El presidente del Centro de Industriales Panaderos del Chaco, Alejandro López, explicó que la suba responde al incremento en los costos de producción y denunció la competencia de comerciantes informales que venden a precios insostenibles. «No podés trabajar más a pérdida», afirmó.
El precio del pan aumentó un 10% en la provincia del Chaco debido a la creciente inflación y a las dificultades que atraviesa el sector. Alejandro López, presidente del Centro de Industriales Panaderos, confirmó la suba y explicó los motivos detrás de la medida. «Aguantamos lo que más pudimos, pero lamentablemente no podemos sostener más los precios», declaró.
Rentabilidad
del sector
El incremento se debe principalmente a la suba de los insumos y los costos fijos. En diálogo con La Voz del Chaco, López detalló que producir un kilo de pan ronda entre los $1.770 y $1.800, por lo que los nuevos valores deberían superar los $2.000 para garantizar rentabilidad. «El kilo de pan tiene que estar en $2.500 para que las panaderías puedan mantenerse en pie», aseguró.
La situación es crítica, ya que, según el dirigente, los aumentos en los costos impactan en toda la cadena de producción. «Todos los insumos tuvieron incremento: la harina, la grasa, la levadura, los aditivos, absolutamente todo», explicó. Además, señaló que la mayoría de las materias primas contienen componentes importados, lo que significa que cualquier movimiento en el dólar afecta el precio final. «Hay aditivos que vienen del exterior y eso influye directamente en el costo del pan», agregó.
La competencia desleal: un problema creciente
Uno de los principales obstáculos que enfrentan las panaderías es la competencia desleal. López denunció que algunos comercios venden pan a precios imposibles de sostener sin evadir impuestos o sin empleados registrados. «Nos está matando porque nos sacó mucha producción a los panaderos que tratamos de estar en regla», sostuvo. En este sentido, cuestionó: «Si un kilo de pan cuesta producirlo $1.800, ¿cómo puede ser que haya lugares que lo vendan a $850 o $1.000?».
El presidente del Centro de Panaderos evitó señalar lugares específicos, pero afirmó que la informalidad es un problema extendido en la provincia. «Si comprás materia prima no registrada, si tenés empleados en negro y evadís impuestos, podés vender a esos precios», explicó. En cuanto a la competencia de los supermercados, sostuvo que en la actualidad no representan una amenaza directa. «Hace un buen tiempo que los supermercados no venden por debajo del costo, salvo algunos casos puntuales», afirmó.
El impacto del
calor en las ventas
Otro de los factores que afecta al sector es el clima extremo. López indicó que las altas temperaturas de las últimas semanas han provocado una caída en las ventas. «Estas olas de calor nos perjudican gravemente. No solo baja la demanda, sino que también tenemos que tirar o donar lo que no se vende», explicó. Además, destacó que el consumo de facturas y tortas también se ha visto afectado. «Con estos calores, la gente busca cosas frescas. ¿Quién quiere comer un bizcocho cuando hace 40 grados?», se preguntó.
El impacto de los
costos de energía
El aumento de la tarifa eléctrica es otro de los problemas que enfrentan los panaderos. «El costo de la luz nos está incidiendo y está implementado en el precio de nuestros productos», indicó. Sin embargo, aclaró que, a pesar del impacto en los costos, no pueden trasladar la totalidad de los incrementos a los precios finales, ya que la demanda podría verse aún más afectada.
Perspectivas
Desde el sector panadero advierten que la crisis podría profundizarse si no se toman medidas para frenar la informalidad y estabilizar los costos. «Tuvimos que actualizar precios para que no cierren las empresas», advirtió López. También dejó abierta la posibilidad de nuevos incrementos en los próximos meses. «Si los costos siguen subiendo, lamentablemente tendremos que seguir ajustando», concluyó.