Un hombre (30), que se presentó ante la Policía para denunciar el hurto de su motocicleta, terminó arrestado al descubrirse que tenía una orden de captura vigente.
Este incidente tuvo lugar en el barrio Reserva Norte de Castelli. Todo comenzó cuando el sujeto acudió a la comisaría Segunda para informar que su moto Yamaha FZ de 150 cilindradas había sido sustraída. Según su relato, la había dejado estacionada en la vereda de su domicilio sin ningún tipo de seguridad.
De acuerdo a su testimonio, el robo se habría producido entre las 23 del miércoles y las 2 del jueves pasado.
La Policía activó rápidamente el procedimiento correspondiente: analizaron cámaras de seguridad, emitieron alertas y comenzaron con las tareas de búsqueda del vehículo.
Sin embargo, en medio del operativo surgió una situación inesperada: el denunciante tenía un pedido de captura activo por una causa judicial relacionada con amenazas en un contexto de violencia de género.
Ante este hallazgo, intervino la División de Violencia Familiar y de Género, que se encargó del traslado del sujeto a la unidad pertinente, luego de ser examinado por personal de salud.
LA SUSTRACCIÓN
DEL RODADO
La historia tomó otro giro inesperado cuando los agentes localizaron la moto en el barrio Cancha de Aviación. El rodado estaba en posesión de un familiar del denunciante. Se trataba de Ricardo Emiliano L. (35), quien declaró que su sobrino había llegado esa madrugada en estado de ebriedad y dejó la motocicleta afuera de su vivienda. Para evitar que fuera robada, decidió guardarla en su casa.
L. entregó voluntariamente el vehículo a los efectivos policiales, quienes procedieron al secuestro formal del mismo.
Por disposición del fiscal Gerónimo Roggero, se tomó declaración testimonial al familiar y se ordenó la restitución del rodado a su propietario.
No obstante, el denunciante quedó detenido y ahora deberá enfrentar el avance de la causa en su contra por violencia de género, en medio de un episodio que comenzó como una simple denuncia y terminó en detención.