Raúl Bittel se refirió a la ratificación de la condena contra Cristina Fernández de Kirchner por parte de la Corte Suprema de Justicia, que confirmó una pena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
El dirigente consideró que se trata de una decisión de fuerte impacto institucional y político, y que pone en riesgo los pilares de la democracia.
«Obviamente que hay una conmoción interna a partir de lo que ha definido la Corte Suprema de Justicia, que es ratificar la condena a Cristina Fernández. Seis años de prisión más inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos», expresó Bittel, quien sostuvo que hay «un menú vasto de opiniones» respecto de si la decisión «está bien, está mal, o si pone en peligro la democracia».
«Angustia y deterioro institucional»
Al ser consultado por sus sensaciones personales tras conocerse la noticia, Bittel fue contundente: «La verdad que la palabra es angustia. Ver cómo el país hoy se deteriora institucionalmente a pasos agigantados es muy doloroso».
En ese sentido, cuestionó al gobierno nacional y aseguró que «esto no se trata solo de Cristina». Según dijo, el deterioro institucional comenzó con «un presidente que inició su mandato de espaldas al Congreso, que llamó ratas a los diputados, senadores y periodistas que no piensan como él, y habilitó el maltrato verbal desde los medios de comunicación».
«El Presidente habilitó un nivel de violencia institucional sin precedentes, y eso habilita otros desgarros: en la democracia, en el diálogo, en la construcción en conjunto. Y ahora avanzan sobre la principal figura de la oposición», añadió.
«Hoy todos estamos en libertad condicional»
«Si a la principal líder de la oposición le pasa esto, obviamente que disciplina para abajo. Hoy todos estamos en libertad condicional», advirtió.
«Cualquiera que opine en contra del Gobierno puede ser perseguido, se le puede inventar una causa mediática, y terminar preso. Lo vivimos en el Chaco, donde se persigue a trabajadores por cómo piensan», denunció.
En esa línea, reveló que muchos militantes tienen miedo de expresarse o movilizarse: «En la marcha de ayer, varios me mandaron mensajes diciéndome que no podían ir porque tenían miedo de ser despedidos. Y eso está pasando, yo tengo los mensajes, pero no los muestro por respeto al miedo que tienen».
«No promovemos la violencia, sí la organización»
Consultado sobre la posible reacción del peronismo ante la situación, Bittel fue enfático: «Nosotros no vamos a promover una reacción violenta. No vamos a decir ‘vayan a tomar la Casa de Gobierno’. Eso no forma parte de nuestra doctrina».
Explicó que el mensaje que Cristina Kirchner dio al interior del PJ fue claro: «Organícense, hagan política». Y aclaró: «Hay sectores que están promoviendo resistencias más duras, pero no es el camino. Nosotros proponemos diálogo y democracia. Ir al golpismo sería contradecir todo lo que venimos sufriendo históricamente».
«El peronismo ha sido víctima de todos los golpes: en el 55 con el bombardeo a Plaza de Mayo, en el 76 con la dictadura, y en 2001 con los muertos en el Puente Pueyrredón. Nunca ponen los muertos los magnates», recordó.
«El camino es ganar elecciones con coherencia»
Para Bittel, la salida a esta crisis es institucional y política. «Tenemos que organizar un movimiento que gane elecciones, que sea coherente con una construcción democrática y republicana», dijo.
«El dolor, el apuro, la agitación pública están, pero el camino no es la violencia. Nosotros creemos en la democracia, en la libertad de prensa, en que cada uno pueda hablar o callar según su convicción o la del medio en el que trabaja», sostuvo.
Tensión en las calles
Finalmente, Bittel se refirió a la movilización que tuvo lugar frente a la Casa de Gobierno en Resistencia. Confirmó que estuvo en reuniones en la sede del Partido Justicialista durante la protesta, coordinando con abogados del espacio para asistir a quienes pudieran tener problemas legales.
«Vi las imágenes del momento de tensión con la Policía. Estábamos en contacto con los compañeros, con el equipo de abogados que funciona los miércoles en el partido. Les pedí que vayan a la plaza a ver qué estaba pasando y acompañen la situación», detalló.
También valoró la actitud del diputado Rodrigo Ocampo durante la manifestación: «Me pareció muy bien verlo conteniendo a los compañeros, pidiéndoles que se calmen. El camino no es la violencia. Aunque desde el Gobierno constantemente nos empujan a reaccionar mal, nosotros tenemos la responsabilidad de estar a la altura».
Bittel sostuvo que «no se respetan los procesos judiciales» y que existen causas armadas contra dirigentes opositores. «Hay compañeros y compañeras que están siendo perseguidos, como Marta Zonera o Mauro Andión. Los meten presos por causas que no son judiciables, sin denuncias reales. Eso es gravísimo», afirmó.
Si bien aclaró que no siente miedo personalmente, reconoció que el contexto genera temor: «Si tuviera miedo no estaría acá, pero estamos preocupados. Tenemos familias, compañeros, compañeras, y todos los días aparece alguien que te dice: ‘No te puedo acompañar porque tengo miedo de perder el trabajo’».
También señaló que algunos medios de comunicación evitan entrevistarlo por temor a represalias. «Hay medios que me dicen: ‘disculpá, ya no te puedo sacar al aire’. Esto pasa en el Chaco de hoy», relató.
Consultado sobre su actividad en el Parlasur, Bittel defendió su labor y apuntó contra el gobierno nacional por el recorte a los parlamentarios: «Hoy un trabajador del Estado no puede cobrar, tiene que pagarse sus propios pasajes. Si no va, lo tildan de ñoqui. Si va, lo acusan de gastar fondos públicos. Así es muy difícil sostener la actividad política institucional».
«La falta de independencia del Poder Judicial no es un problema nuevo»
Por otro lado, Bittel remarcó que la falta de independencia del Poder Judicial «no es un problema nuevo», sino «una deuda pendiente de todos los gobiernos, sin importar el color político».
Sin embargo, se mostró tajante al defender las gestiones de Jorge Capitanich: «Durante los gobiernos de Coqui jamás se levantó un teléfono para presionar a un juez o a un fiscal. Eso lo puedo garantizar».
En cambio, dijo tener «dudas razonables» de que actualmente eso sí ocurre. «Lo estoy diciendo con total responsabilidad. Los jueces pueden dar fe de que Capitanich nunca los llamó para pedir un fallo. Hoy no estoy tan seguro de que eso no esté pasando», advirtió.
«Es persecución»
Para Bittel, la sentencia contra Cristina Kirchner carece de fundamentos jurídicos y está atravesada por intereses políticos. «Lo dijeron presidentes de distintos países del mundo: esta no es una sentencia jurídica, es una sentencia política», afirmó.
«Los jueces y los fiscales que intervinieron en la causa jugaban al fútbol con Macri, se reunían en el Lago Escondido con los dueños de los principales medios del país. Es una causa armada», denunció.
Además, mencionó una encuesta que le fue compartida momentos antes de la entrevista, donde «el 50% de los encuestados está en contra de la sentencia y el otro 50% a favor», pero con una clara división ideológica: «Los que votaron a Milei están a favor, los que votaron en contra de Milei, en cualquier espacio, están en contra», dijo.