El 27 de mayo pasado, el jefe de la Policía del Chaco, Fernando Romero, dialogó en Alerta Urbana con Gustavo Olivello, brindando un contundente respaldo al comisario Daniel Melchiori, al frente de la comisaría de Taco Pozo.
Romero afirmó que Melchiori está siendo víctima de una «persecución política» por parte del intendente de esa localidad, Carlos Ibáñez, debido al eficaz trabajo policial que viene realizando.
«Estoy al tanto de esta novedad que sucedió en la comisaría de Taco Pozo. Todo como consecuencia de una situación que el jefe de comisaría le cuestionó a su oficial de servicio por no encontrarse en su puesto», explicó Romero, detallando el origen del conflicto.
El jefe policial no dudó en vincular este incidente a una denuncia previa que pesaba sobre el oficial Santillán y su mujer por la supuesta sustracción de dos armas de fuego en la comisaría de Los Frentones.
Romero defendió el trabajo de Melchiori, destacando que su llegada a Taco Pozo hace un año marcó «un antes y un después» en la localidad.
«Era una localidad olvidada. Nadie sabía qué pasaba en Taco Pozo. Era el lejano Oeste. Fue quien llegó para poner orden, a combatir el narcotráfico, a convertir la tala ilegal en la zona, el desmonte indiscriminado», enumeró el comisario general (r), quien también resaltó la incautación de 17 kilos de cocaína en panes, 27 motocicletas denunciadas como sustraídas en otras provincias y seis automóviles recuperados robados en Buenos Aires.
El jefe de la fuerza fue enfático al señalar que el accionar de Melchiori «molesta a mucha gente», lo que se traduce en las 25 denuncias que el comisario enfrenta en diversos organismos.
«Obviamente, direccionadas por el municipio local porque no estaban acostumbrados al control de moto, al control de vehículo, al control de expendio de bebidas alcohólicas», sentenció Romero, infiriendo una persecución por parte del intendente Ibáñez, cuyas publicaciones en medios locales ya daban cuenta de su descontento con el comisario.
«Esto tiene un trasfondo político? Sí, sin duda», concluyó Romero ante la pregunta de Olivello, dejando entrever que las acciones contra Melchiori podrían tener motivaciones más allá de lo meramente administrativo, en el marco de la lucha contra el crimen organizado y la regularización en una zona que históricamente fue «olvidada».
