Luciano Moser analizó el panorama electoral de cara a las legislativas del próximo domingo 11.
En diálogo con LA VOZ DEL CHACO planteó las principales problemáticas sociales y económicas que atraviesa la provincia, y detalló sus propuestas legislativas.
-Estamos a pocos días de las elecciones legislativas. ¿Cómo evalúa el panorama político en la provincia?
-Estamos en la recta final de la campaña, recorriendo intensamente la provincia. Nos parece que lo más valioso de este proceso es poder estar cerca de la gente, escuchar sus demandas, sus angustias. Lo que se vive hoy en el Chaco es muy duro, sobre todo para las familias trabajadoras.
Los ingresos ya no alcanzan y eso genera desesperación. Por eso, queremos llevar esas problemáticas a la Cámara de Diputados y transformarlas en leyes que brinden soluciones concretas.
-¿Cuáles son las propuestas principales que piensa impulsar desde la Legislatura?
-Uno de los problemas más graves que enfrentan hoy las familias, pero también las pymes, los comerciantes, las industrias, es el tarifazo brutal que se aplicó en estos 16 meses de gestión del nuevo gobierno.
La luz aumentó entre un 700% y un 1000%, el agua más del 400%, y el pasaje del transporte público subió de $75 a $1.300: un incremento del 1600%. Esto es un golpe directo al bolsillo de todos los chaqueños.
No hay reunión en la que no nos muestren las boletas de luz, gente que cobra la mínima y recibe facturas por $200 mil o $350 mil. Es insostenible.
Por eso, proponemos declarar la emergencia tarifaria en la provincia, con dos objetivos claros: retrotraer los aumentos y establecer un tope para que el gasto en servicios públicos no supere el 20% de los ingresos de cada hogar, pyme o empresa. La idea es establecer un vínculo real entre lo que gana una familia y lo que paga por servicios esenciales.

-Desde el oficialismo acusan a su lista de representar «el pasado».
-Es una campaña basada en la negatividad. El oficialismo ha gastado más de $50 millones en publicidad para atacar a nuestra lista, especialmente a Coqui Capitanich.
Lo vemos en todos lados: estás en el celular, en la computadora, y aparece una y otra vez esa propaganda. Y no es una campaña con ideas, con propuestas, con políticas públicas. Es pura difamación.
Esos millones podrían haberse destinado a resolver necesidades reales del pueblo del Chaco. Y lo más grave es que esta actitud se da mientras el gobernador Zdero no defiende a los chaqueños ante el ajuste nacional.
En 2024, la provincia perdió $195 mil millones en transferencias discrecionales, y no hubo ningún reclamo. No hay obra pública. El Estado se retiró, y eso tiene consecuencias gravísimas. Zdero no defiende a los chaqueños porque es parte del mismo proyecto que Milei. Son lo mismo. Se hicieron socios electorales.
Mientras tanto, los chaqueños sufren los recortes, los tarifazos, el retiro del Estado. Por eso nosotros planteamos una agenda legislativa que defienda los intereses del Chaco. No nos resignamos a este modelo de ajuste que sólo genera más pobreza y más desigualdad.
-¿Qué opinión le dejó el último debate electoral?
-Vimos a Capitanich presentando propuestas, ideas claras, políticas públicas. Y del otro lado, lo único que hubo fueron agravios.
Ferro no presentó ni una sola propuesta concreta, solo se dedicó a atacar. Yo soy el candidato más joven de nuestra lista, tengo 34 años, y creo que la sociedad ya dio un mensaje claro en las últimas elecciones: no quiere más peleas, chicanas, ni violencia verbal. La gente quiere soluciones, quiere vivir mejor. La política tiene que estar a la altura de eso.
-El último índice oficial marcó una baja de la pobreza del 52,9% al 38,1%. ¿Coincidís con esa cifra?
-La verdad que no. Como economista, tengo que decir que hay un error en la forma en que se comunica ese dato. La pobreza se mide por ingresos, según si las personas superan o no las canastas básicas. Pero hoy tenemos una realidad distorsionada: hay quienes quizás superan apenas esa línea, pero no tienen garantizado un acceso digno a servicios esenciales como alimentación, salud o vivienda.
Entonces, más allá de lo que digan los números oficiales, lo que vemos todos los días en la calle es una pobreza estructural, extendida, que no se resuelve con maquillaje estadístico.
-¿Cuál es su posición sobre el proyecto de Ley de Ficha Limpia?
-Nos parece una buena propuesta en principio, pero con reservas. El problema es que, en la práctica, muchas veces este tipo de medidas se utilizan políticamente. Por ejemplo, cuando se habla de proscripciones, como ocurrió con Cristina Fernández de Kirchner, entramos en una zona gris.
En ese sentido, vemos una falta de independencia del Poder Judicial tanto a nivel provincial como nacional. Si el sistema judicial está dominado o influenciado por el poder político de turno, la aplicación de la Ficha Limpia puede terminar siendo arbitraria.
