En un giro inesperado del encuentro bilateral de ayer, Donald Trump se convirtió en el principal promotor de Javier Milei en el escenario global, posicionándolo como figura para lo que se vendrá después de 2027.
En un encuentro privado en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el republicano no escatimó en elogios para el Presidente argentino, llegando a prometerle su «respaldo completo y total» de cara a una posible reelección. Una declaración que no deja de ser un espaldarazo político que vale su peso en oro.
El encuentro, que no fue la cumbre formal en la Casa Blanca que el Gobierno argentino anhelaba, duró apenas 20 minutos, pero dejó una marca indeleble.
Trump se deshizo en alabanzas, comparando a Milei con un «líder verdaderamente fantástico y poderoso», y hasta le obsequió una carpeta con una copia impresa de un eufórico posteo de Truth Social en el que lo llamaba «un buen amigo, luchador y ganador».
En un momento de turbulencia en los mercados argentinos, el gesto de Trump fue un bálsamo para el Gobierno de Milei.
EL COSTADO ECONÓMICO
Sin embargo, el entusiasmo político no es suficiente para calmar a los mercados. El Gobierno de Milei, con el ministro de Economía, Luis Caputo, a la cabeza, ahora espera un gesto más concreto por parte de la administración de Trump y, sobre todo, del Tesoro de los Estados Unidos.
Es que se necesita un salvavidas económico que alivie la presión sobre las reservas, el riesgo país y el dólar, y que permita afrontar los vencimientos de deuda de este y el próximo año, todo esto para antes del 26 de octubre, momento crucial para la gestión libertaria.
Tras el encuentro, Caputo se limitó a decir que hablaron de «una cifra específica», sin dar más detalles. La expectativa está puesta en el Tesoro, que por el momento se ha mantenido en silencio.
Un día antes del encuentro, el secretario del Tesoro, Scott Bessent había lanzado un tuit enigmático en el que sugería que «todas las opciones de estabilización están sobre la mesa», desde «líneas de swap» hasta «compras directas de divisas». Un mensaje que encendió la mecha de la esperanza en los mercados.
ALIADO ESTRATÉGICO
El gesto de Trump, aunque sea un guiño a una reelección, es un claro respaldo a la gestión económica de Milei. El mandatario estadounidense ve en Milei a un aliado estratégico en la región.
«Somos muy fanáticos del trabajo que ha hecho. Si puede continuar haciendo el trabajo que está haciendo, será realmente algo muy especial», sentenció Trump.
Mientras la comitiva argentina se desvivía en entusiasmo («Esto dio vuelta todo», señalaron los medios respecto al apoyo «trumpista»), el primer mandatario argentino continuó con su apretada agenda en Nueva York. Tras su discurso ante la ONU, se reunió con Kristalina Georgieva, la jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI), un encuentro tan crucial como el que tuvo con Trump.
También recibió el prestigioso premio Ciudadano Global 2025 del Atlantic Council y se entrevistó con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, con quien mantiene una cercana relación.
Puntos clave del encuentro
Más allá de los titulares y el efusivo respaldo público de Donald Trump, la reunión con Javier Milei en la ONU estuvo cargada de simbolismos y detalles cruciales que no se percibieron a primera vista. Un análisis minucioso de la trastienda revela que la cumbre fue mucho más que un simple saludo entre aliados.
-Una apuesta al futuro: la mención de Trump a una «reelección» de Milei no fue un error de cálculo. Por el contrario, fue un claro guiño estratégico. Al proyectar su apoyo hacia los comicios presidenciales de 2027, el mandatario estadounidense dejó en claro que su respaldo al líder argentino no es coyuntural, sino una apuesta a largo plazo en la región. El mensaje es contundente: Washington ve en Milei a un socio fundamental para los próximos años en la región.
-El fantasma de Joe Biden: aunque el encuentro se centró en la relación bilateral, Trump no pudo evitar lanzar un dardo a su antecesor, Joe Biden. En el posteo que le regaló a Milei, calificó al expresidente como «el peor de la historia».
Un detalle que, si bien puede parecer menor, subraya la afinidad ideológica y la sintonía política entre ambos mandatarios, reforzando la idea de un bloque ideológico consolidado. Similar calificación hace Milei de su predecesor, Alberto Fernández.
-Los nombres que pesan: la presencia de figuras clave en las delegaciones demostró el calibre del encuentro. Trump no estuvo solo, lo acompañaron su secretario de Estado, Marco Rubio, y, fundamentalmente, el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
La participación de Bessent confirmó que la conversación no fue solo de política, sino que el aspecto económico y financiero tuvo un lugar central en la agenda.
-La clave del salvavidas económico: el tuit de Scott Bessent, divulgado un día antes, fue el verdadero termómetro de las expectativas argentinas.
Al mencionar de forma explícita «líneas de swap, compras directas de divisas y compras de deuda pública», el funcionario estadounidense puso sobre la mesa herramientas concretas de ayuda.
Si bien no se anunció un paquete de forma inmediata, la mención de estos instrumentos financieros fue el gesto más tangible de respaldo, un dato que los mercados esperaban con ansias.