El caso por el femicidio de la adolescente Sol Gómez Montiel en Fontana sumó en las últimas horas una prueba científica clave: el informe genético forense confirmó que las únicas huellas biológicas presentes en la escena del crimen pertenecen a la víctima y al único imputado, Benjamín Castillo.
Según el dictamen del Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (Imcif) del Poder Judicial, la sangre hallada en el machete, la ropa de cama, un amortiguador y el calzado analizado corresponde de manera concluyente a Montiel.
El informe establece que hay una probabilidad de 1.38 x 10²7 de que el perfil genético femenino detectado provenga de otra persona. Del mismo modo, restos biológicos extraídos de papel higiénico vinculan con idéntica contundencia a Castillo.
Con una certeza superior al 99%, el peritaje descarta la presencia de terceras personas en el lugar del hecho, lo que refuerza la hipótesis de un ataque cometido exclusivamente por el acusado.
Castillo continúa detenido con prisión preventiva, medida que quedó firme tras el desistimiento de la apelación por parte de su nueva defensa oficial. La calificación penal sigue siendo homicidio doblemente agravado: por violencia de género y por ensañamiento.
Desde la querella confirmaron que el juicio podría comenzar en breve. «La brutalidad del crimen y las pruebas obtenidas marcan una causa sólida», afirmó el abogado Juan Arregín.
EL CASO
El femicidio de Sol Gómez Montiel (13) ocurrió el viernes 21 de marzo en el barrio Aipo de Fontana. La menor había salido rumbo a un kiosco y no regresó, lo que motivó la denuncia de su madre y la activación del protocolo de búsqueda.
Horas más tarde, la Policía halló el cuerpo sin vida de Sol en una vivienda del barrio Aipo, donde fue detenido Benjamín Castillo, presunto autor del crimen.
Las pericias descartaron abuso sexual, pero confirmaron que la víctima sufrió golpes y un intento de estrangulamiento.
La Justicia sostiene que Castillo habría utilizado un amortiguador para matarla, y que la adolescente intentó defenderse, ya que se detectaron rasguños en su cuerpo. El caso causó una profunda conmoción social y derivó en marchas para exigir justicia.