Con julio comenzó laa semana de la Dulzura, fecha que invita a regalar golosinas a cambio de un beso. La fecha busca traccionar las ventas en un contexto díficil, ya que los kiosqueros chaqueños atraviesan uno de los peores momentos comerciales del año. “Junio ha sido el peor mes de los últimos dos años”, advirtió Rolando Kraemer, presidente de la Asociación de Kiosqueros Unidos del Chaco. En contacto con radio Libertad , el referente aseguró que las ventas se desplomaron por el frío extremo, la baja circulación y el deterioro del poder adquisitivo.
La tradicional campaña de intercambio de golosinas por gestos afectivos apenas logró amortiguar la situación: “Probablemente esto sea un aliciente, pero las ventas siguen muy bajas”, expresó Kraemer. Según explicó, los kioscos lograron algún leve repunte con la venta de chocolates, el producto más demandado en días de bajas temperaturas, aunque insuficiente para revertir la caída general del consumo.
“El frío fue extremo y la gente no sale. Incluso uno mismo que debería tomar dos litros de agua por día, no pasa de medio litro”, graficó el referente sectorial. Esa retracción, según su análisis, impactó especialmente en el rubro de bebidas, tanto alcohólicas como sin alcohol, que tradicionalmente representa una porción importante de la facturación de los kioscos.
Kraemer no solo reflejó el pulso de una actividad golpeada por la coyuntura económica y climática, sino que expuso con crudeza un diagnóstico estructural sobre la provincia del Chaco. Desde los costos energéticos hasta la formación educativa, pasando por la presión impositiva y la falta de diálogo con el gobierno, su análisis propone pensar más allá de una semana comercial. En sus palabras, la clave está en asumir decisiones estratégicas que permitan revertir la dependencia y reconstruir una provincia viable.
Cuánto cuesta regalar dulzura?
Consultado sobre los precios de los chocolates durante esta Semana de la Dulzura, Kraemer brindó algunos valores de referencia: “Podés arrancar con 3500 o 4000 pesos con un chocolate chiquitito. Un bloc de un kilo ronda los 30 mil pesos”. Sin embargo, aclaró: “Depende de tu bolsillo y de tu amor, y de la macana que te mandaste”.
A pesar del contexto adverso, Kraemer afirmó que aún es posible encontrar opciones accesibles para quienes deseen mantener viva la tradición. “Se puede hacer un presente interesante con bomboncitos o caramelos, sin gastar tanto”, aseguró.
Precios estancados
Kraemer también se refirió al comportamiento de los precios en el rubro, y sostuvo que algunos valores “están igual o incluso por debajo que en diciembre de 2023”, como es el caso de las latas de cerveza. En contraposición, señaló que las gaseosas de marcas multinacionales “no acompañan el sacrificio del pueblo” y que en algunos casos registraron aumentos del 15% entre compras.
“No convalidamos aumentos que no tengan relación con la inflación actual”, afirmó. Aseguró que el sector aplica un filtro selectivo y evita comprar productos que se encarecen sin justificación razonable. “Nos volvimos expertos en supervivencia”, ironizó, reconociendo que el contexto inflacionario obliga a decisiones quirúrgicas en cada reposición.
Las tarifas al límite
Otro de los reclamos de Kraemer fue la falta de interlocución con las autoridades provinciales. “Tenemos dos audiencias pedidas con el gobernador y no logramos que nos atienda”, lamentó. El dirigente expresó preocupación por el impacto de los costos fijos, en particular los energéticos. “Los kioscos somos electrodependientes”, explicó, y detalló que deben mantener heladeras, aire acondicionado y equipos para conservar productos sensibles a la temperatura, como los chocolates.“El aire acondicionado lo cortamos en marzo, aguantamos el calor como pudimos, pero hay mercadería que no se puede tener caliente”, subrayó.
Además, criticó la falta de planificación en materia energética: “Escuché que se construyó un parque solar que abastecería a 300.000 hogares, pero cuando hacés la cuenta, eso equivale a 1.200.000 personas. Entonces, ¿no deberíamos tener ya abastecimiento propio?”.
