La Escuela de Educación Técnica 24 Simón de Iriondo, ubicada en el corazón de Resistencia, se convirtió en el escenario de una jornada destinada a la Prevención y Promoción de la Salud Integral en Adolescentes, un evento que reunió a estudiantes, docentes y autoridades provinciales en un esfuerzo conjunto por fortalecer la educación emocional y la prevención de conductas de riesgo.
La iniciativa se llevó adelante en el marco del programa Fortaleza, una política pública provincial orientada a la atención integral de la juventud, que busca generar entornos de contención y desarrollo personal.
Durante la jornada, la comunidad educativa tuvo la oportunidad de analizar y debatir temáticas esenciales para la etapa adolescente, con especial énfasis en la prevención de consumos problemáticos de sustancias, así como en la promoción de habilidades socioemocionales.
La actividad incluyó espacios de diálogo abiertos, charlas informativas y dinámicas participativas que permitieron a los jóvenes expresar sus inquietudes y reflexionar sobre los desafíos que enfrentan en su vida cotidiana.
La vicegobernadora Silvana Schneider encabezó el encuentro y destacó la importancia de fortalecer la autoestima y la identidad positiva de los adolescentes, resaltando que estas iniciativas contribuyen a la construcción de un sentido de pertenencia y empoderamiento fundamental en esta etapa de la vida.
Según Schneider, «Fomentar un sentido de pertenencia y empoderamiento es vital para que los adolescentes enfrenten los desafíos de esta etapa de sus vidas», dijo, subrayando la necesidad de acompañamiento institucional en la formación integral de los jóvenes.
El programa también contó con la presencia del subsecretario de Juventud, Everest Jovanovich, quien remarcó la necesidad de crear espacios de escucha y contención emocional, que permitan a los adolescentes adquirir herramientas para su autovaloración y desarrollo personal.
«Brindarles herramientas para la autovaloración y el desarrollo personal les permitirá construir un proyecto de vida sólido y enfrentar los obstáculos con mayor seguridad», afirmó Jovanovich, señalando que la prevención requiere un abordaje integral que considere el bienestar psicológico, social y educativo de los jóvenes.
La coordinadora del programa Fortaleza, Alejandra Castro, enfatizó que el enfoque de la jornada es eminentemente preventivo y educativo, buscando abrir un canal de comunicación seguro donde los adolescentes puedan expresar inquietudes y recibir orientación profesional.
«Buscamos abrir espacios de diálogo sobre cuestiones delicadas como los consumos problemáticos. Los adolescentes están mostrando un gran interés, y es esencial que encuentren un ambiente acogedor para expresar sus inquietudes», explicó Castro, subrayando la relevancia de crear entornos confiables y acompañados por especialistas.
La directora de la institución, Mirtha Medina, destacó la importancia de que los aprendizajes adquiridos durante la jornada se transmitan al ámbito familiar, promoviendo la creación de redes de apoyo que fortalezcan el bienestar de los jóvenes más allá del aula.
«Es fundamental que lo aprendido aquí sea compartido en casa, creando una red de apoyo que trascienda el aula», afirmó Medina, apuntando a la necesidad de un compromiso comunitario que complemente el trabajo educativo.
PRESENCIA DE AUTORIDADES
La participación de Schneider y Jovanovich se enmarca dentro de una política provincial orientada a consolidar programas de prevención que actúen sobre factores de riesgo y promuevan el desarrollo integral de los adolescentes.
Durante la jornada, se destacó el rol central del Fortaleza, que se consolida como un mecanismo estratégico para abordar de manera integral las problemáticas asociadas a los consumos problemáticos, ofreciendo soporte emocional y acompañamiento en la construcción de proyectos de vida sólidos y responsables.
El encuentro contó además con representantes de la subsecretaría de la Juventud, quienes recordaron que la prevención requiere no solo de intervenciones puntuales, sino de la creación de espacios permanentes de contención y orientación, donde los adolescentes puedan encontrar referentes confiables que guíen su desarrollo personal y social.
La articulación entre autoridades y comunidad educativa permitió que la jornada tuviera un carácter participativo y abierto, con instancias de intercambio que fomentaron el diálogo y la reflexión sobre temáticas sensibles, fortaleciendo así los vínculos entre escuela, familia y Estado.
Se remarca que la relevancia de la jornada radica en su capacidad de combinar la educación formal con estrategias de prevención y promoción de la salud, lo que permite ofrecer a los adolescentes herramientas concretas para enfrentar situaciones de riesgo y tomar decisiones informadas sobre su bienestar.
Objetivos del programa
El programa Fortaleza se centra en la creación de una red de contención integral, que articula esfuerzos entre distintos ministerios y organismos provinciales, con el propósito de ofrecer asistencia y seguimiento a personas con consumo problemático de sustancias.
Su objetivo es atender de manera transversal las necesidades de los adolescentes y sus familias, buscando no solo la prevención, sino también la reinserción social de quienes presentan conductas de riesgo.
La atención integral que ofrece el programa incluye servicios médicos, psicológicos y sociales, garantizando un abordaje completo y coordinado que contemple todas las dimensiones del bienestar juvenil.
Además, se asegura el acceso a grupos de apoyo, recursos comunitarios y herramientas que faciliten la recuperación y el fortalecimiento personal de los adolescentes y sus familias.
La articulación interinstitucional permite que cada acción sea evaluada y ajustada según los resultados obtenidos, garantizando que las políticas públicas sean efectivas y sostenibles en el tiempo.
ARTICULACIÓN INTERINSTITUCIONAL
La colaboración entre instituciones educativas y organismos gubernamentales es un pilar fundamental para el éxito del programa, ya que permite combinar recursos, conocimientos y estrategias de intervención.
Esta coordinación refuerza el compromiso del Estado con la prevención y la atención integral de la juventud, asegurando que los programas lleguen a quienes más lo necesitan de manera efectiva y sostenida.
El trabajo conjunto incluye el seguimiento de los adolescentes, la evaluación de los resultados obtenidos y la identificación de áreas que requieren mayor intervención, generando un ciclo de mejora continua.
La cooperación con organizaciones comunitarias permite ampliar la red de contención y garantizar que los jóvenes tengan acceso a espacios de apoyo cercanos y confiables.
La participación activa de docentes, autoridades y profesionales especializados refuerza la importancia de la educación como herramienta preventiva y de desarrollo personal, consolidando un enfoque integral y multidimensional.
Impacto en la comunidad educativa
La jornada fue valorada por directivos y docentes como un espacio clave para la educación integral, que trasciende la transmisión de conocimientos académicos y se centra en la formación de ciudadanos conscientes y responsables.
Los estudiantes tuvieron la oportunidad de participar activamente, expresando sus preocupaciones y reflexionando sobre sus propios desafíos, en un entorno seguro y acompañado por profesionales capacitados.
El programa contribuye a la formación de adolescentes conscientes de los riesgos asociados a los consumos problemáticos y promueve habilidades de resiliencia y autoconfianza.
La experiencia adquirida durante la jornada refuerza la importancia de trasladar los aprendizajes al ámbito familiar, generando redes de apoyo que potencien los efectos positivos de la educación preventiva.