El senador Antonio Rodas, junto a sus pares del bloque peronista, presentó un proyecto de declaración que expresa el más enérgico repudio al desfinanciamiento que atraviesa el Hospital Juan P. Garrahan, un pilar fundamental de la salud pediátrica en la Argentina.
La iniciativa busca visibilizar la crisis que pone en riesgo la vida de miles de niños y niñas de todo el país, incluyendo a los chaqueños, y exige al Poder Ejecutivo nacional medidas inmediatas para garantizar el funcionamiento de esta institución emblemática.
El Hospital Garrahan, reconocido a nivel internacional por su excelencia en la atención de alta complejidad, es mucho más que un centro médico: es la esperanza de familias de todo el país que encuentran en sus salas la única posibilidad de tratamiento para enfermedades graves.
Cada año, atiende a más de 150 mil pacientes ambulatorios y realiza cerca de 10 mil cirugías, muchas de ellas vitales para niños y niñas con patologías complejas.
«En el Chaco, donde las desigualdades en el acceso a la salud hoy son una realidad cotidiana, el Garrahan es un faro de equidad que salva vidas de nuestros niños y niñas. No podemos permitir que se apague por la negligencia del Estado», afirmó el senador Rodas.
La crisis actual, marcada por un desfinanciamiento crónico, ha llevado al hospital al borde del colapso. Con 300 pacientes internados en 10 salas y 60 consultas diarias en guardias, la institución enfrenta una temporada de bronquiolitis que amenaza con desbordar su capacidad operativa.
A esto se suma el paro indefinido de los residentes, quienes perciben salarios por debajo de la canasta básica de pobreza, y la renuncia masiva de especialistas, que deja al hospital con un plantel médico reducido y sobrecargado.
«Cuando un niño chaqueño llega al Garrahan con una enfermedad grave, sus padres depositan en ese hospital no solo su confianza, sino también su última esperanza. Abandonar al Garrahan es abandonar a esos niños, a esas familias, a nuestra provincia y a todo el país», expresó Rodas con indignación.
El senador también denunció prácticas de hostigamiento hacia el personal y la falta de un plan integral por parte de las autoridades para garantizar la seguridad de los pacientes y el bienestar de los trabajadores.
Según los fundamentos del proyecto, los salarios de los residentes -entre $700 mil y $800 mil mensuales- están muy por debajo de la línea de pobreza, que en marzo fue estimada en $1.147.602 para una familia tipo.
Además, la hora de guardia se paga apenas $7 mil, una cifra considerada indignante frente a la exigencia y responsabilidad del rol. El plantel médico se ha visto gravemente afectado por estas condiciones, con menos de diez profesionales por turno y una sobrecarga que pone en riesgo la calidad de atención y la salud de los trabajadores.
El proyecto de declaración exige al Poder Ejecutivo nacional y al Ministerio de Salud un financiamiento adecuado, la recomposición salarial de los profesionales, la reincorporación de especialistas y un plan estratégico para enfrentar la crisis, especialmente ante la inminencia de la temporada de bronquiolitis.
«La salud de nuestros niños no puede esperar. Cada día de desfinanciamiento es un día más de sufrimiento para quienes dependen del Garrahan. El Estado debe actuar ya», instó Rodas.
El Hospital Garrahan no solo es un centro de excelencia médica, sino también un símbolo de la lucha por la equidad en el acceso a la salud. Su debilitamiento pone en jaque el derecho humano a la salud, consagrado en la Constitución Nacional y en tratados internacionales.
Desde el Chaco hasta cada rincón de la Patria, las familias argentinas claman por la defensa de esta institución que representa la esperanza de miles de niños y niñas.