Kraemer profundizó sus críticas y cuestionó el modelo económico provincial: “Nuestra matriz económica no es viable, es altamente dependiente del Estado nacional”, sostuvo. En ese sentido, consideró que más del 50% de la riqueza chaqueña es absorbida por el Estado, lo cual frena la posibilidad de desarrollo del sector privado.
“No estoy diciendo que hay que echar a los empleados públicos, sino que debemos pensar estratégicamente. Si no hay coparticipación, estamos muertos”, declaró. Según su visión, la provincia debería encarar un proceso de transformación estructural que permita generar empleo privado y reducir la dependencia.
Competitividad
Kraemer no esquivó temas estructurales y también apuntó al sistema educativo. “Los chicos que salen del secundario no saben hacer una carta de presentación”, criticó. Lamentó la baja preparación de los jóvenes para insertarse en el mundo laboral, y atribuyó parte del problema a una estrategia política deliberada: “Parece hecho a propósito para generar una población sin capacidad de pensar, para que después me vote”, denunció.
Además, se refirió a la pérdida de competitividad en el mercado interno frente a países vecinos: “En Paraguay todo es más barato y tiene menos población. Entonces, ¿cómo es posible? La explicación está en la política impositiva y en la falta de incentivos”, opinó.
La inflación volvió a subir en junio y alcanzó el 2%
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) elaborado por la Fundación Libertad y Progreso registró en junio un aumento del 2,0% mensual, lo que representa una aceleración de 0,5 puntos porcentuales respecto al dato oficial de mayo, que había sido de 1,5%. Con este resultado, la inflación acumulada en el primer semestre del año alcanzó el 15,5%, mientras que la variación interanual se ubicó en el 39,9%, el nivel más bajo desde febrero de 2021.
La aceleración del IPC en junio se concentró principalmente en la primera semana del mes, producto del traslado a precios de la suba del tipo de cambio registrada en mayo, que fue del 10%, sumado a aumentos en precios regulados y en las cuotas de los colegios privados.
Durante las semanas siguientes, la inflación mostró una tendencia descendente, aunque se mantuvo por encima de los registros observados en la segunda y tercera semana de mayo. Desde la fundación explicaron que esas semanas habían sido “anormalmente bajas” debido a correcciones de precios que habían subido anticipadamente en marzo y abril, previendo un ajuste del tipo de cambio que finalmente no se concretó.
El director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, señaló que el 2% relevado para junio podría terminar siendo incluso más bajo. “Ese 2% surge de nuestro relevamiento. Sin embargo, creemos que podría ubicarse unas décimas por debajo”, sostuvo el economista.Además, adelantó una proyección optimista para el mes siguiente: “Como estamos observando que el ritmo de depreciación de nuestra moneda ha sido muy bajo, estimamos que julio se ubicará levemente por debajo de junio. Esto sería inusual, ya que estacionalmente julio suele mostrar una inflación más alta”. Abram atribuyó esa posible desaceleración al comportamiento del dólar oficial, y aseguró que “en la medida en que se desacelera la depreciación de nuestra moneda, también lo hace la inflación”.
Por su parte, el economista jefe de la fundación, Eugenio Marí, relativizó la suba del mes al afirmar que “ningún proceso de desinflación es lineal”. Según su análisis, “es natural observar algún mes con una inflación un poco más alta que el anterior, más aún en esta etapa inicial luego de la unificación cambiaria, donde varios precios relativos aún están buscando su equilibrio”.Marí enfatizó que “la clave está en que los fundamentos monetarios y fiscales dan para que Argentina vaya a una inflación de un dígito en 2026”.
¿menos del 2% en julio?
Desde la Fundación Libertad y Progreso coinciden en que la inflación de julio podría ubicarse por debajo de la de junio. Entre los factores que podrían contribuir a ese descenso mencionaron el bajo ritmo de devaluación, cierta estabilidad de precios en bienes durables y un posible freno en el traslado de costos a consumidores.
Sin embargo, aclararon que persisten incertidumbres en torno a los precios regulados, tarifas y servicios públicos, que podrían introducir nuevas presiones inflacionarias en el segundo semestre del año.