Por eso, yo diría que estamos a favor de la ficha limpia, pero siempre y cuando haya una verdadera independencia judicial. Hoy no la vemos. En el Chaco y en el país en general, el Poder Judicial muchas veces actúa más como un brazo del oficialismo nacional que como un poder independiente.
Vemos causas que avanzan rápidamente contra dirigentes de la oposición, mientras otras quedan archivadas o directamente no se investigan, como el escándalo de la criptoestafa vinculado al entorno de Milei. Entonces, sí a la ficha limpia, pero con condiciones: debe haber una justicia que actúe de manera imparcial, y eso hoy está en deuda con la ciudadanía.
-¿Estuvo de acuerdo con la Ley de Bases?
-No. Consideramos que la Ley de Bases, tal como está planteada, representa una fuerte pérdida de soberanía para el país. En particular, con el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (Rigi), se otorgan demasiadas concesiones a capitales extranjeros.
Nosotros no estamos en contra de las inversiones, al contrario: queremos que vengan y que ayuden a desarrollar sectores estratégicos como la minería, Vaca Muerta y los recursos naturales en general.
Pero estas inversiones tienen que estar reguladas por el Estado. Tiene que haber exigencias mínimas: proveedores locales, generación de empleo local, control de los beneficios que se lleven las empresas.
No puede ser que vengan, exploten nuestros recursos y se lleven todo en pocos años sin dejar nada en el país. Eso es lo que está habilitando el Rigi: exenciones fiscales por 30 años, libertad absoluta para exportar y repatriar utilidades, sin regulaciones. Eso va a traer problemas serios en la balanza de pagos y va a profundizar el déficit externo que venimos arrastrando.
Entonces, inversión sí, pero con control estatal. Y esa regulación no está presente en esta ley.
-¿Cómo evalúa la situación actual de la industria nacional y en particular la del Chaco?
-La industria, el comercio y las pymes del Chaco están pasando por un momento muy difícil. Hay una caída abrupta en las ventas que tiene como causa principal el modelo económico que aplica el gobierno de Javier Milei, y que se replica también en nuestra provincia.
Las familias y los trabajadores no llegan a fin de mes, no les alcanza el ingreso. Entonces consumen menos, y eso impacta directamente en el comercio y en la industria. Las empresas venden menos y, al mismo tiempo, tienen que enfrentar aumentos constantes en sus costos, como la factura de luz, los alquileres y los impuestos.
Esto genera una pérdida de rentabilidad que obliga a muchas empresas a cerrar o a reducir personal. Se estima que más de 4 mil empresas cerraron en la provincia durante los últimos 16 meses.
Esto repercute directamente en la desocupación: pasamos de una tasa del 4,5% al 11%, con más de 20 mil nuevos desocupados en el Chaco. Las empresas no ajustan en otro lado: ajustan en el empleo.
Además, el Estado no está presente para revertir esta situación. No hay obra pública, no hay inversión para dinamizar la economía. Los aumentos salariales están por debajo de la inflación: a la administración pública le dieron un 6% en dos cuotas, mientras que la inflación acumulada en los tres primeros meses del año ya supera el 8,7%. Es decir, hay pérdida del poder adquisitivo, lo que genera menos consumo, y así el ciclo se repite.
Recorremos el interior y en cada localidad vemos lo mismo: negocios vacíos, trabajadores desocupados, y una parálisis total en la obra pública. Si no se reactiva eso, no se reactiva la economía de los pueblos.
Cuando no hay obra pública, no trabaja el albañil, no trabaja el pintor, no trabaja el arquitecto. Toda la cadena productiva se ve resentida. Y eso impacta sobre todo en los pueblos del interior, donde cada peso que circula genera movimiento económico.
Hoy todo eso está paralizado. Lo que vemos en cada localidad que visitamos es desolador: comercios vacíos, fábricas cerradas y trabajadores sin futuro. Es urgente cambiar el rumbo.
-¿Cómo va a ser tu relación con el oficialismo si llega a una banca en la Legislatura?
-Nosotros siempre planteamos que en este esquema democrático, donde existen oficialismo y oposición, vamos a ejercer una oposición constructiva. No venimos a poner palos en la rueda, pero sí a cumplir el rol que nos dio la ciudadanía chaqueña: ser oposición.
Eso implica ser la voz de las familias chaqueñas, de las pymes, con sus problemáticas, para transformarlas en leyes. Y también ejercer el rol de auditoría y control del Poder Ejecutivo, porque esa es otra función clave de la oposición.
Además, queremos hacer valer el contrato electoral que hizo Leandro Zdero con el pueblo del Chaco, porque lo que vemos hoy es que ese contrato fue incumplido: mintió. Dijo que iba a mejorar la salud pública y la realidad es que empeoró.
-¿Tiene alguna propuesta legislativa para mejorar la inserción laboral de los jóvenes?
-Sí, sin dudas es un tema central. Desde nuestro espacio estamos trabajando en un proyecto de ley que se llama Mi Primer Empleo Formal. Esta iniciativa busca incentivar la contratación de jóvenes que acceden por primera vez al mercado laboral.
