El presidente del Concejo de Resistencia, habló con los medios y anunció una medida clave para controlar los quinchos en la zona sur, señalados como epicentro de fiestas clandestinas que generan disturbios y preocupación entre los vecinos.
El presidente del Concejo Municipal de Resistencia, Alejandro Aradas, anunció una medida clave para controlar los quinchos en la zona sur de la ciudad, señalados como epicentro de fiestas clandestinas que generan disturbios y preocupación entre los vecinos. Además, Aradas destacó que muchos de estos espacios fueron construidos con fondos destinados a viviendas sociales durante gestiones anteriores y que no contaron con control municipal.
Además, Aradas destacó que muchos de estos espacios fueron construidos con fondos destinados a viviendas sociales durante gestiones anteriores y que no contaron con control municipal.
“Fundaciones y cooperativas construyeron quinchos con el dinero de las viviendas sociales», dice Alejandro Aradas. ( Fotos Osvaldo Ramírez)
El presidente del Concejo de Resistencia advirtió en ese sentido sobre el aumento de quinchos en la zona sur de la ciudad, utilizados para realizar fiestas clandestinas que, en muchos casos, derivan en hechos de violencia. “Muchas veces nos enteramos de estas situaciones por los videos que se viralizan mostrando el desmadre que generan”, expresó Aradas.
El concejal radical señaló que se están llevando a cabo controles y seguimiento a las denuncias realizadas por vecinos. Sin embargo, destacó que «muchos de estos quinchos fueron construidos durante gestiones anteriores sin ningún tipo de control municipal».
“Se han viralizado en los últimos meses, fiestas clandestinas, quinchos que no están controlados por el municipio ni cumplen con las medidas de seguridad que requiere para un evento»
Aradas trazó un panorama inquietante sobre la problemática en torno a los quinchos de la zona sur, subrayando la falta de control y las consecuencias de su uso indebido.
Según Aradas, «algunos de ellos se edificaron con fondos que originalmente estaban destinados a la construcción de viviendas sociales, pero que terminaron desviándose hacia estas estructuras que, en su mayoría, cuentan con piletas y son utilizadas con fines comerciales en tiempos de crisis económica».
“Hace un par de meses una camioneta iba transitando y recibió un palazo en el parabrisas. Después vimos cómo entre jóvenes se golpeaban y se echaban del quincho por diversas situaciones de violencia».
“Esto es parte del desastre que nos toca ordenar”, sostuvo, al tiempo que mencionó que ya se avanzó en la clausura de algunos lugares. No obstante, reconoció que «aún falta mucho para regularizar la situación, ya que son pocos los quinchos que cuentan con la habilitación municipal correspondiente».
El municipio ya ha comenzado un relevamiento, en conjunto con Inspecciones Generales, para identificar los quinchos ilegales y regular su situación.
Finalmente, enfatizó que la regulación incluirá medidas para garantizar la convivencia con los vecinos.“Cumpliendo la ordenanza, van a poder realizar eventos, pero esta también limita algunas cuestiones para que no molesten a los vecinos de los barrios donde están esos quinchos”.