El Juzgado de Garantías 3 de Resistencia dejó firme la elevación a juicio en la causa en la que se investiga la muerte por intoxicación de cuatro obreros de Sameep, mientras realizaban reparaciones en una cámara de cloacas en Puerto Vilelas.
Por este hecho, seis personas serán enjuiciadas con imputaciones que van desde incumplimiento de los deberes de funcionario público hasta homicidio culposo.
La resolución lleva el número 70/24 y fue firmada por la jueza subrogante María Belén Chapresto, quien no hizo lugar al planteo de prescripción, a la oposición al requerimiento de elevación a juicio, al pedido de sobreseimiento ni al cambio de calificación legal planteado por la defensa.
Por el hecho, quedaron imputados y deberán comparecer en juicio correccional Claudio Westtein (expresidente de la empresa estatal de aguas y Ricardo Requena (ex gerente general de Sameep). Ambos, por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público (artículo 248 del Código Penal).
También irán a juicio el empleado del área de Seguridad e Higiene, Mario Alberto Medina; el capataz a cargo de la cuadrilla de obreros, Hugo Heraldo Fernández, y el exencargado de la División Redes de Efluentes de Sameep, Federico Sebastián Fernández. Estos tres serán enjuiciados por el delito de homicidio culposo, en cuatro hechos, en concurso ideal (artículos 84 y 54 del Código Penal).
En tanto que el gerente de Servicios de la empresa, Adrián Soto, lo hará por los delitos de homicidio culposo, en cuatro hechos, e incumplimiento de los deberes de funcionario público en concurso ideal (artículos 84, 248 y 54 del C.P.) en calidad de autor.
EL ACCIDENTE
El 11 de julio de 2017, Daniel Pelozo, Mario Fernández, Jorge Ramírez y Leonel Prieto, fueron convocados de urgencia para realizar un trabajo de recambio de caños en cloaca ubicada en el barrio 152 Viviendas de Puerto Vilelas. La mayoría estaba de licencia. De los cuatro, tres eran empleados precarizados.
Los obreros llegaron al lugar sin elementos de seguridad adecuados para tareas en lugares de confinamiento. No tenían máscara antigases ni arneses. Algunos incluso estaban en ojotas y short de baño.
La secuencia trágica comenzó cuando uno de los integrantes de la cuadrilla de diez operarios ingresó por la cámara de registro. Allí los gases tóxicos provocaron que se desmaye y cayera al pozo que tenía entre 1,5 y 2,5 metros de agua servida.
Al ver esta situación, ingresó otro compañero a ayudarlo. Este tampoco tenía protección y también fue víctima de los gases. Esta situación se repitió con otros dos operarios más, hasta que un quinto intentó ingresar al pozo, pero sus compañeros de la cuadrilla lograron retenerlo.
Medina, Mario Alberto y otros s/homicidio culposo, expediente 20602/2017-1, es la carátula de la causa que investiga la cadena de responsabilidades que posibilitaron que ocurran esas muertes.
La investigación cuenta con las testimoniales de todo el personal que estuvo presente en el lugar del hecho y del ingeniero químico Enrique Utgés, entre otros.
De acuerdo a las autopsias, los obreros murieron por un «paro cardiorrespiratorio por un síndrome asfíctico». Los mató el ácido nítrico, un gas venenoso presente en las cloacas.
Según explicaron los Bomberos que participaron del rescate de los cuerpos, para hacer un trabajo de esas características, en lugares confinados y con acumulación de gases tóxicos, se debe contar con un Equipo de Respiración Autónoma (ERA) o con máscaras con filtro de carbono. Nada de eso se encontró en el lugar.