El ex ministro de Economía del Chaco y ex senador nacional, Eduardo Aguilar, entrevistado por Radio Natagalá, analizó la coyuntura económica actual del país.
En ese marco, consideró que los datos económicos reflejan el malestar que vive gran parte de la población. «Más allá de la exageración típica del presidente o de la desconexión total con la realidad, los datos son bastante compatibles con lo que vive la gente en el día a día», afirmó.
El exsenador sostuvo que los indicadores que exhiben cierta recuperación son comparativos respecto a 2024, un año de fuerte caída económica. Según su análisis, los niveles actuales apenas representan un rebote técnico. «Es una recuperación nada más de los niveles bajísimos a los que había caído la economía en 2024», explicó.
Asimismo, Aguilar remarcó que el poder adquisitivo de los salarios se encuentra fuertemente deteriorado. «El salario de cualquier trabajador formal está 25% abajo de lo que ganaba seis años atrás», indicó y señaló que este ingreso está cada vez más destinado a cubrir gastos fijos, como el aumento en tarifas.
A su juicio, el consumo muestra una reactivación desigual: mientras los sectores de altos ingresos acceden a bienes importados y turismo, el resto de la población limita su consumo a lo básico.
«El consumo de alimentos apenas reacciona; los que repuntan son los asociados a la gente de alto poder adquisitivo», afirmó.
IMPACTO DEL DÓLAR Y PRODUCCIÓN NACIONAL
Por otra parte, el exministro también analizó los efectos del tipo de cambio en la economía real. «El país se ha vuelto carísimo en dólares. No hay nada que puedas producir a un dólar de 100», sostuvo, aludiendo a la pérdida de competitividad de la industria nacional y las economías regionales.
En ese sentido, advirtió que la situación afecta incluso a sectores tradicionalmente fuertes, como el agroexportador. «No le alcanza al campo, mucho menos a una pyme», aseguró y agregó que el tipo de cambio vigente no permite sostener actividades productivas alejadas de los centros portuarios.
Aguilar apuntó que las importaciones comienzan a reflejar el regreso de productos extranjeros a las góndolas. «Vamos a ver harina de Grecia, fideos de Italia, todo lo que ya vimos muchas veces los argentinos», alertó.
También se refirió a la falta de acumulación de reservas, lo cual compromete la sostenibilidad externa. «Hoy obviamente no estás juntando dólares. No hay reservas», dijo. A modo de ejemplo, mencionó: «Los gastos en turismo de los argentinos superan todo lo que creció la exportación de petróleo de Vaca Muerta».
RIESGO FISCAL Y PERSPECTIVAS DE DEVALUACIÓN
En otro punto, Aguilar analizó las perspectivas fiscales del país y advirtió sobre la necesidad de financiamiento externo. «En el primer trimestre, la balanza de dólares fue USD5 mil millones abajo. Eso proyectado da USD20 mil millones de déficit», explicó, en referencia al desequilibrio de la cuenta corriente.
Según su visión, el gobierno nacional pospone decisiones importantes para sostener una imagen de estabilidad hasta las elecciones. Sin embargo, muchos economistas, incluso liberales, anticipan una corrección posterior. «Melconian hace un rato en el diario La Nación decía: después de las elecciones vas a tener que devaluar porque a este ritmo te vas a chocar contra la pared», citó.
Aguilar subrayó que estas advertencias provienen de economistas con afinidad ideológica con el gobierno. «Tipos que son liberales y que comparten muchas de las ideas del presidente», remarcó.
A su juicio, la Argentina necesita acuerdos básicos que permitan construir una senda fiscal y productiva estable.
«La Argentina necesita llegar a acuerdos acerca de las políticas que va a implementar», afirmó y finalizó: «Cuando el mundo vea esa previsibilidad, entonces la Argentina va a poder otra vez ser un país que le venda al mundo».
Oferta política provincial
El exsenador también analizó el panorama político en términos de liderazgos. Opinó que el tiempo político de Jorge Capitanich estaría agotado.
«No porque no tenga votos, lo que no tiene es la posibilidad de ofrecer futuro», afirmó. Según su diagnóstico, la figura del exgobernador se encuentra demasiado asociada al pasado.
Aguilar planteó que el electorado buscará nuevas referencias, aunque todavía no se perfilan liderazgos alternativos claros. «¿Cuál es la orientación alternativa que propone el peronismo?», se preguntó.
Para concluir, advirtió sobre el riesgo de polarización vacía entre opciones que, a su juicio, no representan los intereses mayoritarios. «Tengo miedo de encontrarme con Capitanich haciendo campaña por la libertad de Cristina y del otro lado con radicales apoyando un gobierno que asfixia a las provincias», resumió.
Relación entre Nación
y el Chaco
Aguilar también abordó el caso del Chaco. Cuestionó el modo en que el gobernador accede a financiamiento, mediante anticipos de coparticipación. «Creo que primero tiene que reclamar lo que le corresponde a la provincia, en vez de ir a pedir fiado», señaló.
Explicó que, al no haber transferido su sistema previsional a la Nación, el Chaco debe recibir compensaciones por el déficit previsional, lo cual no está ocurriendo. «La Nación no pasa nada a ninguna provincia», aseguró. «No lo escuché al gobernador reclamar esto», aseveró.
Asimismo, criticó la estrategia del Ejecutivo provincial de alinearse con el oficialismo nacional. «Ha tomado un rumbo de alianza con el gobierno de Milei que le implica no cuestionar nada», observó y advirtió que esta postura podría debilitar la capacidad de negociación de la provincia: «Cada vez va a tener menos para negociar si al mismo tiempo le cede los legisladores nacionales».
Representación legislativa
Consultado sobre las proyecciones políticas en la provincia, Aguilar expresó su preocupación por el futuro de la representación chaqueña en el Congreso. «Tengo mucho miedo realmente de encontrarme en la elección de octubre con los legisladores del Chaco todos violetas», dijo, en referencia a una posible hegemonía de La Libertad Avanza.
Criticó también al radicalismo provincial por su falta de distanciamiento respecto del oficialismo nacional. «El radicalismo del Chaco siempre tuvo otra orientación. Me pregunto qué tiene que ver con Milei», reflexionó.
Desde su experiencia como exministro provincial, Aguilar consideró que es preferible transparentar la situación fiscal ante la ciudadanía.
«Más allá de negociar la chiquita, decir a los chaqueños: no podemos seguir apoyando este modelo nacional», planteó.
Además, señaló que el gobernador podría tener más capacidad de reclamo si no resignara su herramienta de negociación: los legisladores nacionales.