Matías Rafart, presidente de la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos del Chaco, se refirió a la situación que atraviesa el sector, en el marco de la conmemoración del Día del Trabajador Hotelero y Gastronómico, celebrado ayer.
«La situación del sector es la misma que está viviendo todo el país: bastante complicada en cuanto a ventas», reconoció Rafart.
«Desde Buenos Aires empezaron a cerrarse algunas empresas y hay muchas amenazas de cierre. Nosotros, por suerte, todavía no, pero sí vemos una baja en la actividad durante los fines de semana largos, cuando muchas personas prefieren viajar a países limítrofes como Paraguay o Brasil, que consideran más económicos», dijo.
A pesar de las dificultades, el referente del sector destacó la capacidad de resiliencia de los empresarios locales: «Siguen abriendo nuevos negocios y se mantienen los que ya están. Eso habla del esfuerzo permanente que hacemos para sostener los puestos de trabajo y atraer a la gente».
Consumo retraído y cambio en los medios de pago
Consultado sobre el comportamiento del consumidor, Rafart indicó que el consumo sigue presente, pero con matices. «Después de la pandemia hubo un gran boom de nuevos negocios gastronómicos, sobre todo confiterías y restaurantes. Por suerte, pocos o ninguno ha cerrado, pese a los vaivenes económicos.
Sin embargo, junio fue un mes difícil, con dos fines de semana largos que no generaron las ventas esperadas. El factor climático también jugó en contra: las lluvias y las olas polares afectaron la circulación de personas», aseveró.
Respecto a los medios de pago más utilizados en la actualidad, explicó: «Hoy las billeteras virtuales y las tarjetas representan la mayor parte de las transacciones. Antes el efectivo era el 70% u 80% de las ventas; ahora es al revés. El paradigma cambió completamente».
Aunque reconoció que la gente sigue saliendo, aclaró: «La actividad continúa mientras el clima acompañe. Hay una gran variedad de bares y opciones, y eso sigue convocando».
El dirigente también se refirió al impacto que tienen los costos fijos en la actividad. «La luz sigue siendo cara, los alquileres se ajustan con la inflación y eso depende de cada caso, pero sí: los servicios públicos como agua y electricidad se han incrementado. Nosotros tratamos de adaptarnos y trasladar lo menos posible esos costos a los precios, pero no siempre es fácil», dijo.
Balcones gastronómicos
En otra parte se refirió a la intimación que el municipio de Resistencia realizó a locales gastronómicos para retirar los balcones colocados en la vía pública: «Nosotros siempre dijimos que estos espacios no son un obstáculo, sino un atractivo turístico.
Funcionan en muchas ciudades del país y del mundo. Para nosotros representan un diferencial que se usa y que los clientes valoran. Si no fuera así, no los tendríamos, porque su mantenimiento es costoso y requiere incorporar más personal».
Sin embargo, lamentó que el municipio haya decidido mantener la resolución. «La decisión quedó firme. Los comerciantes intimados deben desmontarlos en el plazo establecido. Nosotros ya manifestamos nuestro rechazo, pero la Intendencia tiene otra visión, diferente al resto del país. Nos parece una medida equivocada», concluyó.
«Los eventos son un atractivo»
Consultado sobre la reciente confirmación de la tradicional Pesca del Dorado en la provincia, Rafart celebró la noticia y sostuvo que ese tipo de actividades «siempre vienen bien» para atraer visitantes.
«Todo evento suma gente y eso se traduce en movimiento para la gastronomía y la hotelería. Ya sea un torneo, un congreso o una actividad religiosa, todo impacta positivamente en nuestro rubro», afirmó.
«Esperamos que la Pesca del Dorado no sea solo una actividad de paso, sino que también motive a los visitantes a hospedarse y disfrutar de los servicios. Nosotros estamos preparados para atender esa demanda y lograr que quienes pasan por la ciudad quieran volver», subrayó.
«El primer semestre fue
muy duro»
El dirigente reconoció que la situación del sector hotelero sigue siendo delicada, especialmente por la fuerte caída de la actividad durante el primer semestre del año.
«Nuestro turismo depende principalmente de eventos: deportivos, religiosos o académicos. Si no hay actividad, el turismo se mueve poco y los hoteles tienen baja demanda», explicó.
