Mariel Benítez, madre de los hijos de Pablo González, habló tras el brutal asesinato ocurrido el domingo en la vereda del Bar Rojo del Club Estudiantes. Entre el dolor y la indignación, relató cómo el crimen no solo le arrebató al padre de sus hijos, sino que dejó una familia destrozada y muchas preguntas sin respuesta.
«Estamos destrozados porque fue muy injusto todo lo que le hicieron a él. Nadie, ni el peor criminal del mundo, merece morir como murió Pablo», expresó conmovida.
Benítez remarcó que González fue víctima de una violencia extrema e innecesaria, publicó Libertad Digital. Según su relato, fue atacado sin estar armado, como lo demostrarían los videos del hecho.
«Lo acorralaron entre dos o tres personas. Él estaba solo, no tenía armas, se defendió con sus manos. Tenía las manos cortadas, intentó defenderse y no me olvido de eso», recordó entre lágrimas.
FAMILIA DESTROZADA
Madre de dos menores de edad, Mariel contó que ahora debe enfrentar sola las preguntas de sus hijos. «Gracias a Dios el más grande entiende la situación, pero le quitaron el derecho de crecer con su papá. Ya no va a estar en su acto del jardín, ni en sus cumpleaños, ni en el Día del Padre. Hicieron un desastre en nuestras vidas», lamentó.
«¿Cómo le explicás a una criatura de 4 años que su papá no va a volver más? Le tuve que decir que se fue al cielo para no causarle más dolor», relató.
«Tuvimos una familia durante diez años. Hace casi nueve decidimos ser padres por primera vez, y hace cuatro otra vez. Estábamos algo distanciados desde hacía unos meses, pero recibimos 2025 juntos», explicó.
CUESTIONAMIENTOS
Benítez apuntó duramente contra los responsables del crimen, a quienes calificó como «asesinos» y denunció que tenían antecedentes. Además, cuestionó el accionar del personal de seguridad del local bailable donde comenzó la agresión.
«Ese lugar es muy conocido y muy concurrido. No actuaron como debían. Sacaron a las dos bandas afuera y lo dejaron solo. Esto fue como el caso Fernando Báez Sosa. A Pablo lo largaron a su suerte», denunció.
EL ENFRENTAMIENTO
También aseguró que la pelea comenzó dentro del boliche, y no afuera como se informó en algunos medios. «El director (presidente) del Club Estudiantes salió a desmentir todo, pero es falso. La pelea empezó adentro, y ahí mismo lo sacaron, solo, sin protección. Después le arrebataron la vida», dijo.
PEDIDO DE JUSTICIA
El dolor no opaca la determinación. Mariel afirmó que pedirá la pena máxima para los agresores. «Vamos a ir contra todo. No queremos menos que perpetua. Estas personas ya tenían antecedentes por homicidio y hasta pedidos de captura», cuestionó.
Finalmente, Benítez describió el impacto emocional y económico que atraviesa junto a su familia. «Mis hijos se quedaron sin su sostén. Pablo era todo para nosotros. No solo tengo que contenerlos sentimentalmente, también económicamente. Hicieron un daño irreparable», concluyó.
LA VOZ DE LA HERMANA
Claudia González, hermana de Pablo, expresó su profundo dolor y desconcierto tras el crimen que conmovió a la comunidad. En diálogo con Radio Libertad, exigió justicia y denunció irregularidades en el accionar de las autoridades.
«Como familia estamos destrozados. Nunca pensamos que mi hermano iba a terminar así, asesinado. Fueron tan crueles con él, esta gente es grande, no dudaron en ningún momento: fueron directo a matarlo, atacándolo en zonas vitales», denunció visiblemente conmovida.
Con la voz quebrada, Claudia describió a Pablo como un hombre querido y respetado por su entorno. «Nos sacaron una parte esencial de la familia. Él era un chico que siempre buscaba unirnos. Fue un excelente hijo, hermano, papá y tío. Un trabajador incansable, con muchas ganas de salir adelante. Un buen chico, un buen hermano», remarcó.
IRREGULARIDADES
La hermana del joven también cuestionó los errores en la documentación oficial entregada por las autoridades. «Nos dieron un acta de defunción con la causa de muerte mal escrita, y la fecha también era errónea. Queremos saber qué hay detrás de eso.
Nos entregaron un documento mal hecho y ahora nos exigen ese mismo papel para hacer la corrección. Es inadmisible», aseguró.
Claudia también denunció la falta de contacto por parte de la Justicia y la policía. «Sinceramente, nadie de la Justicia ni de la policía se acercó a mi familia. Solo el día del hecho fueron a buscar a mi hermano Franco para que reconozca a los agresores. Después, silencio total. Por eso vinimos hoy a la fiscalía, para que nos expliquen cómo va a seguir el caso», explicó.
Claudia confirmó que la familia continuará organizando movilizaciones para visibilizar el pedido de justicia. «Vamos a seguir convocando a la gente las veces que haga falta. Mi hermano ya no puede hablar, así que vamos a alzar su voz. Si él hubiera sido una mala persona, no estaríamos acompañados por tantos vecinos, amigos, conocidos. Todos hablan bien de él. Era un chico excelente», afirmó.
La familia González planea compartir futuras convocatorias a través de redes sociales, e invita a la comunidad a acompañarlos en su pedido de justicia.