Luego de años prófugo, el narcotraficante Ariel Alberto Sosa ya está de nuevo en el Chaco y detenido. Fue trasladado desde Buenos Aires hasta el Escuadrón de Gendarmería Nacional en Las Palmas, donde permanecerá bajo estricta custodia. Es señalado como el cabecilla del temido clan Sosa, una organización vinculada al narcotráfico y el lavado de activos que sembró el temor en Sáenz Peña.
La División Investigaciones de Sáenz Peña estuvo a cargo del operativo, que fue posible gracias a un trabajo conjunto entre la Policía del Chaco y el Departamento de Homicidios de la Policía bonaerense. Sosa fue capturado el pasado lunes en Lomas de Zamora. Al momento de su detención, tenía un documento nacional de identidad falso.
El traslado del detenido se realizó bajo un importante despliegue de seguridad coordinado por la Dirección General de Investigaciones del Chaco.
El operativo contó con el apoyo del Cuerpo de Operaciones Especiales (COE), y la colaboración de fuerzas provinciales de Buenos Aires, Entre Ríos y Corrientes, incluyendo caminera, cuerpos motorizados y unidades especiales.
BUSCADO DESDE 2022
Ariel Sosa (42) tenía un pedido de captura nacional e internacional desde abril de 2022, en el marco de una causa judicial por asociación ilícita, lavado de activos provenientes del narcotráfico y maniobras fraudulentas. Su paradero era un misterio hasta esta semana.
El Ministerio de Seguridad incluso había ofrecido una recompensa de $5 millones para quienes aportaran datos que permitieran ubicarlo.
Desde la fuerza provincial remarcaron la persistencia en la investigación.
«La Policía del Chaco siempre lo buscó. Nunca bajamos los brazos», señalaron y concluyeron: «Misión cumplida».
La causa judicial sigue su curso y continúa la búsqueda de otros integrantes del clan.
EN LAS PALMAS
El traslado se concretó en las últimas horas y ejecutado con fuertes medidas de seguridad desde Buenos Aires hasta Las Palmas, donde quedó alojado en el Escuadrón de Gendarmería Nacional.
Según fuentes policiales -publicó Noticiero 9- la decisión de moverlo de su lugar original de detención respondió a la detección de un posible intento de rescate por parte de su entorno.
Sosa también fue vinculado recientemente a un allanamiento realizado en Lanús, en la provincia de Buenos Aires, en el marco de una causa por robo a mano armada que tramita en la Justicia de Villa Ángela.
En ese operativo, los investigadores lo señalaron como integrante de una red criminal con ramificaciones familiares, entre ellas, su parentesco con otro sospechoso de peso: Nicolás Lavia, vinculado a maniobras de narcotráfico.
Sosa enfrenta cargos por lavado de activos provenientes del narcotráfico, asociación ilícita y adquisición de bienes con fondos de origen ilegal. Se lo señala como una figura clave en una red criminal que operaba desde Sáenz Peña y que incluía a varios de sus familiares, entre ellos su madre, Ana María Flamenco, y sus hermanos Lucas Matías, Hugo y Mariela Sosa, todos ya procesados o condenados en distintas instancias judiciales.
La investigación se inició por una denuncia de la Afip y derivó en múltiples allanamientos, secuestros de bienes y detenciones tanto en la Argentina como en Bolivia.