El pasado 15, Villa San Martín inició su pretemporada de cara a la temporada 25/26 de la Liga Argentina de Básquet (LAB). Bajo la dirección del flamante entrenador Eduardo Chiche Jápez, el equipo chaqueño comenzó un proceso de preparación que se extenderá a lo largo de siete semanas, con el objetivo de alcanzar un alto nivel de rendimiento físico y táctico para la competencia oficial.
Actualmente, el plantel se encuentra en la tercera semana de trabajos, avanzando hacia la fase de preparación más específica y competitiva.
El preparador físico principal, Imanol Escobar, junto a Octavio Boschetti, son los responsables de diseñar y supervisar la carga física del equipo. «Empezamos a trabajar con testeos y evaluaciones, tanto las antropométricas, psicológicas, físicas morfofuncionales y condicionales, además de trabajar algunos días con el kinesiólogo Pablo Castillo», detalló Escobar.
Estas evaluaciones iniciales permiten establecer un diagnóstico integral de cada jugador, identificando fortalezas, debilidades y necesidades específicas para la puesta a punto física.
El cuerpo técnico ha diseñado un plan progresivo de trabajo, que contempla el aumento gradual de la intensidad y el volumen de los entrenamientos.
La programación tiene como objetivo preparar a los jugadores para soportar la exigencia de la temporada, combinando trabajo físico en gimnasio, ejercicios específicos en cancha y actividades complementarias que fortalecen la condición general del plantel.
METODOLOGÍA
Y EJES DE TRABAJO
Durante la primera fase de la pretemporada, el equipo realiza entrenamientos de turno simple, con la incorporación de sesiones de doble turno a partir de la tercera semana. «En estos momentos estamos haciendo trabajos de simple turno y desde la tercer semana, o sea esta, van a haber algunos días en donde haremos trabajos de doble turno, como así también hay jugadores que de acuerdo al objetivo que persiguen y que perseguimos con ellos, trabajan simple y hasta doble turno», señaló Escobar.
Cada sesión combina estímulos de gimnasio con ejercicios específicos en cancha. «Siempre se realiza un estímulo de gimnasio y obviamente un contenido dentro del gimnasio acorde a cada sesión y la carga de la misma, y luego de eso una sesión larga en cancha de ejercicios, metodología y contenidos específicos del deporte», explicó el preparador físico.
Esta estructura permite equilibrar la carga aeróbica, anaeróbica y técnica, asegurando que los jugadores desarrollen todas las capacidades necesarias para competir al más alto nivel.
La pretemporada se encuentra actualmente en la fase de acumulación de estímulos, caracterizada por alto volumen y baja a media intensidad. «Ahora estamos en la fase de acumulación de estímulos, mucho volumen, bajas medias intensidades, lo que después va bajando, vamos teniendo menos volumen pero subiendo en intensidad», precisó Escobar.
Esta progresión garantiza que los deportistas alcancen el punto óptimo de rendimiento en el momento justo de la competencia.