Parte del gobierno del presidente Javier Milei continúa su disputa a cielo abierto contra la prensa, estimulada desde el escalafón más alto del Poder Ejecutivo por el propio líder de La Libertad Avanza. Luis Caputo, ministro de Economía, fue el funcionario que en este caso vio luz verde y procedió a devolver uno de los tantos cuestionamientos que recibió por su actual gestión.
A través de su cuenta de X, Caputo citó un comentario del conductor Jonatan Viale sobre una encuesta de la consultora Zuban Córdoba. La misma afirma que para el 81% el periodismo político sería poco creíble. A raíz de ese recorte, citado por la cuenta libertaria «Agarra la Pala», el funcionario expresó: «Esa encuesta no es otra cosa que un anticipo de lo que inevitablemente va a suceder a menos que el periodismo tome nota y cambie: es una profesión que tiende a desaparecer».
En el mismo mensaje despegó a la administración de la que ahora forma parte, a pesar de los ataques constantes. «Y nada tiene que ver este gobierno. Es puro mérito propio», aseveró.
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Durante los últimos días fue el presidente Milei el que se encargó de continuar su batalla contra la prensa. El Día del Trabajador, acusó a los periodistas de llevar adelante supuestas tácticas para provocar a entrevistados en la vía pública y luego victimizarse. Para ello compartió un supuesto mensaje enviado por un trabajador de prensa, que le habría confesado esas viles prácticas. «Pasen y vean. Aquí un periodista me cuenta lo que hacen para tratar de sacar a una persona para que reaccione y luego ponerse en el lugar de víctima. Es parte de una estrategia», expresó en sus redes sociales. Fiel a su estilo de instalar frases que generan ruido y alarma, repitió un mantra que viene sosteniendo hace días: «No odiamos lo suficiente a los periodistas… Ciao!».
La escalada verbal del Presidente contra el periodismo ha crecido en los últimos días, con nombres propios y ataques personalizados a comunicadores como Diego Brancatelli, Carlos Pagni, Ignacio «Nacho» Girón y Paulino Rodríguez, entre otros.
Las expresiones presidenciales generaron preocupación en entidades como el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) y la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), que advirtieron sobre el deterioro de las condiciones para el libre ejercicio de la prensa.
Daniel Parisini pidió en la red social X que Milei «meta preso a algún periodista por decreto como hizo (Raúl) Alfonsín», en alusión a lo ocurrido durante el gobierno radical en octubre de 1985.
El comentario generó controversia y respuestas inmediatas que desmintieron su versión de los hechos, ya que la afirmación distorsiona los antecedentes históricos: si bien el ex presidente Alfonsín firmó el decreto 2049 en el que ordenó la detención de 12 personas por su presunta participación en un complot golpista, no se trató de una medida orientada contra periodistas por su actividad profesional, sino de una acción de emergencia en el marco de un estado de sitio decretado tras una serie de atentados con bombas y amenazas contra autoridades.
Conformaban esa lista el general retirado Guillermo Suárez Mason, cinco militares más y seis civiles, entre ellos el analista político Rosendo Fraga, el periodista Jorge Vago (de Prensa Confidencial) y Daniel Horacio Rodríguez, del diario La Prensa.
En ese contexto, el Gobierno alegó haber detectado un intento clandestino de generar caos para desestabilizar el proceso electoral, lo que derivó en la instauración del estado de sitio por 60 días.
La respuesta más destacada a las declaraciones del influencer fue la del periodista Gabriel Levinas, quien aclaró: «Nunca fue periodista el detenido por decreto, era un analista político a quien se lo vinculó con un golpe de estado, hijo de un militar, Rosendo Fraga».