El ministro de Economía del Chaco, Alejandro Abraam, confirmó en declaraciones a La Radio que la provincia efectuó el pago correspondiente al vencimiento de agosto de un título de deuda emitido durante la gestión del exgobernador Domingo Peppo.
Este instrumento financiero fue colocado en dólares y cayó en default en 2020, durante la administración de Jorge Capitanich. En 2021, se concretó una reestructuración que fijó pagos semestrales de aproximadamente USD40 millones.
Abraam explicó que el compromiso original era por USD250 millones y que hasta la llegada de la actual gestión, en febrero de 2024, no se había cancelado ninguna cuota de capital.
El pago reciente corresponde al segundo vencimiento afrontado por el actual gobierno, tras el efectuado en febrero de este año.
Asimismo, el ministro detalló que el título tiene vencimientos programados en los meses de febrero y agosto hasta febrero de 2028, restando aún cinco cuotas por pagar. Cada una asciende a alrededor de USD40 millones, lo que totaliza cerca de USD200 millones pendientes.
CONSECUENCIAS DE UN EVENTUAL DEFAULT
El funcionario provincial advirtió sobre los riesgos de no cumplir con estas obligaciones. «No cancelarla implicaría entrar en un default y con las consecuencias que ello implica para la posibilidad de acceso al crédito por parte de la provincia», señaló.
Abraam comparó la situación con la de un ciudadano registrado en el Veraz: «Es lo mismo que cuando te afectan al Veraz. Vos querés ir a sacar un crédito y te dicen que no podés porque estás afectado».
En este sentido, explicó que el incumplimiento impediría obtener financiamiento de organismos internacionales como Fonplata, cuyas líneas de crédito son utilizadas para financiar obras de infraestructura escolar y otros proyectos esenciales para el desarrollo provincial.
MECANISMOS DE FINANCIAMIENTO UTILIZADOS
Para afrontar los pagos, el gobierno chaqueño recurrió a distintas herramientas financieras. Según precisó el ministro, el primer vencimiento de febrero de 2024 se cubrió mediante un anticipo de coparticipación, es decir, con recursos que forman parte de la cuota mensual que recibe la Provincia de la Nación.
Posteriormente, se utilizaron fondos provenientes de un préstamo otorgado por el Banco Nación, además de la emisión de letras y, más recientemente, de un nuevo título en pesos.
Abraam remarcó que «todo se hizo en pesos», aunque la deuda original y reestructurada está nominada en dólares.
El funcionario también reconoció que parte de la operación consistió en refinanciar deuda para evitar el incumplimiento: «Es como sacar otro préstamo para pagar la tarjeta y festejar que está al día».
Perspectiva
De acuerdo con el calendario vigente, el próximo vencimiento se producirá en febrero de 2026.
Abraam adelantó que la cartera trabaja en distintas estrategias para llegar a esa fecha con los fondos necesarios. «Es una tormenta que esperamos pase pronto. Estamos trabajando en eso», expresó.
Impacto fiscal y limitaciones
Abraam reconoció que los pagos de deuda limitan la capacidad de inversión de la provincia. «Sé que se hubieran hecho muchas cosas, hubieran hecho muchas cuestiones de infraestructuras necesarias para el Chaco», admitió.
Pese a ello, sostuvo que las obligaciones deben cumplirse para no afectar el crédito provincial. La falta de liquidez llevó al ministro a declarar que «no me quedó plata ni para el agua», aunque aclaró que se trató de una expresión sobre la magnitud del ajuste necesario.
El titular de Economía aseguró que los salarios de los trabajadores estatales no corren riesgo: «Los sueldos se vienen pagando y lo que estamos tratando es de garantizar el tema del pago del sueldo, que es lo que vamos a hacer».
Posibilidad de
reestructurar la deuda
Consultado sobre alternativas para modificar los plazos de pago, el ministro indicó que una reestructuración requiere la conformidad del acreedor.
El principal tenedor de estos títulos sería un inversor extranjero, identificado como el mayoritario en la cartera, con características de fondo buitre.
«Hasta ahora no están dadas las condiciones para iniciar un proceso de reestructuración. El tenedor tiene otras ambiciones que a veces son exageradas», afirmó.
Abraam sostuvo que el equipo económico trabaja para encontrar una salida que alivie el flujo de pagos, aunque reconoció que la negociación es compleja.
El funcionario insistió en que la prioridad es evitar el default, dado que sus consecuencias serían más perjudiciales que el esfuerzo de cumplir con los vencimientos en las condiciones actuales.