Por Hugo Sager*
El 2 de septiembre de 1587 se producía la primera exportación de productos manufacturados en Tucumán, desde un embarcadero en el Riachuelo y con destino a Brasil, contraviniendo la Cédula Real que lo impedía. Y como todos los años, será motivo de recordación, también en nuestra provincia, continuando la sana costumbre de seguir mostrando la necesaria ampliación de nuestra base industrial.
Nuevamente en el Parque Industrial de Puerto Tirol, que se consolidó como tal, a partir de la vigencia de políticas públicas que potenciaron sus ventajas comparativas, iniciadas alla por 1988 cuando a través de un trabajo del CFI, propiciado por el gobierno provincial del Dr. Baroni era elegido como un lugar a fortalecer como futuro Polo Industrial.
Por su ubicación estratégica sobre la Ruta 16 (formando parte de uno de los Corredores Biocéanicos mas importantes), a escasos kilómetros de la ruta 11 que une Asunción con CABA, a minutos del Puerto de Barranqueras y del Aeropuerto Internacional de Resistencia y a minutos de la sede (en ese entonces) de 2 prestigiosas Universidades Nacionales (UNNE y UTN) y a cota 54 que garantizaba su NO INUNDABILIDAD, en terrenos del Ejido Municipal de Puerto Tirol, es que nació como colonia Agrícola con la llegada de la inmigración Italiana de 1878 pero creció consolidándose a partir de los primeras años del siglo XX a la par de la actividad industrial.
Pasaron muchos años, gobiernos y políticas económicas hasta que recién a partir del 2007, en un contexto propicio para la industrialización de la materia prima argentina, motivados por políticas públicas que recuperaron la Educación Técnica en la Argentina, que facilitaron el acceso al crédito público y estimularon obras trascendentes como la interconexión eléctrica de 500 Kwa para garantizar Energía estable y de calidad durante todo el año, políticas públicas de estímulo a los Parques Industriales; Leyes Nacionales y Provinciales que favorecieron la inversión en nuestro Parque, pudimos con optimismo pensar en vencer el NO SE PUEDE.
Nace así una etapa fructífera de recuperación industrial en el Chaco y consolidación del Parque Industrial de Puerto Tirol. Algo más de 30 industrias se instalaron, incluso fuera de los límites del mismo. El trabajo volvió a ser el Ordenador Social. La recuperación de la dignidad desde el esfuerzo cristalizado en empleo y salario.
Se creó y fortaleció la Escuela de Educación Técnica y sus alumnos comenzaron con las pasantías que les permitieron interactuar con el mundo del trabajo. Sus egresados fueron y son parte de las plantillas laborales y muchos de ellos eligieron a la Educación Universitaria como escalón superador. Se consolidó la formación profesional para la capacitación laboral.
Y se mejoró notablemente la infraestructura del Parque: asfalto, tratamiento de líquidos industriales y cloacales, red de gas natural, la llegada de la fibra óptica, la autovía sobre Ruta 16 favoreciendo el ingreso y egreso de materia prima y productos manufacturados, el Municipio encabezando cada demanda y adaptando su legislación.
En síntesis, un círculo virtuoso. No sin problemas, pero con convicción. Industriales, trabajadores, gremios y Estado en todos sus niveles, todos haciendo su aporte, permitieron superar contratiempos, incluso la dolorosa Pandemia.
Hoy, mas que nunca, debe profundizarse ese esquema que permitió avanzar, crecer, crear trabajo. Aún cuando desde el poder central tengan visiones totalmente contrapuestas que limitan el consumo interno, aumenta el costo energético, estimula la importación sin límites, elevemos desde el Chaco nuestra voz, para que el esfuerzo realizado en estos últimos 20 años valga la pena.
Porque se demostró que ES POSIBLE. Y hoy debemos mostrar que es NECESARIO.
*Diputado provincial mandato cumplido y ex intendente de Puerto Tirol