El exgobernador defendió la emisión de deuda internacional por USD250 millones realizada en su gestión, argumentando que fue necesaria para resolver embargos derivados de juicios judiciales y financiar obras públicas. Aseguró que la operación se realizó con capacidad de repago. Cuestionó al actual gobierno provincial por, según él, no prever vencimientos conocidos, acumular déficit y financiarlo con deuda de corto plazo, lo que considera agrava la situación económica del Chaco.
El exgobernador Domingo Peppo, en declaraciones a Radio Libertad, cuestionó al actual gobierno provincial por «trasladar responsabilidades» y no asumir la situación económica heredada.
Explicó que la deuda internacional de USD250 millones tomada durante su gestión tuvo como principal desencadenante un conflicto judicial iniciado en 1991, a partir de un incremento salarial del 113% a miembros del Superior Tribunal de Justicia (STJ) que no fue replicado al resto de los magistrados mediante la «ley de enganche». Esta situación derivó en una serie de juicios que, años después, provocaron embargos sobre fondos de coparticipación.
Peppo relató que, al asumir en diciembre de 2015, encontró el proceso judicial consolidado y con embargos en curso. Aseguró que el gobierno nacional de entonces aconsejó salir al mercado internacional, dado que el contexto financiero argentino incluía operaciones de endeudamiento.
Para ello, sostuvo, se contó con el aval del Banco Central y del Ministerio de Economía, y se alcanzó un acuerdo político con la oposición en la Legislatura chaqueña para determinar el destino de los fondos.
El exmandatario afirmó que el crédito internacional incluyó recursos no solo para el pago de sentencias judiciales, sino también para obras públicas, aportes a municipios, infraestructura hídrica en El Impenetrable y el puerto Las Palmas, además de un fondo específico para la construcción de un nuevo edificio de la Legislatura, que -según dijo- permanece en un fideicomiso.
En cuanto a la deuda con el Poder Judicial, indicó que fue cancelada mediante un bono a diez años. «Siempre cumplimos en tiempo y forma con los intereses», subrayó y destacó que durante su mandato no se responsabilizó a gestiones anteriores, pese a que recibió una situación económica compleja.
Asimismo, Peppo insistió en que la colocación de deuda fue acompañada de un plan económico que, según él, garantizaba la capacidad de repago. «No es que nos dieron el crédito en forma irresponsable», expresó y agregaó que la operación fue presentada ante inversores en Nueva York y Londres.
CRÍTICAS A LA GESTIÓN ACTUAL
Y DESTINO DE LOS FONDOS
Peppo sostuvo que la actual administración provincial «tiene una lectura equivocada» de sus cuentas públicas y que enfrenta un déficit creciente financiado con endeudamiento de corto plazo. «Es como pagar la tarjeta de crédito del Banco del Chaco con un crédito del Banco Nación», ejemplificó, advirtiendo sobre una «bola de nieve» difícil de frenar.
El exmandatario consideró que el equipo económico provincial «está agotado» y que el gobernador debería rever sus políticas.
Afirmó que quien aspiraba a conducir la provincia «sabía» de los vencimientos y debía preverlos, ya que formaban parte de un cronograma conocido. A su juicio, el problema no radica en la deuda heredada, sino en el déficit mensual acumulado desde el inicio de la gestión actual.
Sobre los fondos para la Legislatura, señaló que «deben estar en un fideicomiso que administra la Cámara de Diputados» y que su gobierno transfirió los recursos con la obligación de informes periódicos sobre su uso.
«Cumplíamos al pie de la letra enviando informes de cada gasto y su afectación», aseguró, agregando que parte del dinero también fue destinado a municipios y comunidades originarias.
Peppo remarcó que su gestión buscó «resolver en un contexto difícil» sin culpar a terceros. «No me escucharon jamás echarle la culpa en toda mi gestión de gobierno a las gestiones anteriores», manifestó, insistiendo en que la deuda fue tomada «con mucha responsabilidad» y con capacidad de repago demostrada en ese momento.
Finalmente, consideró que la actual crisis fiscal provincial es producto de una combinación de deuda de corto plazo y déficit operativo, lo que, en su opinión, limita las alternativas del gobierno para resolverla y lo lleva a «responsabilizar a otros» en lugar de «gestionar las cuentas públicas como deberían hacerlo desde el comienzo».