ERSA y TCM presentaron procedimientos preventivos de crisis. Alegan caída de subsidios y pasajes. El gremio acusa al gobierno nacional por el ajuste y apunta también al Ejecutivo provincial. El lunes habrá una reunión técnica clave.
La crisis del transporte público en el Chaco sumó otro capítulo esta semana con la presentación formal de procedimientos preventivos de crisis por parte de las empresas ERSA y TCM, concesionarias de varias líneas en el área metropolitana. Ambas firmas advirtieron que atraviesan una situación financiera insostenible y propusieron suspensiones rotativas y recortes salariales para evitar la quiebra.
Las medidas fueron presentadas ante la Dirección Provincial del Trabajo. TCM propone suspender a sus empleados durante 15 días cada dos meses, pagando el 50% del salario en carácter no remunerativo. ERSA, por su parte, pidió suspender al 20% del personal durante 60 días bajo el mismo esquema. Entre ambas empresas, se encuentran en juego alrededor de 500 puestos laborales.
Desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el secretario general Raúl Abraham rechazó los planteos y advirtió que podrían lanzar medidas de fuerza si no se efectúan los pagos pendientes antes del 22 de julio. “El 23 empiezan los paros si no pagan lo que deben”, sentenció.
Críticas al gobierno nacional y provincial
Abraham apuntó directamente al presidente Javier Milei por el agravamiento de la crisis: “Esto está ocurriendo en todo el país desde que Milei eliminó el fondo compensador. Las empresas del interior quedaron sin asistencia y están al borde del colapso”.
El gremialista también cuestionó a la gestión de Leandro Zdero por haber modificado la forma en que se distribuyen los subsidios provinciales, que ahora se otorgan según la cantidad de pasajeros transportados y no por unidad computable (es decir, por chofer o colectivo). “El gobierno provincial debería tener más empatía con la gente. Cambiaron los criterios de subsidios y terminaron de complicar el sistema”, afirmó.
¿Y ahora qué?
La Dirección Provincial del Trabajo convocó para el lunes a un comité técnico con contadores, abogados y representantes gremiales para analizar la documentación presentada por las empresas y definir si efectivamente se justifican las medidas propuestas. El miércoles está prevista una audiencia específica con ERSA.
La UTA adelantó que no aceptará recortes unilaterales. “Si la empresa no demuestra que está en condiciones de pagar, y si no hay acuerdo, no vamos a convalidar ningún ajuste sobre los trabajadores”, sostuvo Abraham.
El escenario es crítico y sin una intervención concreta del Estado, tanto nacional como provincial, el conflicto amenaza con escalar y dejar a miles de usuarios sin servicio en los próximos días.