La Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), a través de su área operativa de Fraude Financiero y Mercado de Capitales, emitió una advertencia sobre diversas maniobras defraudatorias que involucran valores negociables y activos virtuales.
El organismo, dirigido por el fiscal general Diego Velasco, destacó el crecimiento de estas prácticas fraudulentas, con foco particular en las conocidas como estafas piramidales.
Este tipo de esquemas, señaló la Procelac, se caracterizan por prometer ganancias fijas, seguras y preestablecidas, sin riesgo alguno. Según explicó el organismo, «ningún emprendimiento legítimo puede garantizar retornos de esta naturaleza», lo que constituye un indicio clave para identificar posibles fraudes financieros.
Asimismo, la procuraduría advierte sobre sistemas de recompensas basados en el reclutamiento de nuevos inversores, que incluyen esquemas de referidos o niveles jerárquicos, a través de los cuales se ofrecen tasas de interés o comisiones más elevadas a quienes sumen participantes. Estas estructuras son típicas de las estafas piramidales, que se sostienen artificialmente mediante el dinero de nuevos aportantes.
De acuerdo con la Procelac, en estos esquemas no suele existir un producto o servicio con valor real. En consecuencia, los ingresos percibidos por los inversores derivan exclusivamente de los fondos que ingresan al sistema a través de otros participantes.
En una primera etapa, mientras el flujo de nuevos inversores se mantiene, algunos retornos pueden cumplirse. Sin embargo, una vez que se interrumpe o ralentiza el ingreso de fondos, el sistema colapsa, dejando a la mayoría de los inversores con pérdidas significativas.
El organismo del Ministerio Público Fiscal remarcó que este tipo de fraudes apela a la expectativa de obtener beneficios económicos rápidos y extraordinarios, aprovechándose de la falta de información y el desconocimiento de las víctimas sobre las dinámicas financieras reales.
La Procuraduría subrayó la importancia de reconocer estos patrones comunes en las estafas piramidales para evitar ser víctimas de engaños financieros que pueden comprometer seriamente el patrimonio de los ciudadanos.
INTERMEDIARIOS AUTORIZADOS Y MARCO NORMATIVO
Uno de los ejes centrales de la advertencia de la Procelac radica en la necesidad de verificar la autorización de los intermediarios que operan en el mercado financiero argentino. Según indicó el organismo, toda persona física o jurídica que ofrezca servicios financieros relacionados con valores negociables o activos virtuales debe estar debidamente registrada.
La Comisión Nacional de Valores (CNV) es la entidad responsable de regular y supervisar estas actividades en el país. El registro oficial de los Agentes de Liquidación y Compensación (ALyC) habilitados puede consultarse en el sitio web de la CNV, lo que permite a los usuarios constatar la legitimidad de los operadores antes de invertir.
Asimismo, la Procuraduría hizo hincapié en que «ningún otro certificado de autorización emitido por mercados extranjeros tiene validez para operar en el territorio argentino». Esta aclaración responde al uso frecuente de licencias extranjeras como presunto aval para actividades irregulares dentro del país.
Además, en el marco de la Ley 27.739, se designó a la CNV como reguladora de los Proveedores de Servicios de Activos Virtuales (PSAV). Esta legislación establece obligaciones específicas para estos operadores, entre las que se destacan los requisitos de registro, normas de ciberseguridad, custodia de activos y prevención del lavado de dinero.
La creación de un registro público de PSAV permite a los usuarios consultar qué entidades están debidamente autorizadas para operar con criptoactivos en la Argentina. Este recurso es esencial para evitar caer en esquemas ilegítimos disfrazados de emprendimientos tecnológicos innovadores.
El organismo explicó que tanto las inversiones tradicionales como las realizadas en el ecosistema cripto están sujetas a las normativas locales, y recomendó no operar con entidades que no puedan acreditar su registro ante la CNV.