El presidente del PRO Chaco, Patricio Amarilla, confirmó en declaraciones a Radio Natagalá que su espacio mantiene conversaciones con diversos sectores políticos de cara a las elecciones nacionales del 26 de octubre. Sin embargo, descartó cualquier posibilidad de alianza con la Unión Cívica Radical (UCR) o con La Libertad Avanza, remarcando que existen diferencias ideológicas y estratégicas insalvables.
«Creemos en el diálogo, justamente en la política que hace falta más allá de las banderas», declaró Amarilla en diálogo con Radio Natagalá.
No obstante, aclaró que «de un diálogo o un acercamiento a un acuerdo político hay una gran distancia», haciendo referencia a intercambios con dirigentes como Aguilar Sardo, con quienes no llegaron a coincidencias de base.
Amarilla explicó que el PRO está retomando conversaciones con partidos que integraban anteriormente la coalición Juntos por el Cambio, aunque aclaró que muchos de esos vínculos se vieron alterados por diferencias con el gobierno provincial, lo que derivó en la salida de varios sectores de la alianza local. «Definimos que estamos queriendo hacer una alternativa fuera de la UCR y La Libertad Avanza», sostuvo.
Consultado sobre eventuales acercamientos al oficialismo, Amarilla fue tajante: «Nuestro límite es el kirchnerismo, que siempre fue nuestro principal rival. Nuestro partido nació como oposición al kirchnerismo», alineándose con las definiciones de la conducción nacional del PRO.
CRÍTICAS A LA GESTIÓN PROVINCIAL
Amarilla también se refirió a la situación socioeconómica de la provincia y a lo que, según su análisis, son las principales falencias de la gestión actual. Entre ellas, señaló carencias en el sistema de salud y una desconexión entre los funcionarios y la ciudadanía. «Hay una falencia económica que hay que subsanar de alguna manera», manifestó.
El dirigente advirtió que desde el PRO se busca «una mayor cercanía con la población» y que no están viendo esa actitud en el actual gobierno. «Nosotros siempre estamos alzando nuestra voz porque hemos sido socios y creemos en el proyecto», afirmó.
Sin embargo, diferenció esta postura de un respaldo incondicional, ya que «no se trata de ideologías o nombres», sino de resultados concretos.
En ese marco, Amarilla remarcó que «si vamos a armar una alternativa, estamos trabajando en eso», con la intención de ofrecer «caras nuevas y formas nuevas» de hacer política.
Cuestionó los métodos tradicionales, como «reunirse un día y al otro salir en prensa a decir algo que no ocurrió», práctica que consideró propio del estilo que el PRO quiere combatir.
El presidente del PRO chaqueño insistió en que el diálogo sigue abierto, pero con criterios bien definidos. «Podríamos ser aliados estratégicos por fuera o por dentro», señaló, pero aclaró que se trata de un proceso en construcción que no se guiará por acuerdos apurados ni decisiones oportunistas.
POSICIÓN ANTE LA LIBERTAD AVANZA Y EL OFICIALISMO
Amarilla reconoció que hubo apoyos desde el PRO nacional a algunas medidas económicas del actual gobierno, especialmente aquellas orientadas al equilibrio fiscal, pero aclaró que eso no implica una alianza formal ni una subordinación política. «Nosotros somos un partido de gobierno nacional, con gobernadores, intendentes, un presidente», subrayó.
En ese sentido, rechazó la posibilidad de acompañar un espacio político sin estructura, liderado por dirigentes que, según sus palabras, «ya son conocidos» pero representan «formas viejas de hacer política». Para el PRO chaqueño, una posible coalición debe sustentarse en una propuesta renovadora, con liderazgo propio y sin perder autonomía.
Respecto a la posibilidad de integrar listas conjuntas, Amarilla sostuvo que «no podríamos ir de furgón de cola de un espacio nuevo», y agregó: «Si vamos a armar una alternativa, tenemos que tener caras nuevas». Así, buscó diferenciar su espacio de aquellos sectores que promueven alianzas sin una base programática sólida.
Amarilla también descartó que las decisiones políticas actuales del PRO respondan a resentimientos por el armado electoral previo. «No es rencor, entendemos los tiempos políticos», aseguró y reiteró que el diálogo permanece abierto «más allá de lo que estuve hablando anteriormente».