La idea es otorgar beneficios fiscales a las empresas que incorporen a estos jóvenes, mediante exenciones impositivas que reduzcan el costo de esa mano de obra.
Contamos con un borrador del proyecto que estamos terminando de elaborar y que vamos a presentar en la Cámara. Pero también es importante que la ciudadanía entienda que hoy somos minoría en la Legislatura. Muchas de nuestras propuestas no logran avanzar porque no cuentan con el acompañamiento del oficialismo.
Por eso, las elecciones del 11 representan una oportunidad clave. Se renuevan 16 bancas en Diputados y, si logramos cambiar la composición actual, podremos avanzar con estos proyectos que responden a demandas concretas de la gente.
De lo contrario, nuestras iniciativas quedan solo como presentaciones formales, archivadas sin tratamiento, porque el oficialismo no las acompaña.
-¿Puede dar ejemplos concretos de esos incumplimientos?
-Sí. En los barrios nos dicen que no hay medicamentos en las salitas, que no hay turnos, que hay que amanecer afuera para conseguir uno. Solo reparten 15 o 20 números por día. La salud pública está en una situación muy crítica. Lo mismo ocurre con la educación: hay una persecución muy fuerte hacia el sector docente, se descuentan los días de paro, no hay más paritarias y el gobernador no recibe a los gremios. Los aumentos son decididos de forma unilateral.
Nos parece que en un sistema democrático no reconocer a los sindicatos ni recibirlos para llegar a acuerdos es un retroceso enorme.
Y en materia de seguridad, los datos también son preocupantes: aumentaron los homicidios y los femicidios. Ninguno de los grandes temas prometidos por Zdero ha mejorado. Muchas promesas, pocos cumplimientos.
-¿Qué propuestas legislativas tiene para mejorar la calidad educativa?
-Nuestra principal propuesta apunta a vincular la educación con el mundo del trabajo. Creemos que es una deuda pendiente de la provincia poder conectar la demanda laboral con la oferta educativa. Tenemos que formar a nuestros jóvenes para lo que el mercado laboral está necesitando hoy.
Por ejemplo, vemos que en el interior hay muchos institutos terciarios que siguen formando docentes, pero ya no hay cargos disponibles, mientras que el sector privado necesita otro tipo de mano de obra calificada.
Entonces proponemos una ley que conecte directamente la educación con la realidad del mercado laboral. Hoy el trabajo requiere conocimientos en tecnología, informática y competencias digitales.
Eso debe estar reflejado en la formación que brindamos, especialmente en el interior del Chaco. Hay que cambiar la matriz educativa: formar a una persona para que, al egresar, pueda conseguir un empleo. Hoy seguimos sacando docentes cuando ya no hay más cargos.
-Finalmente, ¿por qué la ciudadanía debería votar a la lista 652 el próximo 11?
-Porque el 11 el pueblo del Chaco tiene una oportunidad histórica. Una oportunidad concreta de ponerle un freno al modelo que está destruyendo nuestra provincia. Me refiero al modelo Milei-Zdero: mientras Milei aplica un ajuste brutal a nivel nacional, Zdero no defiende al Chaco, sino que es cómplice de ese ajuste.
No solo no lo enfrenta, sino que lo replica en nuestra provincia con las mismas recetas que están empobreciendo al pueblo argentino.
Este proyecto político ha empeorado todos los indicadores sociales y económicos. Hoy vemos una caída generalizada en la calidad de vida de las familias chaqueñas. Las pymes y la industria están asfixiadas por los tarifazos, con caída en las ventas, aumento descontrolado de costos – especialmente de la energía eléctrica- y sin ningún tipo de acompañamiento estatal. Literalmente, el Estado se retiró.
Hoy, en muchos sectores del Chaco, no hay Estado. Pero la necesidad de la gente sigue estando: hay hambre, hay desocupación, hay desesperanza.
Por eso, desde nuestro espacio, asumimos el compromiso de representar y defender a la provincia de Chaco. Sabemos que para lograrlo necesitamos tener mayoría en la Cámara de Diputados, porque eso nos permitirá avanzar con leyes que acompañen a cada sector de la población. Queremos sacar normas que protejan al trabajo, que promuevan la producción, que alivien a las pymes, que garanticen el acceso a derechos básicos.
Nosotros creemos profundamente que el rol del Estado debe ser activo. No un Estado ausente o achicado, sino un Estado presente, que intervenga de manera eficiente para ayudar a cada sector de la sociedad a salir adelante, a crecer, a desarrollarse. Queremos construir una provincia más justa, más productiva, más inclusiva. Y eso no se logra con ajuste ni con abandono, se logra con decisión política, con sensibilidad social y con una mirada estratégica del desarrollo.
El 11 se define mucho más que una elección legislativa: se define si vamos a tener en la Legislatura voces que defiendan al pueblo o voces que sigan avalando el ajuste. Por eso les pedimos a los chaqueños y chaqueñas que nos acompañen con su voto a la lista 652.