Un complejo escenario judicial se teje en torno al reciente procedimiento por narcotráfico en el barrio Laguna Seca de Corrientes, que involucra al reconocido empresario Federico Cheme y a un comerciante de Resistencia, Oscar Will. Las declaraciones de Will y las anomalías en el procedimiento policial son el foco de la defensa.
El operativo se realizó por la noche, donde se secuestró más de 2 kilos de cocaína de máxima pureza y fueron detenidas cuatro personas mayores, que llevaban un menor de edad.
VERSIONES
Oscar Will, un comerciante de Resistencia dedicado al rubro automotor y con una pequeña empresa de eventos, declaró sobre su relación con Federico Cheme, según relató su abogado Jorge Barboza.
De acuerdo al letrado, su vínculo se remonta a un evento de Marco Antonio Solís el año pasado en Resistencia, donde Will le habría prestado a Cheme «cierta colaboración» –logística, personal y algo de dinero–, lo que generó una deuda a su favor. Will afirma que lleva «varios meses» reclamando esta acreencia a Cheme.
Según contó, el día del procedimiento, el empresario había viajado a Corrientes por la tarde para reunirse con Cheme, quien supuestamente le iba a pagar, pero no lo hizo. Por lo que regresó a Resistencia.
Sin embargo, esa misma noche, Cheme lo volvió a llamar, pidiéndole que regresara a Corrientes para entregarle dinero y «acortar la deuda».
Cuando se encontraron en una estación de servicio en el puente, Cheme le dijo a Will que debían ir hasta Laguna Seca, donde «iba a percibir un dinero y de ese dinero le iba a pagar».
El abogado señaló en declaraciones a radio Continental que Cheme adujo que no podía ir en su propio auto porque tenía un problema con el cargador de su teléfono y estaba sin batería. Por ello, se trasladaron en un Honda blanco, propiedad del hijo de Will.
Al llegar al lugar del procedimiento, Will asegura que él no bajó del auto; fue Cheme quien descendió y se acercó a otro vehículo, momento en el que intervino la policía.
«LA DROGA ESTABA EN OTRO AUTO»
Los ladrillos de cocaína no fueron encontrados en el vehículo en el que se trasladaban Will y Cheme. Según el acta de procedimiento policial, los ladrillos estaban en el asiento trasero de «otro vehículo» que ya se encontraba estacionado en el lugar.
En este segundo vehículo, había «un hombre y una mujer y una niña menor de edad», dijo Barboza. La investigación deberá determinar si esta pareja «iba a vender los ladrillos a Cheme».
PROCEDIMIENTO IRREGULAR
Uno de los aspectos más llamativos del caso, que la defensa de Will planteó es la aparente falta de autorización judicial para el procedimiento policial.
El letrado aseguró que el 19 de junio, días antes del operativo, la Dirección de Drogas Peligrosas ya había informado a la Fiscalía Federal, a cargo del fiscal Flavio Ferrini, sobre una posible «transacción comercial» de estupefacientes en el barrio Laguna Seca. La nota de Drogas Peligrosas incluso mencionaba que «un tal Fede» (presumiblemente Federico Cheme) estaría involucrado.
Sin embargo, a pesar de esta comunicación, la Fiscalía Federal «no inició ninguna investigación ni tampoco autorizó» a Drogas Peligrosas a actuar, sostuvo el abogado.
La defensa argumenta que la policía, salvo en casos de delito in fraganti, no puede llevar adelante una investigación sin control y autorización fiscal. «La fiscalía lo va a tener que aclarar por qué [la policía actuó sin autorización]».
CÓMO SIGUE LA INVESTIGACIÓN
Con los imputados habiendo declarado, la etapa actual de la investigación se centrará en la recolección de pruebas. Se ha solicitado la realización de pericias telefónicas y que se cite a declarar tanto al personal policial como a los testigos civiles que presenciaron el procedimiento, con el objetivo de obtener un relato completo de lo ocurrido, más allá del acta policial inicial.