Este miércoles se conoció el informe genético que realizó el Instituto de Medicina y Ciencias Forenses del Poder Judicial (IMCIF) en torno a la investigación por el femicidio de la adolescente Sol Gómez Montiel, en Fontana, el que confirmó que las únicas huellas biológicas halladas en la escena del crimen pertenecen a la víctima y al único imputado, Benjamín Castillo.
Según los resultados que fueron elevados a la fiscal González Di Pacce, la sangre hallada en el machete, la ropa de cama, un amortiguador y el calzado analizado corresponde de manera concluyente a Montiel.
El informe establece que hay una probabilidad de 1.38 x 10²⁷ de que el perfil genético femenino detectado provenga de otra persona. Del mismo modo, restos biológicos extraídos de papel higiénico vinculan con idéntica contundencia a Castillo.
Con una certeza superior al 99%, el peritaje descarta la presencia de terceras personas en el lugar del hecho, lo que refuerza la hipótesis de un ataque cometido exclusivamente por el acusado.
Castillo continúa detenido con prisión preventiva, medida que quedó firme tras desistir de la apelación por parte de su nueva defensa oficial. La calificación penal sigue siendo homicidio doblemente agravado por violencia de género y por ensañamiento.
EL CRIMEN
El 21 de marzo, Sol Selena Gómez Montiel, de 13 años, fue hallada muerta en la localidad de Fontana, a escasos metros de su casa del barrio Aipo. Por el crimen está detenido su vecino Benjamin Andrés Castillo, de 18.
Fuentes policiales informaron que un hombre denunció este viernes a su sobrino por haber asesinado a la chica. Es por eso que lo retuvo en el lugar hasta la llegada de los investigadores.
En el lugar, los investigadores encontraron el cuerpo dentro de la casa. Luego de ser detenido, el acusado fue trasladado a Medicina Legal para una revisión médica y luego quedó alojado en la Comisaría Segunda de Fontana.
Gómez Montiel había sido denunciada como desaparecida ese mismo día apenas unas horas antes del hallazgo de su cuerpo. Su madre aseguró en la Comisaría Segunda de Fontana que ella había salido de su casa para ir a un kiosco cercano y no regresó. De inmediato, empezó la búsqueda con policías y en las redes sociales a través de publicaciones de sus familiares.
Al conocerse la noticia, los familiares y los vecinos de la víctima se congregaron en las inmediaciones de la casa, donde exigieron justicia por el crimen. Ante la tensión creciente, varios móviles policiales y hasta efectivos del cuerpo de Infantería formaron un cordón de seguridad para evitar incidentes.