Este viernes marca el tercer y definitivo día para que los creyentes puedan rendir tributo al pontífice argentino, cuyo féretro será cerrado a las 20:00 horas en una ceremonia solemne presidida por el cardenal camarlengo Kevin Farrel. El funeral tendrá lugar el sábado a las 10:00 de la mañana en la basílica de San Pedro.
Durante la noche, el flujo de personas no disminuyó, lo que llevó al Vaticano a mantener abiertas las puertas del templo para permitir que todos pudieran presentar sus respetos. A pesar de la lluvia y el mal clima, decenas de miles han hecho fila durante horas en la Via della Conciliazione, mientras las autoridades afinan los últimos detalles logísticos ante la llegada de más de 200.000 asistentes.
El sepelio del Papa Francisco irá mucho más allá de una liturgia religiosa. Se prevé que sea una especie de cumbre mundial en un contexto de tensiones internacionales, marcadas por disputas económicas y crisis diplomáticas. Según confirmó el ministro del Interior de Italia, se han acreditado al menos 182 delegaciones oficiales, entre ellas 50 jefes de Estado y 10 monarcas. El operativo de seguridad incluye 4.000 agentes, presencia militar con tecnología antidrones, francotiradores y un sistema de protección aérea, marítima y terrestre, que contempla incluso un destructor apostado frente a la costa de Fiumicino.
Entre los líderes que estarán presentes figuran el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; el mandatario argentino Javier Milei; el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva; el presidente francés Emmanuel Macron y el ucraniano Volodímir Zelenski. También asistirá Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, entre otras figuras internacionales.
Aunque se esperaba una destacada participación de la realeza europea, algunas ausencias serán notorias. El rey Felipe VI de España no acudirá debido a compromisos oficiales en Sevilla, mientras que la reina Mary de Dinamarca participará sin la compañía del rey Federico. Estas ausencias contrastan con la confirmación de otras casas reales europeas que sí asistirán para honrar al papa que dejó huella en su época.
El despliegue no solo involucra a las autoridades políticas y de seguridad. Más de 30.000 voluntarios de Protección Civil, personal médico y equipos de emergencia estarán distribuidos en puntos clave para asistir a los presentes. Tanto el Ayuntamiento de Roma como Protección Civil han recomendado a la población llevar agua y protección contra el sol, anticipando largas esperas y una ceremonia multitudinaria.
El acceso al cuerpo del pontífice será clausurado a las 19:00 horas de este viernes. Una hora después, el féretro será sellado en un rito privado, previo al gran acto funerario que será transmitido en directo en pantallas gigantes instaladas a lo largo de la Via della Conciliazione.