La reciente medida del Gobierno nacional que elimina las retenciones a las exportaciones de cuero fue recibida con optimismo por la Cámara de Frigoríficos del Chaco. Julio Augusto, vicepresidente de la entidad y propietario del frigorífico PETE, destacó que la decisión podría abrir nuevas oportunidades comerciales y ayudar a reducir costos en la industria cárnica.
«Es una medida buenísima, pero hay que trabajarla mucho. Tenemos que buscar mercados y movernos para innovar. Antes, los ingresos por el cuero ayudaban a pagar al personal y a abaratar el precio de la carne, pero eso se perdió hace años», explicó Augusto en declaraciones a Radio Natagalá.
Consultado sobre el impacto real de esta medida, Augusto señaló que «hace años venimos regalando los cueros porque el mercado mundial cambió. Antes, la industria automotriz compraba grandes volúmenes, pero el cuero fue reemplazado por otros materiales». En ese sentido, agregó: «Nunca se nos permitió exportar cuero salado, lo que generó un monopolio en manos de grandes curtiembres que controlaban el precio».
El empresario explicó el proceso del cuero salado: «Cuando termina la faena, el cuero se sala para evitar su descomposición. Ese cuero, que antes no podía exportarse, era retirado por las curtiembres sin generar ingresos para los frigoríficos». Sin embargo, destacó que ahora se abre la posibilidad de buscar clientes internacionales: «Si conseguimos compradores en el exterior, podríamos recuperar un ingreso clave para el sector».
Respecto a los posibles efectos en el precio de la carne, Augusto fue cauteloso: «Si logramos vender el cuero, podría ayudar a bajar costos, pero esto no es inmediato. Es una medida positiva, pero su impacto dependerá de nuestra capacidad para encontrar mercados».
Consultado sobre el estado actual de la industria del cuero, señaló que su demanda ha caído drásticamente: «Antes, todo era de cuero: camperas, botas, tapizados de autos. Hoy en día, esos productos se fabrican con otros materiales». Sin embargo, no descartó que la nueva medida permita reactivar ciertas producciones: «Si los frigoríficos del norte nos organizamos y juntamos volúmenes de cuero para exportar, podría ser un nuevo camino».
Para los productores y frigoríficos del Chaco, esta medida representa una oportunidad largamente esperada. Desde hace años, el sector viene reclamando mayor flexibilidad en las regulaciones para poder comercializar los subproductos de la faena de manera más rentable. «Teníamos un producto que prácticamente se desechaba o se entregaba sin valor real. Ahora, con esta apertura, podemos recuperar parte de ese ingreso», sostuvo Augusto.
El impacto económico de la medida también se verá reflejado en el empleo dentro de la cadena cárnica. Si los frigoríficos logran consolidar la exportación de cuero, podrían generarse nuevos puestos de trabajo en las plantas, tanto en el procesamiento como en la logística de exportación. «La industria frigorífica no solo depende de la carne, sino de todos los subproductos que se pueden aprovechar. Esta medida es un primer paso para recuperar esa dinámica productiva», agregó el empresario.
Además del beneficio económico, Augusto destacó la posibilidad de diversificar el mercado. Explicó que países como Italia, Brasil y China podrían estar interesados en comprar cuero argentino. «Hay que salir a buscar esos mercados, hacer convenios y posicionarnos como proveedores de calidad», remarcó.
Por otro lado, la medida no está exenta de desafíos. Según el empresario, la falta de infraestructura y la alta carga impositiva siguen siendo obstáculos para la competitividad del sector. «El costo del transporte, los impuestos y las regulaciones siguen siendo un problema. Necesitamos políticas que acompañen este tipo de decisiones para que realmente se traduzcan en beneficios concretos», advirtió.
En relación con la baja de retenciones a las economías regionales, Augusto opinó que el impacto en los precios de los alimentos será limitado. «La baja del 6% en el maíz y el sorgo no hará que baje la carne. La semana que viene aumenta el combustible y ese costo se traslada directamente a toda la cadena productiva», explicó.
A pesar de los desafíos, el referente frigorífico insistió en que la eliminación de las retenciones al cuero es una oportunidad que el sector debe aprovechar. «Ojalá podamos encontrar compradores en el exterior y recuperar una fuente de ingresos que, en su momento, nos permitió sostener la actividad y abaratar la carne», concluyó.
