Eugenio Milani, referente del sector turístico, ofreció un crudo diagnóstico sobre la situación del turismo en la provincia del Chaco. Explicó que, a diferencia de otras jurisdicciones, la oferta local se basa en productos muy específicos —como la pesca deportiva, los meteoritos o el Impenetrable—, lo cual dificulta construir una identidad turística integral.
«Chaco no está considerado como una provincia turística. Quien viene lo hace por conocimiento propio, no por una estrategia generalizada de promoción», aseguró Milani. «No es que no tengamos atractivos; al contrario. Tenemos pesca muy bien manejada, los meteoritos, aguas termales, la ciudad de las esculturas… Pero todo eso es puntual. Son nichos que requieren una promoción particular».
En declaraciones a radio Libertad explicó que esta fragmentación exige un trabajo más intenso por parte del sector: «Nuestro desafío como provincia es dividir los esfuerzos según cada rubro. A diferencia de otros destinos, no podemos ofrecer una experiencia general, sino que tenemos que desarrollar microestrategias».
Vuelos llenos,
una señal positiva
En cuanto a conectividad, Milani valoró el crecimiento del movimiento aéreo en Resistencia y su impacto en la actividad económica provincial. «Han aumentado los vuelos entre Resistencia y Corrientes, y en menos de 15 días ya están llenos. Para conseguir una tarifa razonable a Buenos Aires, hay que comprar con 15 o 20 días de anticipación», dijo.
«Eso indica que hay movimiento, ya sea por turismo o por empresarios, y eso es muy saludable para Chaco», remarcó.
Una temporada floja a nivel nacional
Milani también trazó un panorama general de la actividad turística en el país, donde la temporada invernal se presenta con resultados por debajo de lo esperado.
«En términos generales, la temporada viene floja. Bariloche, Ushuaia, Mendoza o Córdoba son los destinos más solicitados, pero ni siquiera llegan al 80% de ocupación hotelera. En otros años, ya estaban al 100% en esta fecha», señaló.
Uno de los motivos que explicó esta baja fue la acumulación de feriados previos: «La gente eligió tomarse descanso en los fines de semana largos y no ahora. Eso afectó mucho a la temporada».
Además, indicó que si bien hay movimiento, los presupuestos ajustados han cambiado las formas de viajar. «Muchas familias eligen ir en vehículo propio para abaratar. Se consulta mucho por alojamiento, y las agencias de viaje siguen siendo clave por el asesoramiento. No es lo mismo sentarse frente a una computadora que hablar con alguien que sabe», sostuvo.
El auge
de los cruceros
Una de las tendencias que Milani destacó con mayor énfasis fue el crecimiento del turismo en cruceros, que se consolida como una alternativa frente al turismo tradicional.
«Hace tiempo vengo diciendo que los cruceros están creciendo muchísimo, y ahora lo vemos claro. Ofrecen comidas, espectáculos, bebidas incluidas, y tarifas aseguradas con un año de anticipación. Eso permite planificar, pagar en cuotas, y seguir viajando incluso en tiempos difíciles», afirmó.
También destacó que los cruceros son ideales para familias: «Tienen entretenimiento para todas las edades. Ya no tenés que preocuparte por qué hacer con tu hijo de 3 o de 14 años. Está todo contemplado. Además, ya salen cruceros desde Buenos Aires con promociones especiales para fechas como Navidad o Año Nuevo».
«Hay que agudizar la imaginación»
Finalmente, Milani reflexionó sobre el momento que atraviesa el sector: «No la estamos pasando bien, como muchos otros sectores. Pero si hay algo que tenemos los agentes de viaje es imaginación. Nuestro trabajo es buscar cómo hacer que la gente concrete ese deseo de viajar, y que eso también sea rentable para nosotros».