El decreto 429/2025, firmado por el presidente Javier Milei, eliminó el Fondo de Compensación para Pequeños Productores Algodoneros (FCIPA), lo que generó un fuerte rechazo en la provincia del Chaco.
La medida afecta directamente a miles de productores que dependían de este instrumento para afrontar contingencias climáticas, acceder a tecnología y mantener la competitividad del cultivo.
La eliminación del fondo fue justificada en el texto oficial por el «vencimiento de los fondos» y la «imposibilidad de implementar seguros agrícolas», aunque sin detallar estudios técnicos ni consultas a las provincias productoras. La decisión se enmarca en una política nacional de reducción de subsidios, especialmente aquellos dirigidos a economías regionales.
Desde su creación en 2006, el FCIPA había sido respaldado por diferentes fuerzas políticas. Representaba una herramienta clave para mantener la producción de algodón, especialmente en el norte argentino, siendo Chaco la principal provincia beneficiaria.
PRONUNCIAMIENTO DE CAPITANICH
El ex gobernador Jorge Capitanich, actual presidente del Partido Justicialista del Chaco, calificó la eliminación del fondo como «un golpe directo a miles de pequeños y medianos productores». En un documento público, responsabilizó tanto al presidente Milei como al gobernador Leandro Zdero por las consecuencias económicas que puedan derivarse de esta medida.
Capitanich enfatizó que «están empujando a la quiebra a nuestros productores» y aseguró que «sin producción no hay Nación; sin campo no hay futuro». Además, convocó a una unidad de acción para exigir la restitución del fondo, alertando sobre el riesgo de concentración económica y pérdida de soberanía productiva.
A su vez, el dirigente recordó que la ley que daba sustento al fondo había sido aprobada con «consenso transversal» y señaló que el presidente Milei «ni conoce el Chaco, ni le importa». Denunció que la decisión se tomó sin diálogo previo con actores locales del sector.
Defensa del gobierno provincial
En respuesta, el ministro de la Producción de Chaco, Hernán Dudik, cuestionó las declaraciones de Capitanich y defendió la postura del gobierno provincial. Aseguró que «con fondos propios reemplazamos a aquellos que estaban previstos en la Ley Algodonera».
Dudik sostuvo que durante la gestión de Capitanich «se cerraron desmotadoras» y que Chaco perdió el liderazgo nacional en producción algodonera, quedando detrás de Santiago del Estero. También mencionó la entrega discrecional de tierras fiscales y la falta de políticas sostenibles como factores que deterioraron el sector.
El funcionario señaló que el gobierno actual destinó $2.781 millones en 2025 para apoyar al sector, además de los créditos del programa +Campo, que suman $5.383 millones. A esto se agrega una inversión de $1.795 millones realizada en 2024.
CRÍTICAS A LA GESTIÓN ANTERIOR
El ministro de Producción cuestionó que «nunca se aplicaron correctamente los alcances de la Ley Algodonera durante la gestión anterior». Indicó que no se implementaron mecanismos de seguro ni programas de fomento, y que la última transferencia nacional fue en 2023, por apenas \$190 millones.
Dudik también denunció que la provincia debió asumir una deuda de un millón de dólares con una empresa proveedora de semillas, lo que habría sido heredado de la gestión anterior. Según sus dichos, esto impactó en la planificación productiva y en la provisión de insumos críticos.
Para el funcionario, el gobierno anterior promovió «el asistencialismo y el populismo» sin aportar herramientas reales de desarrollo. En contraposición, afirmó que la actual administración apuesta a una «producción sustentable con rentabilidad».
Situación del sector algodonero
El cultivo de algodón es una de las principales actividades económicas del Chaco, donde históricamente ha generado empleo rural, industrialización y arraigo poblacional. La cadena algodonera incluye etapas como la siembra, la cosecha, el desmote y la fabricación textil.
Según datos oficiales, la provincia había recuperado parte de su protagonismo en los últimos años, aunque con fluctuaciones en la superficie sembrada y en los niveles de producción. Factores climáticos, precios internacionales y falta de inversión fueron señalados como causas de estas variaciones.
La eliminación del FCIPA impacta directamente en los pequeños productores, quienes dependen de subsidios, créditos blandos y apoyo logístico para sostener sus campañas. Sin ese acompañamiento, muchas unidades productivas quedarían expuestas a la descapitalización.
Escenario político y reclamos
La polémica reaviva las tensiones políticas entre el oficialismo provincial y el justicialismo chaqueño. Mientras Capitanich convoca a la defensa judicial del fondo, el gobierno de Zdero refuerza su estrategia de contención con fondos propios, en sintonía con la política fiscal del gobierno nacional.
El Partido Justicialista anunció que acompañará a los productores en todas las instancias necesarias para «defender sus derechos» y buscará que se restablezcan herramientas de fomento productivo. Asimismo, pidió a los legisladores chaqueños que promuevan nuevas iniciativas en el Congreso.
Desde sectores vinculados al cooperativismo y a las organizaciones rurales también se escucharon reclamos por mayor previsibilidad y diálogo. El escenario productivo 2025 se encuentra atravesado por incertidumbres económicas, lo que agrava el impacto de la eliminación del fondo.