La Asociación Bancaria Seccional Chaco lanzó una alerta sobre la posible reducción de personal en una de las dos sucursales del Banco Santander en Resistencia.
En declaraciones a Radio Libertad, Jorge Díaz, titular del gremio, denunció maniobras empresariales que podrían derivar en despidos disfrazados bajo la modalidad de «retiros voluntarios», una práctica que busca esquivar las responsabilidades legales y sindicales propias de un despido formal.
«En Resistencia tenemos dos sucursales de Santander», explicó Díaz, detallando que una se encuentra en la esquina de Frondizi 102 y la otra sobre la avenida 25 de Mayo al 335.
«Hace un par de semanas hubo una situación puntual vinculada con la empresa Camsa en la sucursal del centro, que está en riesgo», alertó. Aunque por ahora solo una de las dos sucursales está amenazada, el dirigente sindical advirtió que «esto no quiere decir que no puedan avanzar en un corto plazo en la otra».
La realidad del sector bancario
«Los bancos hacen su trabajo de manera silenciosa y discreta», afirmó Díaz.
«Plantean situaciones de retiro voluntario que, en definitiva, no son retiros voluntarios, sino ofrecimientos encubiertos de desvinculación», explicó.
Estas maniobras, dijo: «Son utilizadas con frecuencia para evitar enfrentar los costos y las disputas que conllevan los despidos formales».
Según el gremialista, en ambas sucursales de Santander en Resistencia hay alrededor de 20 puestos en riesgo. «No tengo la precisión exacta, pero es un número aproximado, entre 10 en la sucursal del centro y otros 10 en la sucursal de avenida 25 de Mayo», dijo.
Despidos encubiertos
La modalidad de «retiros voluntarios» no es una novedad ni exclusiva de Santander. «A lo largo de los años, varios bancos privados han recurrido a este tipo de mecanismos discretos para reducir personal», explicó Díaz.
«No hablamos de despidos directos, sino de situaciones en las que el trabajador es tentado para dejar el puesto, bajo presiones o incertidumbre, con la firma de un acuerdo», aseveró.
Este tipo de desvinculaciones, señaló el sindicalista, «limitan la acción sindical porque, al ser una decisión personal, el gremio no puede intervenir para impedirla, sólo puede aconsejar y acompañar», comentó.
El objetivo empresarial es claro: «Reducir la dotación de personal ante la vertiginosa transformación tecnológica», señaló Díaz y agregó: «Los bancos privados prefieren evitar los despidos formales, salvo en casos que terminan judicializándose, como fue el caso reciente del Banco Santo Andrés».
Impacto en los trabajadores
«El aceptar un retiro voluntario puede parecer una solución, pero luego viene la lamentación cuando se enfrentan a la realidad laboral con menos opciones y dificultades para reinsertarse en el mercado de trabajo», manifestó Díaz y aclaró: «Vivimos en permanente denuncia de estos mecanismos en las reuniones paritarias y en los ámbitos laborales».
Sin embargo, reconoció que «donde tenemos una limitación es cuando la decisión depende estrictamente del trabajador».
El sindicato recomienda a los empleados no aceptar estos retiros encubiertos, advirtiendo sobre las consecuencias a largo plazo. «La batalla es difícil porque la necesidad económica y la incertidumbre laboral muchas veces llevan a aceptar acuerdos que no son favorables», explicó.
Una tendencia que afecta a todo el sector privado
En otra parte del diálogo, el dirigente advirtió que «esta es una política habitual de los bancos privados, que utilizan este tipo de ofrecimientos según sus necesidades y características». Señaló, además, que «la reducción de personal es un fenómeno que ha cobrado mayor fluidez con el avance tecnológico».
Finalmente, Díaz alertó sobre la posibilidad de cierres totales de sucursales cuando la reducción de dotación alcanza su punto máximo. «Cuando ya no hay personal, directamente los bancos optan por cerrar la sucursal», lamentó.