Un jurado popular declaró culpable del delito de abuso sexual con acceso carnal al imputado Enrique Díaz Pacce, en la causa 17.087/2024-1 conforme los requerimientos de la fiscalía y querella. Fue al final del juicio por jurados que durante tres jornadas se desarrolló en Resistencia.
Las audiencias tuvieron como jueza técnica a la camarista María Virginia Ise. Mientras que las partes estuvieron representadas por el fiscal de Cámara Sergio Cáceres Olivera, los abogados defensores Enrique Fernández e Israel Aguirre y los querellantes Paulo Zeniquel y Joaquín Dudik.
El miércoles comenzó la instancia de producción de la prueba. Las declaraciones de testigos continuaron hasta el tercer día de audiencias en el que se produjeron los alegatos de clausura e instrucciones finales, la deliberación y el veredicto.
La sentencia se conocerá la semana que viene.
EL HECHO
Según consta en el expediente, el hecho ocurrió el 28 de mayo del 2024 en una propiedad ubicada a unos 30 kilómetros de la capital chaqueña, Margarita Belén. Hasta allí, la víctima había ido a hacer trabajos de albañilería y de pintura por pedido del médico Enrique Díaz Pacce.
Según relató la víctima, llegó a primera hora de la mañana y cuando decidió tomarse un descanso para ir a su domicilio a almorzar, el médico presuntamente ideó un plan para concretar el abuso. Primero lo convenció de que se quedara a comer y que él después lo llevaría hasta su casa. El trabajador aceptó la invitación después de que el hombre de 56 años le insistiera varias veces.
Después que terminó el almuerzo, el médico le ofreció un vaso de licor de quinoto casero que él mismo había hecho y luego le pidió que lo ayudara con más tareas en la planta alta de la casa. Sin embargo, a los pocos minutos, cuando subían la escalera, el albañil comenzó a sentirse mal hasta que se desmayó. Según dijo ante la Justicia, le había colocado un sedante en la bebida. Al otro día se despertó adolorido, mareado y con moretones y sangre en varias partes.
Fue el propio Díaz Pacce quien lo llevó hasta su casa. En el camino le pidió que no contara lo que había pasado. Al llegar al domicilio, la esposa del albañil vio el estado en que se encontraba, comenzó a preguntarle qué le pasaba, hasta que finalmente lo llevó al hospital Julio C. Perrando, donde constataron -entre varias cosas- desgarros en zona íntimas.
Las pruebas toxicológicas corroboraron que tenía un miorelajante en sangre, aunque por la cantidad de horas que pasaron desde que ingirió el licor de kinoto, no se pudo establecer cuál sustancia fue.
El supuesto abusador sexual había sido condenado por una causa de corrupción de menores, pero a pesar de ello ocuoó un cargo en el Ministerio de Salud, hasta que este último episodio obligó a que lo apartaran.