Entre el 1 de enero y el 29 de septiembre pasado, se registraron en la Argentina 178 femicidios, 11 únicamente en dicho mes, lo que equivale a una muerte violenta de mujeres o disidencias por motivos de género cada 36 horas.
Los datos surgieron del último relevamiento del Observatorio Ahora Que Sí Nos Ven, que sistematizó la información a partir del análisis de medios de comunicación de todo el país.
«Estamos atravesando un escenario alarmante, en el que la vida de una mujer se pierde cada día y medio», afirmaron desde la organización en el informe difundido esta semana.
El reporte indicó, además, que se contabilizaron 287 intentos de femicidios y femicidios vinculados, y que al menos 149 niños quedaron huérfanos tras la muerte violenta de sus madres.
Sólo en septiembre, 16 chicos y chicas perdieron a sus madres a manos de femicidas.
El impacto
en el Chaco
El Chaco registró 8 femicidios en lo que va del año, de acuerdo al mapa difundido por el observatorio. La cifra ubica al distrito en el tercer puesto en el ranking de jurisdicciones con mayor incidencia por cada 100 mil mujeres, con una tasa de 1,36 casos, solo detrás de Neuquén (1,63) y Misiones (1,53).
Desde la organización remarcaron que «estos números muestran cómo la violencia machista atraviesa todo el país, y cómo impacta con fuerza en provincias del norte y la Patagonia, donde las mujeres enfrentan mayores dificultades para acceder a dispositivos de protección y contención».
El triple
femicidio
El informe destacó el impacto del triple femicidio de Brenda Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15), ocurrido en Florencio Varela, que puso en evidencia la vulnerabilidad de las mujeres jóvenes en contextos atravesados por la falta de oportunidades laborales y educativas.
«El asesinato de Brenda, Morena y Lara nos recordó que la falta de políticas públicas agrava la exposición de los jóvenes a la violencia extrema», señalaron desde el observatorio.
Según datos del Indec citados en el reporte, 1 de cada 5 mujeres jóvenes buscaba empleo y no lo conseguía en 2025, lo que las expuso a situaciones de precarización, dependencia económica y, en muchos casos, a la inserción en economías ilegales.
En lo que va del año, al menos 12 femicidios estuvieron vinculados a contextos de narcocriminalidad. «Mujeres, travestis y trans empujadas a la precarización y a las economías ilegales son asesinadas o criminalizadas, y sus cuerpos convertidos en territorios de guerra», denunciaron.
Vínculo con
el agresor
El relevamiento mostró que la mayoría de los femicidios fueron cometidos por personas cercanas a las víctimas: 40% por la pareja actual, 29% por una expareja, 15% por un familiar, 8% por conocidos, 7% en los que no se contaba con datos y apenas 1% por desconocidos.
«Las estadísticas demuestran que el peligro está en la intimidad, en los vínculos más cercanos. Por eso insistimos en la necesidad de políticas de prevención y acompañamiento efectivo para quienes logran denunciar», expresaron desde Ahora Que Sí Nos Ven.
El lugar físico
del femicidio
El 39,3% de los asesinatos ocurrieron en la vivienda de la víctima, el 27% en viviendas compartidas, y el 7,3% en la vivienda del agresor. Un 15,7% se registró en la vía pública y el 10,7% en otros lugares.
Para la organización, estos números confirman que el hogar no siempre es un espacio seguro. «La casa de la víctima se convirtió en la escena del crimen en casi 4 de cada 10 casos», afirmaron.
Femicidios
mes a mes
El monitoreo detalló que septiembre concluyó con 11 femicidios, lo que marcó una baja respecto a los picos de enero (32) y febrero (23).
Sin embargo, la violencia persistió sin pausas: abril, mayo, junio y julio registraron entre 14 y 15 casos mensuales.
Un dato que preocupó al observatorio fue que el 15% de las víctimas había denunciado previamente a sus agresores, pero no recibieron protección suficiente. Además, 17 mujeres tenían medidas judiciales vigentes al momento de ser asesinadas.
Por otra parte, 14 femicidas pertenecían a fuerzas de seguridad, lo que según la organización evidencia «la urgencia de aplicar controles más estrictos en el acceso y uso de armas de fuego, y de fortalecer la formación en perspectiva de género en las instituciones policiales y militares».
Una década desde el #NiUnaMenos
El informe recordó que en los 10 años transcurridos desde la primera movilización del #NiUnaMenos, las estadísticas muestran que el 23% de las jóvenes asesinadas había desaparecido previamente, y que el 21% sufrió ataques sexuales antes del femicidio.
«No hay víctimas buenas ni malas. No importa dónde estaban, cómo se vestían o qué hacían: todas las vidas importan», remarcaron desde Ahora Que Sí Nos Ven.
La organización exigió la aplicación plena de la Ley Micaela en los medios de comunicación para erradicar la revictimización y la estigmatización. «La cobertura mediática sigue reproduciendo estereotipos y discursos que terminan culpabilizando a las víctimas», sostuvieron.
El observatorio vinculó el aumento de los femicidios con la falta de políticas públicas de prevención y con el desmantelamiento de programas estatales. «El gobierno nacional eliminó y desfinanció programas de prevención, mientras promueve discursos de odio, negacionistas y misóginos, que alimentan la violencia patriarcal», denunciaron.
En ese sentido, remarcaron que la violencia machista «se tradujo en una vida menos cada 36 horas en lo que va del año».
«Exigimos políticas públicas que den respuestas concretas a la violencia machista y la aplicación efectiva de la Ley Micaela en todos los niveles del Estado y en los medios de comunicación», expresó.