El secretario general de la Uocra Chaco, Ariel Ledesma, advirtió que el 60% de los obreros de la construcción en la provincia se encuentra actualmente desocupado. «Es algo que ya venimos hablando desde el cambio de gobierno», señaló durante una entrevista en Radio Natagalá.
El dirigente atribuyó esta situación a la «eliminación de la inversión en obra pública prácticamente a nivel nacional».
El referente sectorial indicó que la paralización de la obra pública no solo impacta en el empleo formal, sino que también provoca un aumento en la informalidad laboral. «De esta forma también está creciendo la informalidad», lamentó Ledesma, quien indicó que muchos trabajadores han perdido acceso a la obra social y a sus aportes jubilatorios. «Nos jubilamos a los 55 años y esto nos va quitando años de aporte», dijo.
Enfatizó que situación también afecta a las pequeñas y medianas empresas del rubro. «Cada vez se están cerrando más pymes y eso nos preocupa mucho porque son las que hoy generan fuentes de trabajo», agregó.
La falta de inversiones y la incertidumbre sobre una reactivación próxima configuran un escenario de caída sostenida del sector.
IMPACTO NACIONAL
Y REGIONAL
El referente indicó que, a nivel nacional, se calcula que se han perdido 450 mil puestos de trabajo, de los cuales más de 150 mil corresponden al sector de la construcción. En el Chaco, la pérdida ronda entre 14 mil y 15 mil empleos. «Lo que está fallando es la ausencia de la obra pública», sostuvo Ledesma, y reiteró que la informalidad agrava la situación al eliminar cualquier tipo de cobertura o seguridad laboral.
Además, consideró que tanto el gobierno nacional como el provincial no están enfrentando la situación con la seriedad que requiere. «Realmente no vemos que se preocupen o que se hagan cargo de la situación», afirmó.
A su vez, señaló que, si existen casos de corrupción en la obra pública, deberían ser corregidos, pero sin frenar completamente el desarrollo de infraestructura.
«La construcción es un gran generador de consumo», enfatizó. Al estar formalizados, los trabajadores del sector consumen en sus comunidades, dinamizando la economía local. La pérdida de estos empleos implica una caída directa del poder adquisitivo y el consumo interno.
CAÍDA DEL PODER ADQUISITIVO Y CONSUMO
Ledesma dijo que la interrupción de obras ha obligado a muchos trabajadores a cambiar de actividad o insertarse en la informalidad. «Hoy están haciendo otra actividad o están trabajando en negro», expresó.
Los trabajadores de la construcción, explica Ledesma, están acostumbrados a consumir su salario en forma inmediata, lo cual reactiva el comercio local. «Sabemos que tenemos un fondo de desempleo, pero hoy eso también se agotó», dijo.
«La gente está vendiendo sus pertenencias para poder subsistir», describió. Autos, motos y otros bienes adquiridos con años de trabajo están siendo liquidados para cubrir necesidades básicas. «Todo ese poder adquisitivo que lograron tener, hoy lo están perdiendo», lamentó.
Ausencia de expectativas de reactivación
Según el titular de la Uocra Chaco, no hay señales claras de una reactivación próxima. «No vemos que se va a reactivar prontamente esto», aseguró. Aunque la organización mantiene diálogo con autoridades provinciales, estas también reconocen la falta de fondos y dificultades para sostener los pagos a empresas contratistas.
La situación ha llevado a la suspensión de trabajadores y al recorte de planteles en varias obras. «El pago de un certificado no se hace en tiempo y forma, y eso impide generar más puestos de trabajo», explicó. Esta parálisis financiera impacta en toda la cadena productiva del sector.
Ledesma pidió que se definan políticas públicas claras que permitan proyectar soluciones. «Necesitamos esa luz que nos diga este es el camino», señaló.
La falta de planificación y de inversiones sostenidas debilita aún más las perspectivas laborales del sector.
Escenario a corto plazo
y llamado a la acción
Consultado sobre las expectativas para lo que resta del año, Ledesma fue cauto: «La expectativa que teníamos nosotros era que para junio algo se iba a mover, pero no vemos que vaya a ser en gran escala». Estimó que el empleo podría aumentar en 500 trabajadores, pero sin cambios sustanciales.
«Espero equivocarme y que sean más los trabajadores que tengamos de acá para adelante», expresó, aunque reconoció que el contexto actual no permite ser optimista. Las obras en curso están paralizadas o trabajando a ritmo mínimo, y no hay nuevos proyectos a la vista.
Finalmente, reiteró el llamado a las autoridades para tomar decisiones urgentes que reactiven la economía del sector. «Es la única opción para generar nuevos puestos de trabajo y volver a consumir».
La situación es crítica, y su prolongación solo profundiza la crisis económica y social.
Necesidad de inversión
privada y financiamiento
Ante la inactividad del Estado nacional en materia de obra pública, Ledesma propuso redoblar esfuerzos para atraer inversión privada. «Tenemos que sentarnos a hablar con las cámaras de la construcción y el gobierno para aunar ideas y tirar del carro», instó.
Sin embargo, reconoció que existen trabas burocráticas que desincentivan a los inversores. «Hay que trabajar para que inversores de afuera o de la provincia empiecen a invertir y generar consumo interno», aseveró.
Uno de los instrumentos que mencionó fue el Nuevo Banco del Chaco (NBC), que según él debería ponerse «a disposición de los empresarios para que empiecen a generar obras».
Remarcó que la participación del sistema financiero local sería una clave para destrabar proyectos de pequeña y mediana escala.
Según el dirigente, no basta con esperar a que se destraben fondos nacionales, sino que es necesario generar mecanismos provinciales que impulsen nuevas construcciones.