaló.
De esta forma, hizo hincapié en que la elevada carga impositiva es uno de los factores que más inciden en el precio de los combustibles en la Argentina. Comparó la situación con la de países vecinos, como el Paraguay, donde la estructura fiscal es más competitiva, lo que se traduce en precios más bajos en las estaciones de servicio.
«Hoy es más barato ir a comprar combustible al Paraguay que comprarlo acá en Posadas», afirmó, destacando la paradoja que enfrenta la economía argentina.
La tendencia alcista en los precios de los combustibles parece no tener un final a corto plazo. De Paoli recordó que situaciones similares ya se han vivido en el país durante crisis económicas anteriores, como en 1989-1990 y 2001.
«Esto se llama estanflación, o sea, hay una situación económica de recesión con inflación», explicó, agregando que estos fenómenos han sido recurrentes en la historia económica de la Argentina.
El rol de Vaca Muerta
A pesar del contexto desafiante, De Paoli destacó el papel clave que Vaca Muerta, el yacimiento de hidrocarburos no convencionales, está jugando en el sector energético. «Hoy Vaca Muerta está teniendo un protagonismo energético realmente de dimensiones increíbles», comentó, subrayando que el país ha comenzado a exportar hidrocarburos a países limítrofes, lo que representa un cambio significativo y una fuente de ingresos importante para el país.
Sin embargo, fue cauteloso al proyectar una reducción en los precios de los combustibles a corto plazo, incluso con el crecimiento de la producción energética. «Lo que creo es que el combustible no va a bajar, lo que va a subir es la capacidad de compra de las personas», afirmó, indicando que el camino hacia precios más competitivos pasa por un aumento en la producción y la oferta, lo que eventualmente podría beneficiar a los consumidores.
En cuanto a la provisión de combustibles, aseguró que el suministro está garantizado, aunque reconoció una disminución en el consumo, debido a los altos precios. «Por otro lado, ha bajado el consumo», admitió, lo que ha contribuido a que no se registren problemas de abastecimiento en las estaciones de servicio.
El representante del sector también mencionó las oportunidades que la expansión de la industria energética puede traer a las provincias, incluido el Chaco.
«El Chaco está intentando sumarse al vagón del tren del Rigi, que eso puede también ser una oportunidad para todos nosotros», afirmó, sugiriendo que la región podría beneficiarse de la cadena de suministro de insumos necesarios para la industria minera y energética.
Expectativas
para el futuro
El ajuste de septiembre, aunque significativo, no será el último del año. De Paoli anticipó que la tendencia de aumentos mensuales en los combustibles continuará, reflejando la necesidad de corregir los desequilibrios fiscales y económicos que enfrenta el país.
«Esto no es que se va a detener ahora en septiembre», aseguró, indicando que los próximos meses seguirán marcados por ajustes en los precios de los combustibles.