No obstante, reconoció una leve mejora en los últimos meses: «Hoy, por suerte, hay congresos y otras actividades que nos permiten tener algo de movimiento, pero venimos de un inicio de año muy difícil».
Reclamos por la competencia desleal de los alquileres temporarios
Consultado sobre la regulación de los alquileres temporarios o hostel, que hoy representan una competencia desleal para la hotelería formal precisó que «ese problema persiste. Estamos impulsando una ley para que estos alquileres se regularicen. Como toda actividad comercial, deben pagar impuestos y estar habilitados».
En ese sentido, remarcó que la implementación de la norma requiere la adhesión de los municipios. «Entendemos que no es fácil y que hay que reglamentar muchas cosas, pero desde nuestra parte seguimos insistiendo para que se avance en ese sentido», dijo.
Optimismo pese a las dificultades
Consultado sobre el cierre de establecimientos, Rafart mencionó algunos casos puntuales: «No hemos tenido confirmaciones de cierres recientes. Al contrario, se han abierto nuevos hoteles, como el Gualamba en el interior, lo que demuestra que todavía hay gente que apuesta al turismo en el Chaco».
También destacó la reactivación del antiguo hotel Lemirson, que volvió a abrir sus puertas bajo el nombre de Alba Suites, como una señal positiva para el sector.
Pese al contexto, Rafart manifestó su esperanza de cara al último trimestre del año. «Si no fuéramos optimistas, estaríamos pensando en cerrar todo. Siempre apostamos a que la economía se reactive. Con cada cambio de gobierno, esa es la idea y la esperanza», expresó.
En esa línea, anticipó que la primavera podría marcar un repunte. «Esperamos que la próxima temporada alta sea buena. Que el clima acompañe, que deje de llover y que los bares vuelvan a llenarse como ocurrió en este último fin de semana, con ese pequeño veranillo», señaló.
Por otra parte, el referente hotelero reconoció que la cercanía geográfica con Asunción y Foz de Iguazú tiene un impacto directo en la actividad local, especialmente cuando el valor del dólar favorece a los destinos vecinos.
«Cuando el dólar está bajo, se hace barato ir a Paraguay a comer, comprar o pasar un fin de semana. Eso nos afecta muchísimo», advirtió.
Por otra parte, también se mostró esperanzado con revertir ese fenómeno: «Esperamos que no sea siempre así. Ojalá se empiece a dar también el movimiento inverso, que la gente de Asunción o de Brasil venga a Resistencia y se quede más días».
Finalmente, Rafart aprovechó la ocasión para saludar a los trabajadores del sector: «En este Día del Trabajador Hotelero y Gastronómico, quiero mandar un fuerte abrazo a todos los que hacen posible que nuestra actividad se mantenga viva. Ellos son los verdaderos protagonistas para que Resistencia siga siendo una ciudad de bares y servicios».
De dónde surge la efeméride
En Argentina, desde 1948 que todos los 2 de agosto se celebra el Día del Trabajador Hotelero y Gastronómico, en honor al sector que comprende a todos los chefs, ayudantes de cocina, mozos, barmans, baristas y hoteleros de nuestro país. ¿De dónde surge este día tan especial para los hoteles y las cocinas argentinas?
El Día del Trabajador Gastronómico se conmemora cada 2 de agosto en Argentina, en homenaje a la fundación de la Federación Obrera Argentina de la Industria Hotelera (Foaih) en 1948.
Esto significó la agrupación todos los gremios de las ramas hoteleras y gastronómicas del territorio nacional, las cuales venían organizándose desde hace más de 40 años. Esta unión se empezó a gestar a partir de 1944, cuando los gremios creados por especialidad dentro de una misma región, se agruparon para crear asociaciones de trabajadores de mayor porte y con un alcance geográfico mayor.
Esta organización fue el germen de la actual UTHGRA, que nuclea a más de 450.000 trabajadores del sector en todo el país.
En Buenos Aires, el gremio tiene fuerte presencia y organiza eventos masivos como fue en 2024 la cena de camaradería en La Rural, que reunió a más de 35.000 comensales, con 2.100 mozos y 450 cocineros en acción.